La primera plaza turística de SD
Por EVELYN IRRIZARRI
El Mercado Modelo es una plaza municipal que se rige por las disposiciones de la Alcaldía del Distrito Nacional. Al principio, el lugar fue concebido, como una plaza habilitada con locales para la venta de frutas y vegetales, pero poco a poco, por su ubicación, la creatividad de los dominicanos y la diversidad de productos que comenzaron a ser comercializados en el lugar, justo en la época en que explotaba la industria turística y se convertía en la columna vertebral de la economía nacional, se convirtió en el punto obligado para que los turistas y dominicanos ausentes se encontraran con la cultura dominicana.
En la actualidad funcionan unos 125 locales comerciales, donde dominicanos y extranjeros encuentran la más amplia variedad de artesanía y accesorios confeccionados con piedras preciosas, adornos para el hogar elaborados en madera, ropa, bebidas típicas como la mamajuana, maracas, tamboras, güiras, acordeón, CDs de música típica, bachata y merengue.
Es el primer mercado dedicado a la venta para el turista. Fue fundado en 1942, durante el gobierno de Trujillo.
Para entonces fueron edificados tres mercados, uno en San Cristóbal, otro en Santiago y el de Santo Domingo. Cada uno de los ocupantes de los locales debe pagar una cuota mensual al ADN.
Sin embargo, en los últimos años las ventas han disminuido debido a varios factores que esperan ser superado en los próximos meses. A pesar de esto, los dueños de las tiendas y sus empleados continúan apostando a su resurgir.
Bordeado por la Avenida Mella y las calles Santomé, José del Monte y Tejada y Hernando Gorjón, la edificación, que lleva 74 años en pie, no vive sus mejores tiempos, pero sigue siendo un referente para los turistas, que han hecho del país un destino obligado para pasar sus vacaciones y una parada de rigor para los dominicanos ausentes, que cuando vienen a su país desean llevar un presente a amigos y familiares.
Un presente que represente la cultura, la alegría y la creatividad de los dominicanos. Un homenaje a la mano de obra criolla, a la laboriosidad de la gente de Quisqueya.
Desde la entrada principal que da a la avenida Mella, parecen dar la bienvenida a los visitantes, los quioscos con toda una variedad de artículos típicos.
Güira, tambora, panderos, mamajuana, maracas, pozuelos, mariposas, caretas, gorras de equipos de béisbol dominicanos, placas, pinturas de diferentes tamaños, obras de arte realizadas por artistas plásticos dominicanos y extranjeros, una gama de colorido que evoca las raíces dominicanas.
Los vendedores, más que artículos ofrecen la alegría que caracteriza a este pueblo y entregan un trozo de la cultura popular dominicana.
JPM