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El verdadero éxito
El éxito consiste en toda una serie de pequeños esfuerzos diarios. Para lograrlo debes saber lo que haces, amar lo que haces y creer en lo que haces.
Es tan fácil desear el éxito del otro, es tan fácil quejarnos de nuestra mala suerte. Pero, cómo voy a desear el éxito del otro, esto es algo muy personal y va a depender no solo del esfuerzo que yo haga, sino, también de mis objetivos y metas. Lo que tu consideras éxito, de repente no tiene significado para mí.
Quizás ahí viene la mayor fuente de frustración para algunos. Ya que tratan de alcanzar el éxito ajeno, pues su definición de éxito está enfocada en el objetivo del otro y no en el suyo propio.
He escuchado tantas personas decir que no han sido exitosas. Y cuando observas su vida, lo tienen todo, desde una bellísima familia, casa, carros, trabajos, felicidad, y te preguntas entonces, cuál es la definición de éxito para esta persona.
Nos han hecho creer que el éxito está directamente proporcional a los teneres. A tener dinero, poder, lujos, fama…. Y el éxito está muy alejado de esto.
El éxito es lograr alcanzar tus sueños y deseos; es aprender a vivir día a día con lo que nos va llegando, es aprender a amar lo que somos, lo que tenemos y nuestra vida. Es alegrarnos de cada pequeño logro, empezando por el amanecer con vida hasta el poder llegar en la noche a cerrar nuestros ojos con la esperanza de despertar el día siguiente a seguir adelante con una vida buena.
La vida está llena de pequeños éxitos que son los que nos mantienen esperanzados y nos mueven a seguir luchando por alcanzar nuestros deseos y sueños, No es más exitoso el que logre tener más; es más exitoso aquel que es feliz con lo que tiene, aquel que día a día se puede ir a dormir feliz y satisfecho del día que ha tenido. Que puede dar gracias por todo, que aún es capaz de asombrarse por las pequeñeces, que ve en cada detalle un regalo, una oportunidad.
Es exitoso aquel que ama su vida, es aquel que necesita menos para ser feliz, aquel que aun siente alegría en las pequeñas cosas. Es aquel que necesita menos para ser feliz.
Mientras mantengamos la idea de que el éxito es dinero y poder. Lujos y reconocimiento, seremos esclavos de vivir una vida triste y vacía. Cuando sigamos definiendo nuestro éxito desde el éxito del otro, viviremos bajo la sombra, la frustración, y la tristeza.
Vive tus propios pequeños éxitos. Disfrútalos y ámalos. Reconócelos en cada momento en el que puedes ser tú mismo, en el que puedas sonreír por tonterías, en el que puedas estar rodeado de personas amadas. Vive tu propio éxito y deja que el otro viva el suyo.
Defínete por lo que eres y vales, no desde la sombra de otro.
JPM