El PLD y las primarias internas
Con las primarias abiertas, un grupo dentro del Partido de la Liberación Dominicana, consiguió delegar el derecho de los miembros y dirigentes de los partidos, a personas ajenas al quehacer político; ésta modalidad, que este grupo veía como una gran ventaja para sí, se ha convertido en su peor pesadilla.
Las primarias abiertas con el padrón universal de los votantes de la Junta Central Electoral, sin lugar a dudas son una gran ventaja para candidatos altamente conocidos, no así para una persona que quiera encabezar por primera vez una boleta electoral; quien sin haber sido candidato a nada en su vida, comienza la carrera de encabezar una precandidatura, solo hace un ejercicio hacia el futuro; podemos decir que siembra para cosechar luego.
El grupo que encabeza el Presidente de la República dentro del PLD, proclamó como una gran victoria la imposición de esa modalidad de elección de candidatos; porque la táctica era aprobar este tipo de pre-elección y luego aprobar la reforma constitucional para imponer al presidente Danilo Medina como precandidato en contra del Ex presidente Fernández.
Este grupo soñaba con sacar definitivamente del ruedo político al ex presidente Leonel Fernández; pero, hay un dicho popular dominicano entre galleros de que, “si se cuenta con el pollo, además, debemos contar con el moquillo”; el conseguir que casi la totalidad de la sociedad se pronunciara en contra de la reforma constitucional, fue “el gran moquillo” cultivado por el discurso de respeto a las reglas del juego establecidas por la Constitución de la República, en la voz del Dr. Fernández.
Aquí en este punto se rompió una estrategia, que ha desatado los demonios al interior del gobierno, donde la inquina en contra de una defensa política razonada y apropiada, está obnubilando el raciocinio de los que dirigen los estamentos del Estado dominicano.
El gobierno dominicano denota que sus funcionarios, han dejado de lado la tarea de gobernar; los daños económicos sobre los sectores comerciales y productivos fueron cuantiosos por la indecisión política tan alargada del Presidente de si se re postularía o no; hoy esos daños se acusan en una crisis energética que golpea sin piedad los hogares humildes y todos los sectores económicos; además, se observa una desestabilización de la moneda, algo muy riesgoso para nuestro deseado crecimiento económico.
El 6 de octubre dista a solo 14 días; pero para que el país no acuse peores resultados, el Jefe del Estado debería pedir a sus subalternos inmediatos re emprender la labor de gobernar; de dirigir con responsabilidad las instituciones que han sido puestas bajo su tutela.
Presidente Danilo Medina, el mundo no termina el 6 de octubre.
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