¡Qué grande hombre era Carlos Alberto Montaner!
Al desaparecer del escenario Carlos Alberto Montaner, el principal luchador por la libertad y la democracia en Cuba, muchos demócratas en el mundo y particularmente en toda Hispanoamérica, donde era admirado y conocido, se dijeron: ha muerto Montaner, ¿Qué será de nosotros?
Y es que la figura de Montaner se paseaba por todo el continente como antes lo hizo el apóstol de Cuba, José Martí. Recorrió varias veces las tierras americanas, buscando el apoyo para que la dictadura cubana le devuelva la soberanía, la propiedad de Cuba, a los cubanos. Para que la Cuba que sufre, no sea tratada colectivamente como un menor de edad, privándola sobradamente del derecho a decidir su porvenir, para que se le entregue a esa población manipulada por una capilla de iluminados, que, con sus promesas de una falsa redención, la mantienen esclava.
De alguna manera, Martí que vivió como Montaner la mayor parte de su existencia en el destierro escribió el epitafio del propio Montaner en sus versos:
Yo quiero cuando me muera,
Sin patria, pero sin amo
Tener en mi tumba un ramo de flores y una bandera.
En vida se le negaron todos los premios que su talento extraordinario le había granjeado sobradamente. Era el más importante articulista político, editor y comentarista de Cuba, conferenciante inigualable, además de novelista y escritor. Esta última fue su vocación inicial que no pudo ejercer plenamente porque como Martí, el inmenso poeta de la lengua española escribió en estos versos dignos del mármol, su vocación verdadera fue servir a la libertad de Cuba:
Dos patrias tengo yo: Cuba y la noche.
¿O son una las dos? No bien retira
su majestad el sol, con largos velos
y un clavel en la mano, silenciosa
Cuba cual viuda triste me aparece.
¡Yo sé cuál es ese clavel sangriento
que en la mano le tiembla! Está vacío
mi pecho, destrozado está y vacío
en donde estaba el corazón. Ya es hora
de empezar a morir…..
Montaner , a quien conocí solía decir que el tenía varias vocaciones. En todas se desempeñaba maravillosamente: como comentarista escueto, preciso en las grandes cadenas de televisión hispana no tenia parangón.
Sabia polemizar como un profesor, sin naufragar ni en el discurso embrollado de los intelectuales pedantes, los que viven de la palabra cohete, cuyas prosas de güireros poco aportan. Como articulista escribía en un español impecable. Una lección de exactitud y precisión.
Como literato: novelista, ensayista, merecieron sus talentos algunos premios que la propaganda política de la dictadura que tenía apoyos en todo el mundo le cerceno. Sus primeros años de destierro fueron muy difíciles. En casi todas las universidades , en donde se había impuesto como catecismo el relato de izquierdas, se consideraba que una dictadura de partido único, una sociedad de pensamiento dirigido y de cartilla de racionamiento eran preferibles a nuestras democracias imperfectas, y que Montaner no tenía ni siquiera derecho al aire que respira. Pero el tiempo fue colocando las cosas en su justo lugar. En 1989 se produjo el glorioso derrumbe del socialismo real. Sociedades enteras sometidas a estas espantosas satrapías se libertaron.
Se desplomó la Unión Soviética, se desvaneció el Pacto de Varsovia, muchas naciones metidas en fusiones de chicha y nabo, recuperaron su libertad, su soberanía y nacieron como nuevos Estados, las repúblicas balticas recuperaron su bandera, su patrimonio y su derecho a gobernarse. El comunismo habia desaparecido sin tirar un solo misil. Como muchos luchadores, Montaner pensó qué había llegado la hora de la libertad de Cuba. Vendió su empresa editorial, Playor y se dispuso a volver a su querida Cuba. Pero no fue así. La dictadura se apoyó en las izquierdas latinoamericanas: en Brasil, con el Foro de Sao Paulo, en Venezuela , con Chávez y en el aparato cultural de las izquierdas, empozado en las universidades, en el periodismo, en los grupos antisistema y en las ONG que se han propuesto deconstruir la sociedades: ponerle punto final a la familia, a la noción de patria, al Estado nacional, a las fronteras y tomar como ideología el globalismo y el multiculturalismo que plantea el derecho a fragmentar todas las sociedades.
En unos de sus viajes, le entregue mi libro El Ocaso de la Nación Dominicana. Le explique menudamente los riesgos que corría nuestro país al fragmentarse en dos poblaciones derechohabientes, y él, que era un liberal, no había perdido, sin embargo, el sentido de nación y me dijo que la única solución para ese problema era un fideicomiso que restablezca al Estado, reconstruya las bases de una nación y permita el desarrollo de una clase gobernante. Eso no lo pueden hacer los haitianos ni tampoco los dominicanos. Por otra parte, los dominicanos tienen derecho a existir. Es la nación primogénita de Hispanoamérica, donde todo empezó y es la primera democracia del Caribe. Seria catastrófico que todo eso se arruinara. Sentía admiración por muchos dominicanos. Particularmente le oi expresarse muy elogiosamente de don Federico Henríquez, Frank Moya Pons, Miguel Guerrero, el presidente Balaguer y otros.
