La Iglesia Católica: cueva de rufianes de la fe

Hace poco salió a la luz pública una información,  en donde se estableció que en Pennsylvania, Estados Unidos, más de 300 sacerdotes depredadores católicos,

abusaron sexualmente de más mil niños durante varias décadas,  manteniendo un silencio en ese sentido los más altos representantes de la Curia Romana, incluyendo a los diversos papas que se suscitaron durante ese período  hasta llegar  al actual Jorge Mario Bergoglio Sivori, el cual adoptó el nombre de «papa Francisco».

Si usted como cristiano analiza  el origen, la conducta y la manera de comercializar con la fe  de  esta iglesia que se ufana de llamarse «Católica, Apostólica y Romana», llegará a la conclusión de que estamos de frente a una de las religiones  más proterva, corrupta, inmoral, pagana, idólatra y oportunista.

Su impronta en la maldad y en el quehacer diabólico -al mismo tiempo que se presenta como la única religión legada por Cristo a los Apóstoles para predicar el Evangelio por todos los rincones del mundo- no tiene límites, ni conciencia, ni reparo alguno. Ha estado ligada a crímenes de lesa humanidad en nombre de la fe, como fueron «Las Cruzadas», que eran campañas militares lideradas por el papado para restablecer el  control apostólico en la Tierra Santa  que duraron casi dos siglos.

Ha sido estremecida durante largos años por escándalo homosexuales entre sus sacerdotes, relaciones sexuales entre curas y monjas,  abusos con niños – lo que se conoce como pederastia- a lo largo y ancho del planeta, repitiéndose estos actos degenerados años tras años, ante la mirada indiferente y coludida de los papas. Veamos de manera concisa, algunos casos sonoros y aberrantes ocurridos:

Padre  Marcial  Marcel, (México).  Fundador de los  «Legionarios de Cristo» quien abusó de varios niños por muchos años,  mantuvo relaciones sexuales con dos mujeres con las cuales tuvo varios hijos. A todo esto, el papa de entonces quien lo era Juan Pablo II,  siempre lo defendió y se negó  a escuchar a las víctimas. No obstante ello, hoy este papa con ese inaudito proceder su Iglesia Católica lo proclamó «santo».

Mons. Georg  Ratzinger,  quien aparte de su alto cargo en la Iglesia Católica de Alemania, era hermano del papa Benedicto XVI y  fue acusado de abusar sexualmente contra los niños cantores de la coral de Rabisbona en las 17 de las 19 diócesis de las 27 que tenía bajo su mando.

Padre Bernard  Preynat,  cura de Lyon, Francia,  fue denunciado por haber violado a más de 70 niños  scouts, arrastrando a un juicio al arzobispo católico de Lyon, Philippe Barbarín,  por éste haber mantenido silencio ante estos hechos y haberlo encubierto. Hechos similares y degenerados como los citados, también han ocurrido en Chile, República Dominicana, Australia, irlanda, en Europa, Canadá, en toda Sur América y en fin, a lo largo y ancho del mundo en donde ha estado presente esta iglesia.

Pero la Iglesia Católica no sólo ha estado sumergida desde hace tiempo en el fango de las inmoralidades sexuales y los abusos a menores, sino que también a estado ligada a negocios turbios, lavado de dinero,  hacer negocios con la fe de su feligresía, apoyar solapadamente a dictaduras y/o gobiernos tanto de la extrema derecha como de la izquierda a cambio de privilegios, usufructuar bienes, exención de impuestos, exoneraciones y hacer concordatos de Estado a Estado para que su religión idólatra y mundana sea declarada como la religión oficial en muchos Estados Latinoamericanos.

Entre los diversos negocios turbios de la «Santa Sede», está el recordado caso del Instituto para las Obras de la Religión (IOR),  mejor conocido como el «Banco del Vaticano» o Banco Ambrosiano que se desplomó después de conocerse que en el mismo funcionaba una  red de corrupción, financiamientos, lavado de activos y negocios ligados con la Mafia Italiana.  En esta red estaban involucrados el banquero siciliano Michelle Sidona  – con vínculos con la Mafia Italiana- recomendado  por el papa Paulo VI; el arzobispo estadounidense Paul  Marcinkus, quien transfirió el 37% de las acciones,  unos US$1,300 millones al Banco Ambrosiano dirigido por Roberto Calvi. Este último, conocido con el nombre de «El banquero de Dios», huyó a Venecia y de ahí a Londres, siendo encontrado su cuerpo poco tiempo después colgado debajo del puente Blackfriars en el distrito financiero de esa ciudad. Fue una muerte «misteriosa».

