El suicidio de personalidades dominicanas
POR SANTIAGO CASTRO VENTURA
En el ámbito político-social la delicada entidad patógena denominada suicidio resurgió con ímpetu tras el aflictivo suicidio del distinguido dirigente político Reinaldo Pared, quien libraba una enconada lucha contra una agresiva enfermedad cancerosa, que entre sus secuelas psicológicas es muy común una sintomatología depresiva.
En atención a tan conmovedor acontecimiento, pretendemos revisar diferentes casos de suicidio en personalidades dominicanas a través de la historia, evidenciando que es una patología en muchas condiciones con un fondo depresivo, no advertido en ciudadanos comunes, ni en personalidades públicas.
Esto de modo primordial en dos de sus principales modalidades básicas: los pacientes afectados de problemas pasionales y los sujetos a comorbilidad, donde la enfermedad primaria o principal encubre la depresión, que discurre inadvertida.
A continuación comentaremos brevemente algunos de estos casos en personalidades, principalmente de comorbilidad compatibles con suicidios espontáneos, supuestos, dirigidos e inducidos desarrollados en nuestra historia.
Pedro Santana
Pedro Santana, el tristemente célebre marques de Las Carreras, en junio de 1864 durante la anexión a España fue destituido del mando de tropas y se insistía debía trasladarse a La Habana, posiblemente para ser juzgado por violaciones a la disciplina militar del ejército español. Prefirió dirigirse del Seibo a Santo Domingo en una embarcación particular, temeroso de ser remitido a Cuba si abordaba un barco hispano. A los pocos días hizo una gravedad y falleció el 14 de junio, en la prensa española se publicó la posibilidad de un suicidio. Pero en este caso, no era cierto.
El diagnóstico fue «inflamación cerebral», o accidente cerebrovascular, mientras su médico Pedro Delgado estableció como causa desencadenante un terrible cólico hepático. Luego se publicó su cuadro clínico y se describió que en la fase final deliraba, compatible con coma hepático. Además tenía antecedentes de cirrosis.
En su caso no hubo suicidio, aunque alguien ha alegado que se encontró en su habitación un frasco con una sustancia negra supuestamente venenosa, referencia que no tiene ningún sustento en su historial clínico.
Gregorio Luperón
Gregorio Luperón mientras se enfrentaba a la tiranía lilisista, enfermó de un cáncer terminal, a la sazón residía exiliado en Saint Thomas. Organizó su final encargando el proceso de embalsamar su cadáver, para que fuese sepultado en su querida ciudad de Puerto Plata. Pero el tirano Heureaux se presentó ante su lecho y le rogó que le permitiera reincorporarlo al país. Ya en Puerto Plata, su cuadro continuó en franco deterioro. El historiador puertoplateño Rufino Martínez en su obra Hombres dominicanos, nos dice que en esos instantes:
“Se avecina el momento fatal, y su último deseo es no morir disparatando. El Doctor de la Fose, médico de cabecera, le promete darle un tóxico tan pronto comience a desvariar. A las ocho horas de una noche, el paciente invita al doctor a cumplir lo ofrecido. Este, pausadamente, vierte gotas en una copa, pero el enfermo, creyéndose engañado, se incorpora repentinamente, y, en un esfuerzo supremo, habla. “Doctor, cumpla como caballero, eche las gotas!”. Caen más gotas de la cuenta; el enfermo toma la copa con mano trémula, y despidiéndose del doctor, apura el veneno, y a poco muere”.
La intención suicida estaba clara. En realidad fue un suicidio asistido o eutanasia, por la participación de un médico en la administración del veneno.
Gastón Deligne
El poeta Gastón Deligne muy afectado de lepra, se hizo ilusiones con un tratamiento preparado por el curandero cubano Angelito García, en base al aceite de chaulmagra. Rafael Damirón en su obra De Soslayo refirió que en 1910, conversando con el poeta, este le señalo que había leído todo lo escrito en relación a la pócima de Angelito García, añadiendo:
[…] seguiré buscando en todas las bibliotecas del mundo, que estén a mi alcance, cuanto tenga que ver con los efectos curativos de esta fórmula; pero pueden ustedes estar seguros, amigos míos, de que el día que me convenza de que este mal no tiene remedio, yo, Gastón Deligne, el poeta Deligne, no dará lástima”.
