“Parque de los vagos” en San Cristóbal y en Manhattan
Iniciaré definiendo las palabras clave que enmarcan el contexto de la temática a desarrollar. El diccionario de la RAE define la palabra parque como “Terreno destinado en el interior de una población a prados, jardines y arbolado para recreo y ornato” y a la palabra vago: “Dícese del hombre sin oficio y mal entretenido”.
La primera similitud entre estos dos lugares es que ambos poseen el mismo nombre: “Parque de los vagos” y de allí mismo surge la primera diferencia. El “Parque de los vagos” de San Cristóbal se corresponde con la definición del diccionario de la RAE, en tanto que es un lugar arbolado para recreo y ornato, aunque su tamaño dista mucho de la concepción actual de lo que es un parque; un ejemplo claro de esto es el Central Park de New York y el Parque Mirador del Sur en Santo Domingo.
El llamado “Parque de los vagos” de Manhattan no encaja con la definición de la RAE para ser llamado como tal, puesto que es solo un pequeño espacio al inicio de la isleta de la Avenida Brodway y la calle 164 de New York, en el Alto Manhattan. Sin embargo, el hecho de que en este pequeño espacio hay tres bancas obliga a admitir que dicha área está destinada al recreo y es parte de la isla de la avenida, que a su vez, está destinada al ornato y cuenta con árboles y grama.
Otra similitud a señalar es que ambos parques se encuentran ubicados en una avenida. El de San Cristóbal, en la Avenida Constitución, la principal de la ciudad, frente al edificio del Ayuntamiento Municipal, y el de Manhattan, en la Avenida Brodway esquina calle 164, del Alto Manhattan.
El nombre dado al “Parque de los vagos” de San Cristóbal parece obvio, puesto que, en efecto, allí se reúnen hombres desocupados esperanzados en conseguir un empleo. Ignoro quién lo designó como tal. En el caso del “Parque de los vagos” de Manhattan, el nombre se lo dio el amigo José Elías Domínguez Peña, de seguro influenciado por el recuerdo del “Parque de los vagos” de San Cristóbal.
Una diferencia notable es que en el “Parque de los vagos” de San Cristóbal, los hombres desempleados se reúnen allí durante las mañanas, de lunes a viernes, con la esperanza de ver al Síndico Municipal y conseguir que este les asigne alguna función temporal o eventual dentro del Ayuntamiento Municipal. Como los sábados y domingos no hay labores en el Ayuntamiento, el “Parque de los vagos” se mantiene solo u ocupado por uno que otro limpia botas.
En el llamado “Parque de los vagos” de Manhattan no se reúnen vagos, sino sancristobalenses jubilados, pero con muchas ocupaciones y otros laboralmente activos, por eso los días de reunión son los sábados en la tarde, a partir de las 3 pm, cuando ya se encuentran libres de sus obligaciones laborales y familiares, unos y otros.
Mientras en el “Parque de los vagos” de San Cristóbal se habla de las posibilidades de conseguir un empleo en el Ayuntamiento Municipal, en el “Parque de los vagos” de Manhattan los temas tratados son temas culturales, de deportes, se comentan libros, etc.
Los temas tratados tienden a girar en torno a San Cristóbal, con deseos de aportar ideas que mejoren la calidad de vida en el pueblo, se reactiven las actividades culturales y deportivas y se reconozcan los méritos de aquellas personas que hicieron importantes aportes a la ciudad en el área educativa y cultural y de manera injusta no han sido reconocidas y se les mantiene injustamente olvidadas.
Dos lugares emblemáticos, sin duda, aunque en lugares diferentes, pero con el mismo nombre. Uno dedicado a la búsqueda de empleo; el otro, producto del amor a San Cristóbal y del esfuerzo altamente meritorio de José Elías Domínguez Peña, y destinado a la promoción del deporte y la cultura y los valores identitarios de los sancristobalenses de origen y de espíritu, dentro y fuera de nuestra ciudad y del país.
JPM
correcio’n: avenida< no isla,.y ?perdonene?.
¡excelente arti****!, felicitaciones al dr.peÑa nina por hacer tan bonito aporte
exquisito relato, simplemente genial y refrescante.