La Católica: una iglesia divorciada de Dios

La Iglesia Católica sostiene que su origen se encuentra en la muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo por el año 30 de nuestra era. Que fue por la que murió Cristo y

levantada por los apóstoles. Nada más falso y ello lo confirma que en el Nuevo Testamento no hay nada en referencia a los papas, la veneración o adoración a María, la sucesión apostólica, las peticiones a los santos, el pulgatorio y demás inventos profanos de una iglesia sin fundamentos bíblicos.

Los verdaderos orígenes de la Iglesia Católica se remontan a la conversión a medias al cristianismo del emperador romano Constantino, el cual legalizó el cristianismo como una religión mediante el Edicto de Milán en el año 313.  Constantino en el 325 d.C,  tuvo la visión de unir al cristianismo como una religión que pudiera cohesionar al vasto Imperio Romano el cual comenzaba a fraccionarse. Fue así que ideó la fusión del cristianismo con el paganismo, el cual adoptó la Iglesia Católica después de recibir todas las prebendas, excepciones de impuestos y las Basílicas que hoy constituyen la emblemática Ciudad del Vaticano, en especial la de San Pedro.

La Iglesia Católica esconde sus verdaderos orígenes paganos y romanos que les dieron la nueva identidad al cristianismo católico, apartándose con ello,  de  los verdaderos preceptos de Jesucristo y del Evangelio de los Apóstoles. En otras palabras, fue la «cristianización» de las creencia paganas que se hacían en Roma. Veamos algunos ejemplo de ello:

a) El culto a Isis,  una religión de la madre-diosa egipcia que  fue asimilada dentro del cristianismo reemplazando a Isis por María la madre de Jesucristo el Hijo de Dios hecho hombre, pero no la madre de Dios el cual ha sido Eterno y por consiguiente, María no puede ser la madre del Ser que la creó.

b) El Mitraísmo, simbolismo de la religión romana, que consistía en comer la carne de un toro y beber su sangre. Según la creencia, Mitra el dios del Mitraísmo, estaba «presente» en la carne y en la sangre del toro y al ser consumida, se otorgaba la «salvación». Esta práctica se conoce como «teofagia». Esta es la «Cena del Señor» que celebra en cada misa el  catolicismo.

c) El Enotismo,  es la creencia en muchos dioses, pero que hay un enfoque en un dios central. Había un dios de la paz, uno de la guerra, uno del amor, uno de la sabiduría.  Como vemos hoy en día, la Iglesia Católica tiene un «santo» que está a cargo de cada cosa en particular.  Es obvio las coincidencias entre el paganismo romano y el catolicismo. En definitiva, la Iglesia Católica «cristianizó» las religiones paganas y paganizó el cristianismo.

Estando en Roma, Italia, pude presenciar en mi visita de casi un día a lo largo y ancho de la Ciudad del Vaticano,  el lujo desbordante, la suntuosidad, la colección inmensa de cuadros valiosos, lienzos, alfombras, lámparas, reliquias y piezas de oro, plata y bronce antiguas que allí se guardan. Ni qué decir de la famosa Capilla Sixtina, cuya bóveda está cubierta con las obras de famosos pintores renacentistas como Miguel Angel, Sandro Boticelli, Cosimo Rosselli.  Es el lado opuesto a la humildad que siempre mostró Jesucristo en su Magisterio de La Palabra. La Ciudad del Vaticano, símbolo emblemático del catolicismo, la podemos definir como el mayor mercado en el cual se comercializa con la fe en gran escala, dándole a la Curia Romana una inmensa riqueza.

En mi recorrido  dentro de la Basílica de San Pedro, pude comprobar las falsas creencias, la ingenuidad de los feligreses católicos, el paganismo y la idolatría llevada a su máxima expresión,  obviamente, promovido por la Iglesia Católica. Estando allí,  pude ver asombrado como el público hacía una larga cola para postrarse ante una imagen del apóstol Pedro en cuyo lugar yace su tumba y besar sus pies, no solamente dando una muestra de un desprecio al segundo de los Mandamientos de Dios  de no postrarse frente a una imagen (Exodo 20: 4-6), sino haciendo algo anti-higiénico por a cantidad de personas ignorantes de la Palabra de Dios,  que besan ahí hasta el punto de que uno de sus dedos luce ya desgastado por la saliva que allí se deja y el roce.

 Ante tantas atrocidades cometida por los sacerdotes católicos en diversas partes del mundo,  la indiferencia y el silencio de los papas que saben de estas fechorías y han guardado silencio, el ejercicio de una religión pagana, idólatra y divorciada totalmente de los principios éticos, morales y bíblicos,  la manera descarada como comercializa con la fe, considero que los padres  nunca dejen de estar pendiente de sus hijos   cuando éstos de una manera u otra, tengan un acercamiento educacional o de creencias con estos depredadores morales que esconden sus malévolas y perversas intenciones bajo la sotana de un fariseo de la fe.

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