Los estragos de la lepra encubrían el trastorno depresivo que poco a poco se apoderaba del poeta, aunque para la época era todavía difícil ese diagnóstico y su tratamiento. El 18 de enero de 1913, el Listín Diario informaba: “Esta mañana, el gran poeta Gastón Deligne, se ha quitado la vida. Cerca de su cadáver se encontró entreabierto un libro que así se intitulaba: “Motivos de Proteo”, por Enrique Rodo”.
Aníbal Trujillo
Aníbal Trujillo hermano del “Jefe”, se le atribuyó enfermedad mental que requería de tratamiento con electroshock en Estados Unidos. No obstante, fue oficial del ejército y llegó a ocupar la jefatura de Estado mayor durante el mandato de su hermano. Tras una diablura de Aníbal en su finca de Mango Fresco (Manoguayabo), el “Jefe” ordenó arrasar la finca y le cortó toda actividad pública. El 21 de diciembre de 1948 Aníbal se suicidó en su domicilio de la calle Isabel la Católica.
El maestro de la psiquiatría Lino Romero en su libro Trujillo: El hombre y su personalidad, ha comentado sobre el particular: “Tan pronto Aníbal Julio se enteró de todo lo sucedido en Mango Fresco y de que él había sido puesto en retiro, entró al baño y se suicidio de un disparo en la cabeza”.
Virgilio Alvarez Pina, alto funcionario del régimen, apuntó para la historia que tras la orden de desmantelar la finca de Mango Fresco: “Aníbal Trujillo no se repuso jamás a este acontecimiento. Enloqueció y terminó suicidándose meses después”. Lino Romero nos dice que un hijo de Aníbal también recibió tratamiento por enfermedad mental. De igual modo recibieron semejante tratamiento sus hermanos Petan y Romeo (Pipí).
Robert Reid
El doctor Robert Reid Cabral, le dio albergue por cuatro días a los principales cabecillas del tiranicidio contra Trujillo, Antonio de la Maza y Juan Tomàs Díaz y dos de sus compañeros, en su domicilio de la calle Cervantes a esquina Santiago, de Santo Domingo. Ubicado por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) fue apresado y llevado a la cárcel de torturas de la 40, allí fue presionado.
Anne C. Reid Cabral en su obra Esa última semana, refiere Robert le manifestó al doctor Baquero que: […] no lo torturaron, pero si lo pasaron por donde estaban los que habían sido torturados”. Se perseguía impresionarlo con lo que podía enfrentar, fue conminado a suscribir una carta acusando a Rómulo Betancourt de auspiciar el ajusticiamiento de Trujillo. Reid Cabral se negó, fue despachado para su casa. Se cita el relato de un agente del SIM señalando que ante su negativa se le ordenó suicidarse, sino sería asesinado junto a toda su familia.
Robert Reid al día siguiente se percató que carros cepillos del SIM rondaban su casa, penetró al baño de su domicilio y se cortó varias venas iniciando un grave proceso hemorrágico. Fue detectado por familiares, llegó en su auxilio el doctor Escipión Oliveira, lo cargó y trasladó en un vehículo a la Clínica Gómez Patiño, para tratar de salvarlo. Agentes del SIM pretendieron quitarle al herido al doctor Oliveira quien se opuso.
El suscrito conoció a Oliveira y todavía en edad madura era un hombre fornido. Un equipo de médicos trató de reanimarlo, fue transfundido, Tabaré Alvarez Pereyra (quien tenía escondido en su casa a Amiama Tío) le hizo una traqueotomía, se hizo todo lo posible para salvarle la vida, pero no fue posible. Su caso fue un suicidio inducido, por la advertencia criminal de los torturadores de la 40, compatible con un homicidio.
Bibín Román
René Román Fernández, Secretario de las Fuerzas Armadas al momento del ajusticiamiento de Trujillo, estaba implicado en la emboscada patriótica. Se presentó la gran oportunidad de ejecutarlo un día no previsto, se hizo imposible el contacto con el general, que entraría en acción después del tiranicidio.
Su hermano Ramón (Bibín) Román Fernández conocía la conspiración, en la noche del 30 de mayo hizo diligencias para ubicar al general y tratar de llevar a cabo la parte restante del proyecto, no fue posible.
