¿Por qué los fabricantes de automóviles vuelven a los archivos para tener ‘nuevas’ ideas?
Mark Twain dijo alguna vez: “No existen las nuevas ideas. Es imposible. Nosotros simplemente tomamos muchas viejas ideas y las ponemos en una especie de caleidoscopio mental. Les damos una vuelta y producen nuevas y curiosas combinaciones”.
Te perdonamos si pensabas que la industria automotriz está empeñada en demostrar la teoría del escritor estadounidense. Solo la última semana, BMW utilizó el prestigioso Concours d’Eleganza en el Lago Como, en Italia, para revelar el concepto previo de los carros de su próxima Serie 8, el regreso de un modelo insignia que fue usado por última vez hace 17 años.
Reviviendo los archivos
Para ser sinceros, la renacida Serie 8 es realmente una reconstrucción del modelo en que se basa, que mueve su mercado exclusivo de autos de dos puertas para darle espacio a la Serie 6.
Pero esta no es la primera vez que el fabricante alemán de automóviles se ha metido en los archivos para presentar una ‘nueva idea’. Ha invertido miles de millones reinventando la marca Mini, reduciendo los rasgos que hicieron famoso al carro británico y convirtiéndolo en un producto moderno.
BMW también usó eventos previos del Concours d’Eleganza para revelar conceptos ‘Homenaje’, que hacen guiños a sus anteriores modelos M1, 3.0 CLS y 2002.
Hay mucha evidencia de que la industria automotriz está tan fijada en su pasado como en el futuro.
Volkswagen, la marca de carros dominante, no podía dejar atrás los 21 millones de Beetle vendidos (Escarabajos, como se le conoce en Latinoamérica), así que 60 años después de la producción del primero de esos automóviles, comenzó a fabricar uno nuevo basado en su predecesor, llamado New Beetle (Nuevo Escarabajo).
Y las ‘nuevas’ ideas de VW no paran ahí: al menos uno de sus vehículos completamente eléctricos será un tributo silencioso a su icónico Microbus.
La compañía italiana Fiat ha llevado las cosas a los extremos: consiguió tal éxito cuando en el 2007 reinventó su clásico 500, un carro de ciudad, que desde entonces ha inspirado a casi todos los vehículos de esa línea, en lo que analistas de la industria consideran un peligroso caso de meter muchos huevos en una sola canasta.
Rediseñando viejas ideas
Algunas marcas han demostrado que sacudir el pasado puede ser refrescante y rentable.
El ADN de Land Rover existe en la Range Rover, pero ha sido un éxito porque tomó suficiente de su credibilidad en las carreteras más duras y lo exprimió en un deseable y ultramoderno carro todoterreno.
Lo mismo pasa con su firma hermana Jaguar, cuyos carros terminaron los años 90 pareciéndose mucho a sus parientes producidos a principios de los 70.
‘Obstáculo a la innovación’
¿Es cierto, por eso, que tener mucha conciencia del legado y la tradición puede obstaculizar la innovación?
Tal vez estamos siendo un poco duros al olvidar los límites con los cuales tienen que trabajar los diseñadores de autos.
Normalmente, el departamento de mercadeo les entrega un informe con lo que quiere el público, se les dice que no se aparten de los ‘valores de la marca’ y rasgos estilísticos que permitirán que los clientes que ya han ganado compren lo que viene y sigan con ellos.
La tecnología automotriz se mueve muy rápido, pero mucho de lo que la rodea tiende a evolucionar de manera más lenta.
Y luego está el tema de la legislación sobre la seguridad, lo que ha forzado que las dimensiones de los carros se mantengan en un estricto conjunto de restricciones.
Finalmente, está la pieza más grande del legado que pueda dejar en términos de diseño. El trazado fundamental de los carros no ha cambiado en 100 años: dos sillas adelante, una ocupada por la persona que va al volante, que necesita ver al frente, al lado y por detrás.
Pero si para el año 2030 los vehículos autónomos nos permitirán dejar de usar el cerebro, más que simplemente dejar de usar las manos o los ojos, ¿por qué deberían los pasajeros poder mirar al frente? ¿Por qué tendrían que tener ventanas?
¿Puede la nueva tecnología inspirar nuevos diseños?
El jefe de diseño de VW, Klaus Bischoff, es el responsable de la lenta evolución estilística de carros como el Golf. Pero cree que la tecnología autónoma y los sistemas de propulsión eléctricos pueden ser un factor tan liberador que puedan incluso detener el inexorable aumento de las ventas de todoterrenos.
“Tal vez las todoterreno comiencen a parecer viejas en cierto punto y la gente las señalará y dirá que son un dinosaurio”, dice. “No lo vemos ahora, pero de verdad creo que veremos vehículos muy diferentes cuando lleguemos al Nivel Cinco, de completa autonomía (…) Es el paraíso para los diseñadores, podemos mover las cosas, nos da mucha diversión”.
Es allí donde veremos el verdadero desempeño de los diseñadores: aprovechando el momento en que sus jefes dejen de vender carros y comiencen a vender ‘soluciones de movilidad’.
Mira por ejemplo el concepto del Cedric de VW –una caja futurista sobre ruedas– y del Mercedes F015 –un lujoso carro autónomo–. O, de hecho, mira el Vision Next 100 de BMW, un vehículo que está muy lejos de hacerle un guiño a sus días pasados de gloria (aunque todavía presenta la rejilla frontal característica de la firma).
En algún punto del futuro lejano, claro, los fabricantes referenciarán estos carros. Pero mientras tanto, si tienen libertad de expresión, podemos estar en el centro de un periodo de creatividad sin precedentes.
Fuente: CNN
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