Médico oncólogo dominicano dirige el Miami Cáncer Institute
MIAMI.- El médico oncólogo dominicano Miguel Villalona Calero, director adjunto del primer centro oncológico integral y de investigación del sur de la Florida (EEUU), inaugurado hoy en Miami, afirma que las nuevas terapias contra el cáncer producen cada vez más “milagros”.
Aunque el cáncer es y va a seguir siendo por bastante tiempo una “enfermedad seria”, hoy hay “esperanza” gracias a los avances en nuevas tecnologías, terapias y medicamentos, subraya este especialista formado en Estados Unidos en una entrevista con Efe con motivo de la inauguración del Miami Cancer Institute (MCI).
Además de señalar la importancia de la detección temprana, agrega que incluso cuando el cáncer es improbable que se pueda curar, como cuando hay metástasis (grado 4), con medicación se puede transformar en “una enfermedad crónica con la que el paciente puede vivir”.
Esto es así porque “cada vez entendemos más y más lo que produce los tumores y cuál es el ‘combustible’ que atiza el cáncer en cada organismo”, indica el director adjunto y jefe científico del MCI.
Dirigido por Michael J. Zinner y parte de la organización Baptist Health South Florida, el MCI está alojado en un edificio de cuatro pisos con una superficie total de 41.400 metros cuadrados (445.000 pies cuadrados).
Sus instalaciones están valoradas en 430 millones de dólares y contienen la “más moderna colección de maquinaria de radiación contra el cáncer que existe bajo un mismo techo en EE.UU. y posiblemente en el mundo”, indica Villalona Calero.
Tanto él como los comunicados de prensa del MCI subrayan abiertamente que nace con vocación de servir a la comunidad local, pero también a pacientes de América Latina y el Caribe.
El especialista de origen dominicano subraya que para la mayoría de los latinoamericanos Miami está más cerca que Houston y Nueva York y que el nuevo instituto está a la altura de los centros oncológicos de esas ciudades.
Cuenta con todos los tipos de radiaciones que se usan contra el cáncer, incluida una unidad de terapia de protones, algo que no está disponible por ahora en ningún país latinoamericano y caribeño debido a su alto costo y que se usa especialmente para tratar a niños, pues no tiene los efectos colaterales que producen las máquinas de electrones y que podrían afectar su desarrollo.
Pero además está el hecho de que el 50 % de los oncólogos y radioterapeutas del MCI hablan español y hay material explicativo para los pacientes en este idioma, explica.
En caso de que un paciente no hable inglés y su médico del centro no hable español se utiliza un sistema que conecta con un intérprete para ayudar a que la comunicación sea fluida.
Respecto a la incidencia del cáncer en hispanos indica que la variada mezcla de orígenes que tiene este grupo parece hacerles menos propensos a los cánceres más comunes (mama, próstata y otros), pero a la vez les juega en contra en cánceres relacionados con virus como el cervical (cuello de útero).
Villalona Calero destaca el concepto de terapia multimodal que sigue el MCI, en el que el cirujano, el oncólogo y radioterapeuta están en un mismo lugar y las decisiones se pueden toman mas rápido.
Además, señala, una alianza con el neoyorquino Memorial Sloane Kettering Cancer Center -solo hay otros dos centros en EE.UU. que la tienen- permite acceso a la investigación y los tratamientos que se aplican en Nueva York.
Villalona Calero, que antes de Miami trabajó durante 16 años en la Ohio State University como director del área de oncología médica y director asociado de investigación de transferencias, se entusiasma al hablar de los estudios clínicos que se hacen con nuevas drogas, incluso con algunas todavía no aprobadas, y de terapias como la que dirige al sistema inmunológico del paciente a reconocer el cáncer y rechazarlo.
Cuando se padece una enfermedad mortal tienes dos opciones, irte a casa o batallar con la ayuda de lo que esté a la mano. “Mientras estás vivo, hay esperanza”, señala.
“El cáncer es una enfermedad de los genes, no los puedes cambiar, pero si puedes parar los cambios moleculares que lo producen”, explica.
El MCI, que está prestando servicios desde la semana pasada, es un centro ambulatorio. En caso de que se requiera el ingreso del paciente, al lado está el Baptist Hospital, uno de los más reconocidos del sur de Florida, y a partir de 2018 habrá también un hotel de la cadena Hilton para familiares y otros acompañantes de pacientes.
Villalona Calero resalta al respecto que los pacientes de cáncer no solo necesitan tratamiento, también mucho “soporte”.
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