Bibín fue apresado, conducido a la cárcel de la 40 y torturado de modo atroz. Enviado a su casa le entregaron su revolver con instrucciones para que se suicidará, sino las consecuencias serían mayores. Al día siguiente de nuevo se presentaron a su domicilio agentes del SIM para apresarlo y de repente sonó un disparo, Bibín se había suicidado antes que volver a recibir las feroces torturas de la 40. Se trató de otro suicidio inducido, también compatible con homicidio.
Don Antonio
Don Antonio Guzmán Fernández, sin dudas el mejor presidente de esta etapa contemporánea. Encabezó con valor la despolitización partidaria de las Fuerzas Armadas y extirpó las metástasis tiránicas que durante doce años pretendieron emular al trujillato. No obstante sus reconocidos aportes, don Antonio al final de su mandato, quizás afectado del síndrome de la soledad del poder o en atención a chismografía politiquera, entró en una fase depresiva inadvertida.
En su despacho del Palacio Nacional, después de ordenar al secretario de las Fuerzas Armadas que se presentara a su oficina, posiblemente para garantizar la continuidad del orden social establecido bajo su Gobierno, se encerró en un área de barbería de su despacho y se hizo un disparo mortal, pese a los intentos de recuperación realizado en el desaparecido hospital militar doctor Enrique Lithgow Ceara, donde fue trasladado. Sin dudas, suicidio puro a consecuencia de su cuadro depresivo. Tenía el antecedente de un familiar cercano suicida.
León Estévez
Luis José León Estévez (Pechito), reconocido torturador de las cárceles de la 40 y el 9, del clan de Ramfis Trujillo, quien fue su cuñado. Con un comprobado historial de crímenes, regresó al país y era diácono de una iglesia en Arroyo Hondo, bajo la dirección del padre Marcial Silva, antiguo golpista contra el Gobierno Constitucional de Bosch.
Pechito afectado de diabetes e hipertensión, en 2002 publicó un libro asumiendo los conceptos que entendía pudo haber señalado su cofrade Ramfis y que intitulo Yo, Ramfis Trujillo, al insistir en su libro era el propio Ramfis que escribía, sentenciaba: “No quiero irme de este mundo sin hacerlo constar para quienes puedan interesar lo que ha ocurrido y es historia”. Ya advertía su partida e insistía en “limpiar” previamente la memoria de su jefe personal Ramfis como una orden de las que estaba acostumbrado a cumplir.
Insinuaba se preparaba para su despedida, dejando una brecha para la intención suicida consumada ocho años después. Un hermano también imputado de torturador, se había suicidado doce años antes. En este caso sería un autoajuste de cuenta, por los tantos crímenes que tenía bajo sus hombros.
Cuadro clínico
El cuadro clínico del suicida es muy complejo en todas sus vertientes y solo debe ser diagnosticado por los profesionales de la salud mental. Aunque presenta indicios sintomáticos muy importantes que pueden ser ubicados por el propio paciente y las personas de su cercanía, como antecedentes familiares de suicidio y problemas pasionales.
No obstante, lo más difícil de sospechar en el estado depresivo es cuando existe otra enfermedad primaria asociada al cuadro clínico. Es una entidad patógena silenciosa y más frecuente que lo imaginado. Muy peligrosa en comorbilidad con patologías primarias agresivas, que le permiten atacar sin ser advertidos sus síntomas a tiempo.
jpm-am
muy interesante e instructivo arti****. exelente aporte.
sr. médico y para cuándo? leonel,danilo, macarulla, hipólito, jan alan, los del cp del pld, margarita, la mitad de los funcionarios de luis y de los congresistas y de los empresarios y de los corruptos dueños de los partidos políticos. hágame por favor su diagnóstico, para decirle a mi abuelo que comience a preparar las fosas.
siempre aparece un cretino cerebrito de mime con covid escribiendo sandeces.
¡ah!, a la verdad que me sentí divertido y con muchas risas, el comentario leído. hay muchos comentaristas muy jocosos que le provocan risas a uno y pienso que eres uno de ellos. no está demás, pero tu comentario, es muy jocoso.
eso lo provoca la corrupcion provocada por los empresarios ,politicos y los vicinis ladrones del estado dominicano….macarulla,david collado son los mismo…
tambien debes mencionar tu ex jefe danilo sabemos quien eres tu no digo tu nombre se quien eres ya que hablas asi porque te botaron ya que duraste casi 15 años con tus amigos del pld aprende tambien hablar de ellos que eres igual o peor por que hablar claro no mencionas tu ex jefe danilo porque no te conviene escribenme le dire nombre de este pela fustán