La vida de Carlos Alberto Montaner contada como un thriller en sus memorias intituladas Sin ir mas lejos (2022) tiene tintes martianos. He aquí las coincidencias. A los dieciséis años, Martí fue encerrado en un presidio de La Habana, condenado a seis años. Pocos después fue deportado a la Península y condenado a prisión en Ceuta (Marruecos). Pudo regresar por tiempo breve en 1878. Al año siguiente en 1879, fue nueva vez deportado a España. Nunca más pudo regresar a su tierra, hasta el fatídico 19 de mayo de 1895, cuando ofrenda su vida por la independencia de Cuba, en el emplazamiento de Dos Ríos. Por su parte, Carlos Alberto Montaner se casa a los 16 años, a los 17 entra en la prisión, condenado a veinte años por su oposición a la Revolución. Logra escapar de la cárcel por intervención de un jerarca revolucionario amigo de su familia, pero su protector no puede ocultarlo y se asila en la Embajada de Honduras, donde permaneció ocho meses. Eran unas circunstancias muy difíciles. Se había producido expedición estadounidense en la Bahía de Cochinos. Entonces se movilizaron todas las fuerzas militares, en vista del estado de guerra y las vidas de los opositores asilados en embajadas , huyéndole a la justicia revolucionaria, corrían riesgos de represalia.
Cuando el régimen logró sofocar la asonada expedicionaria, bajaron las tensiones. La dictadura permitió la salida de los asilados a Estados Unidos . De este modo, comienza su largo exilio cumplidos los 18 años de edad. En EE UU hizo su carrera de licenciatura en Literatura y el máster. Posteriormente, después de una estancia de cuatro años en la Universidad de Puerto Rico como profesor, partió a España donde concluyó su doctorado y desarrolla la empresa editorial Playor iniciada en San Juan (Puerto Rico). A partir de entonces, en los miles de columnas periodísticas que escribió, en sus libros, en sus declaraciones verbales, nunca dejo de pensar en Cuba. Ni un solo día en sus ochenta años cumplidos el 3 abril del 2023 que no dejara de pensar en la libertad de Cuba. Había cumplido cabalmente aquel mandato martiano, expresado en estos versos:
¿De tirano? Di todo
Di más, y clava con furia
De mano esclava, sobre su oprobio al tirano
Nunca perdió la fe en que Cuba saldría libre de un régimen que ha secuestrado la libertad de asociación, de reunión y de expresión del pensamiento. Ningún dictador es superior a su pueblo. Para Carlos Alberto Montaner el cambio democrático pasa por devolverle a los cubanos el destino de Cuba.
El hombre ha muerto, pero su obra: sus miles de artículos, sus libros de ensayos y sus novelas, sus conferencias divulgadas por todas las redes, sus múltiples declaraciones siguen y seguirán combatiendo, incansablemente, por la libertad de Cuba. ¡Qué grande hombre era Carlos Alberto Montaner!
jpm-am-sp
no eran de mi agrado sus comentarios por ser un periodista de derecha, pero al saber que decidio optar por la eutanacia, tiene de mi el mayor respeto. no todos estamos preparado para tomar tan fuerte decision. que en paz descanse su alma.
parece que esta hipnotisando a alguien en esa foto
leyendo este sr. gran defensor de las libertades publica, me tray a la mente mi pais, y aquellos que están presos en los paises representantes de la democracia, preso, por hablar mentira en un pais democrático, como el caso de julian anssage. recuerdo rd. 1963-1965 y los 12 anos de balaguer donde se vivió en plena liberta democrática.
dr. nunez y donde estaba, tan buena orientaciÓn y sus artÍ****s llenos de verdades orientando y la ciudadanÍa y defensor energico de nuestra soberania,y de los mejores intereses de la patria. se habia desaparecido. que pasaba dr. nunez, esperamos tenerlos de nuevo. que dios lo proteja siempre.
sr. manuel núñez: no podía esperarse menos de usted, a quien considero un gran historiador, una pluma brillante y de la cual saciamos la búsqueda de conocimientos sociales, históricos y políticos, su opinión sobre carlos alberto montaner, ese gran luchador cubano por la libertad de su país y la democracia en el mundo, es bien merecida y, en consecuencia, me adhiero a ella.
uuuurrrrrrrrrko! mono cirquero tambien orlando bosch y posda carrriles eran tu heroes…..ni barack obama es tan imbecil como este urko cirquero.
que grande hombre fue carlos alberto montaner. desde muy joven lei sus arti****s . sus trabajos eran una catedra para el aprendisaje. no hay dudas. me cuenta mi hermano miguel que tuvo la oportunidad de saludarle que su inconmensurabilidad no le quitaba sus bellas cualidades humanas.
creo, que comparar a este senor con jose marti, es in desajuste mental. revise esa comparacion. jose marti es junto a bolivar uno de los dos grandes mentores de la libertad latino americana.
mejor de ahí, se daña. ¡excelente comentario!
un hijo de cuba, un hijo de la democracia..
murió sin explicar los atentados terroristas que organizo en cuba, y sus vín****s con orlando bosch, y sus trabajos de colaborador con la cia.