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Las marchas desestabilizadoras…
Desde el Ministerio de Interior y Policía tronó la voz de la amenaza: “las marchas verdes son desestabilizadoras”. Ahora marchar resulta desestabilizador, pero antes, cuando los peledeístas recorrían las calles, era un paso de avance para la democracia. Nada es más desestabilizador que robarse los dineros de los contribuyentes. Nada crea más inseguridad que usar el Estado como plataforma para el enriquecimiento ilícito.
Los argumentos esgrimidos por el Ministro, como un machete desenvainado, ya no asustan a nadie. El miedo se vistió de verde y decidió enfrentar a quienes meten miedo con acciones como los 92 millones de dólares tomados a la Odebrecht como soborno. Las referidas declaraciones de este funcionario tienen el propósito de llenar de temor a quienes protestan. Sin embargo, “perro que ladra no muerde”. O dicho de otro modo: “el puerco no se rasca en javilla”. Ni a los niños se les asusta diciéndole, “ahí viene el cuco”.
No, mil veces no a quienes amedrentan con sus palabras. Ha corrido mucha agua debajo del puente desde los tiempos en que el palo levantado impedía a la gente expresarse libremente. El poderío suele abusar de los pueblos que levantan banderas reivindicativas. Los organizadores de las marchas están atentos para que no se den pasos equivocados y terminen prohibiendo las marchas, como son los deseos de muchos autores de graves delitos y sus cómplices, que aun se pasean con impunidad. El pueblo espera con atención a que retiren esas erradas intimidaciones.
Mas si persisten en el error, se debe recordar que la historia registra decenas de acontecimientos donde el valor de los pueblos ha estado a prueba frente a medidas como las que se evocan para impedir las marchas verdes. Sería preferible evitar que esas historias de heroísmo se vuelvan a repetir si tratan de materializar sus amenazas.
Con frases de miedo o sin ellas, debe quedar establecido con luz meridiana que, la indignación nadie la detiene. Las marchas continuarán en contra de la corrupción y la impunidad. ¡Desestabilización! Claro que para quienes piensen continuar en su despilfarro y festín sin límites ni control. Mientras tanto, son muchos los que seguirán escuchando canciones que los estimulen en contra del miedo. Como la entonada por Silvio Rodríguez, “Fusil contra fusil”.
JPM