El vuelo del PLD

La tragedia del vuelo 52 de Avianca, que se precipitó a tierra en Long Island, Nueva York, el 25 de enero de 1990, con la muerte de 73 personas, incluida la tripulación,  fue causada por la falta de comunicación entre la tripulación y la Torre de Control.

La crisis interna  del PLD se asemeja mucho a la historia de esta desventura, porque al igual que  el  707 de la línea  colombiana, el partido morado vuela a 37 mil pie de altura, con la advertencia de su piloto de que “se está quedando sin combustible”.

Cuando ingresó aparato al espacio aéreo de la urbe neoyorkina y se disponía a   iniciar el proceso de aterrizaje al congestionado  aeropuerto John F. Kennedy, se inició el suplicio de la incomunicación entre  tripulación y controladores del tránsito aéreo, lo que convirtió un caso de rutina en una tragedia.

El  avión de Avianca tenía combustibles por dos horas más,  suficiente para atender el requerimiento de la Torre de Control, de volar en círculo a la espera de órdenes para  aterrizar  en la pista del Kennedy que le fuera asignada,  al igual que en el PLD todo se complicó por problemas de comunicación.

La tripulación del vuelo 52 urgió a los controladores  que le dieran prioridad en el aterrizaje porque “se estaban quedando sin combustible”, pero el personal en tierra no le puso atención porque  era bastante común que los pilotos usaran esa frase para obtener preferencia.

En menos de dos horas, la situación del Vuelo  52, pasó de una simple advertencia  de que  “tenemos poco combustible”, a una situación de extrema urgencia  que concluyo en un desastre aéreo. El vuelo del PLD todavía gira en círculo,  con el peligro de que agote su reserva de gasolina.

La tripulación ni los controladores tomaron  en cuenta de que  el clima  en Nueva York era extremadamente brumoso con fuertes vientos y escasa visibilidad, pero aun así, el personal en tierra no creyó lo de “nos estamos quedando sin combustible”, y la tripulación confió  que no se agotaría, lo mismo que pasa en el PLD.

El piloto solicito  del Vuelo 52 solicito  permiso para aterrizar  cuando realmente  el combustible estaba casi agotado, pero  la orden  de descender  fue conferida casi  media horas después, cuando ya los cuatro motores del avión se habían apagados y el aparato se precipito sobre una colina de Long Island.

Dicen que la tragedia  del Vuelo 52 ocurrió porque en vez de  decir que “el combustible se estaba agotando”, en un todo de voz muy pausado, el piloto debió gritar: “! Esto es una emergencia!”. Ojala que  el liderazgo del PLD atine a exclamar a todo pulmón la misma frase, antes de que al PLD le suceda lo mismo.

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