OPINION: Inquietante panorama económico

Durante la semana recién transcurrida la prensa local y la página de Bloomberg dieron cuenta de la situación difícil por la cual atraviesan algunas de las economías de países de América Latina como resultado de los excesos de deudas públicas y déficits fiscales, los cuales podrían extrapolarse a  otras economías del área occidental cual si fuese yerba de verdolaga que crece de  forma incontrolable.

Así también, por la situación robustecida por la inflación y las últimas decisiones de política monetaria del Banco Central de los Estados Unidos o Federal Reserve Bank of New York (Fed).

Es el caso de México donde un crecimiento en la inflación por arriba de lo esperado, aunado a la reafirmación de que la Reserva Federal de Estados Unidos seguirá aumentando el costo del dinero, deja la puerta abierta para que el Banco de México pueda subir su tasa de referencia.

Conforme datos de Bloomberg y el mercado de futuros existe la probabilidad de un 61.6% de que el Banco de México suba en 25 puntos base su tasa de referencia el próximo mes de octubre del presente año.

La inflación al consumidor en México creció 0.34 por ciento en la primera quincena de agosto. La inflación anual experimentó un repunte al ubicarse en 4.81 por ciento.

Una inflación que se mantiene por arriba del 4% y la expectativa de alza en el costo del dinero por parte de la Fed, son factores que dejan la puerta abierta para un nuevo aumento en la tasa del Banco de México (Banxico) en lo que resta del año, sostienen economistas de algunas Casas de Bolsa de ese país.

Los futuros en Estados Unidos le dan una probabilidad del 92.3% a que la Reserva Federal suba en 25 puntos su tasa de referencia, a finales de septiembre.

No obstante la oposición del presidente de los Estados Unidos se estima que la Fed aumentará la tasa de interés  antes de que salga el presente año así como en el próximo año 2019.

En tanto el jefe del Banco Central de Costa Rica advierte una situación difícil para ese país ya que enfrenta una enorme presión, pues el financiamiento del creciente déficit presupuestario del Gobierno hace subir las tasas de interés y amenaza con dañar el crecimiento económico, dijo el presidente del Banco Central de Costa Rica, Rodrigo Cubero.

El gobernador considera que la economía de US$57,000 millones se desacelerará este año para registrar un crecimiento del 3.2% a medida que el consumo disminuye.

Se espera que esa desaceleración de la economía sea más pronunciada para el año 2019 si el Congreso no aprueba la llamada Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, con el objetivo de reformar tanto el ingreso como el gasto.

Se estima que la brecha de gasto del Gobierno, se ampliará a un 7.2% de este año, lo que ejerce una importante presión sobre las tasas locales. Las  inversiones han disminuido y la demanda de préstamos ha caído a medida que crecen las preocupaciones por las finanzas del gobierno.

La mayor preocupación de ese país es la situación fiscal. Se espera que se aplique un ajuste fiscal importante porque de no darse disminuiría el  crecimiento de la economía.

Los niveles de deuda pública subirán al 58.4% del Producto Interno Bruto (PIB) para el 2019 frente al 53.8% de este año. La gran preocupación es la enorme dependencia del gobierno del financiamiento a corto plazo.

El Banco Central de Costa Rica aumentó la tasa de interés de referencia en 3.25 puntos porcentuales a un 5% en menos de un año para frenar la caída de la moneda. Se espera mayor flexibilidad en la tasa de cambio conforme el comportamiento del mercado.

Yendo a Argentina, el Banco Central ante una devaluación del peso  frente al dólar que ya alcanza el 50% en lo que va de año, decidió elevar los tipos de interés oficiales hasta el 60%, lo que representa un incremento de 15 puntos porcentuales respecto al 45% en que ya se encontraban.

Tras el anuncio el peso se desplomó en un 8% respecto al dólar, descenso al que se sumó ayer la pérdida de casi otro 11% en el mercado cambiario de Buenos Aires a pesar del fuerte incremento de las tasas de referencia. La depreciación llegó a alcanzar incluso el 18% durante jornada reciente.

Este desplome del peso en más de un 50% frente al dólar, la tendencia de incremento agudizado desde mayo pasado y la subida de los tipos de interés en Estados Unidos seguirá afectando los mercados emergentes.

El Banco Central de Argentina decidió subir de forma extraordinaria los tipos de interés y dejó de vender los dólares que obtuvo del acuerdo suscrito con el FMI para evitar que la situación de  Turquía contagiara a ese país.

En situaciones similares Argentina optó por no pagar la deuda pública y emitir dinero lo cual se considera improbable.

La República Dominicana presenta una situación relativamente diferente en cuanto a la pérdida de valor de su moneda respecto a otras monedas de la región pues solo experimentó una devaluación de un 2.07%  en el primer trimestre del año, la tasa de interés activa promedia un 12.70% y la pasiva 5.89%,

Las reservas internacionales netas ascienden al 28 de agosto del presente año a  US$7,563.5 millones, el medio circulante (M1) alcanza los RD$337,654 millones, los tipos de cambio andan por RD$49.78 la venta RD$49.20 la compra por dólar.

A julio de 2018, la inflación general anualizada rondó 4.43% y la subyacente en 2.61%. Se espera que la economía dominicana crezca un 5.1% del PIB en 2018.

Ahora bien, no se puede decir lo mismo del nivel de deuda pública como resultado de los altos déficits presupuestales que año tras año el país exhibe.

Es inquietante la situación fiscal del gobierno dominicano ya que los gastos públicos especialmente los gastos corrientes innecesarios son alarmantes ante el nivel de ingresos pues para el presente año  ya se habla de registrar nueva vez un déficit fiscal del orden del 2.3% del PIB y cuidado si este se extrema.

La deuda crece y crece y ya se coloca en más de un 51% del PIB, el servicio de la deuda se calcula en más de US$70,000 millones y un 23% de los ingresos tributarios para el pago de intereses. Realmente la situación es preocupante pues esto puede generar en más deuda y más impuestos para cubrir o financiar el déficit fiscal.

El tipo de cambio ha ido en aumento y se estima que antes de que concluya el año este cierre en más de RD$50.00 por un dólar lo que aumentaría la depreciación del peso y obligaría a las autoridades monetarias a aumentar la tasa de interés de referencia para contrarrestar ese aumento que también podría darse en la variable inflación o aumento de precios de forma sostenida.

Si bien es cierto que el país no ha llegado a cuidados intensivos extremos no menos cierto es que la situación de  las finanzas públicas es preocupante pues estos indicadores fueron la antesala en otros países de la región para que se encuentren en una situación inquietante en cuanto a su futuro económico a corto plazo.

La insostenibilidad fiscal es latente y a las autoridades se les puede ir de las manos en cualquier momento generando una situación económica de mucha preocupación para los dominicanos.

Mucho se les ha advertido a las autoridades gubernamentales de turno para evitar llegar a los extremos cuando ya no haya tiempo para corregir las acciones de la mala gestión de las finanzas públicas que hoy aplican.

No es un logro mantener una estabilidad económica ficticia cuando esta se encuentra apoyada en soportes frágiles, de barro o cera que en cualquier momento se puede derretir. Se piensa que aún se está a  tiempo para corregir esta carrera o hemorragia de  endeudamiento incontrolable.

Ojalá la República Dominicana no se contagie de la situación económica de crisis que hoy viven algunos de los países de la región, pues por el sendero que transita el país es para preocuparse ya que muchos países que han caído en desgracia económica y financiera, transitaron primero por el mismo trecho que hoy camina la nación dominicana. Se  espera que no sea así y se pueda revertir esa situación a tiempo.

of-am

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