NY pide justicia en masa
Nueva York.- Seis brazos remangados, uno pegado al otro. Seis tonos diferentes de piel. Del blanco pálido caucásico de una joven estudiante, al marrón oscuro de un niño negro afroamericano, pasando por el ocre de una chica de origen indio.
Se hacen una foto con el móvil y la cuelgan en Facebook. Es una imagen del espíritu que movilizó a decenas d emiles de personas en Nueva York para protestar contra los últimos casos de brutalidad policial, como el que acabó con la vida de Eric Garner en el barrio de Staten Island.
Los neoyorquinos llevan dos semanas utilizando a diario la calle como altavoz para expresar su rabia por la muerte de jóvenes negros desarmados en manos de la policía, con protestas espontáneas. El detonante de estas movilizaciones fue el de Michael Brown en Ferguson, después de que un gran jurado decidiera no presentar cargos penales en su contra. Una semana después, el mismo episodio volvía a producirse con el caso Garner.
Hasta ahora las protestas eran dispersas, en pequeños grupos de varios cientos de personas. La bautizada como “Millions March” estaba, sin embargo, pensada para ser una manifestación masiva. El portal que crearon los organizadores sumaba casi 50.000 personas interesadas en participar en la cita neoyorquina unas horas antes de que echara a andar la marcha desde Washington Square, con destino el cuartel general de la policía de Nueva York.
La plaza se llenó rápido con ciudadanos como la californiana Sherryl, que se encontraba de visita en Filadelfia y que no dudó un instante en acercarse a Nueva York. Llevaba una pancarta con un mensaje claro a la policía: “ya no puedes esperar que levante las manos y baje la voz”. Comenta que no tiene nada contra la policía, pero sí denuncia el “uso excesivo de la fuerza cuando no es necesario”. La comunidad negra, añade, quiere trabajar con ellos.
“Nueva York es Ferguson”, se podía leer en muchas de las pancartas en lo que se ha bautizado como un “día de rabia” que se replicó por otras ciudades de EE UU. Las miles de personas que participaron en esta nueva movilización pacífica, entre los que se encontraban muchas padres con hijos pequeños, pedían justicia y expresaron al mismo tiempo su solidaridad con “los que murieron en vano”. “Es el momento de iniciar el proceso de curación”, indicaban los convocantes al inicio de la marcha.
Desde el icónico arco frente a los edificios que dan sede a la ciudad de Nueva York subieron hasta Herald Square con el Empire State al fondo de guía, para de ahí regresar dirección al bajo Manhattan por un recorrido que les llevó por Madison Square, a Union Square hasta los pies del emblemático de Brooklyn. “Juntos, como una comunidad unida por el respecto a la vida humana, podemos transformar nuestro futuro”, señala uno de los protestantes, en una jordana soleada aunque fría.