Literatura y realidad
En la narrativa literaria realidad y ficción se complementan. El escritor toma hechos reales para componer cuentos y novelas, pero usa esa materia prima como convenga a su interés como creador. El narrador adereza de fantasía los hechos reales, y por igual dota de realismo los episodios que ha inventado con fines artísticos.
Menos común que lo anterior es afirmar que la obra narrativa cuenta también sucesos que no han ocurrido, pero que pueden ocurrir. Es decir, que el narrador tiene visiones anticipadas de los hechos y cuando éstos se producen ya circulan en forma de texto literario. Comentaré el cuento La desgracia, de Juan Bosch, a propósito de un caso reciente.
En San Juan de la Maguana, el agricultor Daniel Pérez Caraballo estranguló a su hija Darys Pérez Mora, de 20 años, porque la encontró en pleno acto de adulterio. Para peor, lo hacía con un hermano de su marido. Manuel Espinosa Rosario, corresponsal de El Nacional, atribuye al victimario haber declarado que lo hizo por la honra de su familia.
En la historia de Bosch se cuenta que el viejo Nicasio salió disgustado con el aspecto de la mañana. Temía coger el camino a pie y que le cayera arriba el aguacero, se botara el río y se llenara de lodo la vereda del conuco. Magina, su vecina, lo saludó con que el día estaba raro. “Anoche sentí un perro llorando”, dijo.
Nicasio temía que lloviera y llovió. “Se desató el viento; comenzó a oscurecer, como si atardeciera. En un momento el conuco parecía un río”. Se fue al rancho de Inés, su hija. Y cuando pasó por el aposento que daba al lado del patio sintió ruido y voces, palabras dichas en tono bajo. El marido de Inés no estaba en casa.
La sospecha y el temor de Nicasio se aclararon de golpe, cuando su nieto respondió que su mamá estaba mala y Ezequiel vino a curarla. De un golpe abrió la puerta y cuando vio lo que había exclamó: “¡Perra! ¡En el catre de tu marío, perra!” Le tentaba – refiere Bosch- el deseo de levantar el machete y abrirle la cabeza. “¡Váyase antes que la mate! No quiero verla otra vé”.
Daniel Pérez justificó la muerte de su hija Darys con estas palabras: “Lo hice, eso no puede pasar en mi propia casa, en mi familia. Yo soy un hombre serio, por lo que decidí matarla, eso me da mucha vergüenza”. Tiene el mismo concepto del honor que Nicasio, con la diferencia de que el personaje de Bosch mostró más fortaleza interior.
Al día siguiente, cuando su vecina, observó que pese a sus augurios, nada malo había pasado, Nicasio dijo lo contrario, pues se dio cuenta de que hubo desgracia en la familia. Le dijo a Magina que Inés había muerto. La vieja parecía aturdida. Entonces Nicasio levantó la cara: “Vea Magina –dijo–, morirse no es desgracia. Hay cosas peores que morirse”.