El Estado a la defensiva
Por EDWARD VERAS
Un sistema es un conjunto de elementos que en base a reglas establecidas interactúan entre sí para lograr uno o varios objetivos. Aunque exista este concepto positivo sobre el término, cualquier redactor cometería un grave error al obviar el hecho de todo sistema debe poseer mecanismos de defensa contra los ataques de otro similar en competencia. En todo caso, propondríamos dos estadios de operación: uno de avance en la búsqueda del fin y otro de resguardo o protección.
En un juego de pelota, por igual la fanaticada de un equipo se emociona de forma alegórica cuando su equipo toma la ofensiva. Todos entienden que el “turno al bate” es el período en que ocurren las anotaciones y al final, solo estas son las que se cuentan. Aunque las estrategias posibles aumentan considerablemente cuando el equipo se encuentra a la defensa, las acciones tomadas para mantener el marcador contrario son consideradas como grandes debilidades, tanto por los leales como por los opuestos. Solo los seguidores menos ignorantes de las reglas del juego, valoran los cambios de la defensa en los momentos oportunos.
Nada más parecido a las acciones del día a día de la política local. En los mal llamados pactos y alianzas entre agrupaciones, se denota la activación de mecanismos de defensa por parte de algunas y situaciones de ganancias u ofensivas de otras. En las situaciones internas gestadas en el partido de gobierno entre marzo y agosto, se muestra el equipo de gobierno a la vanguardia y la gente del ex presidente Fernandez a la toma de la retaguardia. El acto de rendición (como algunos los llaman) y las condiciones del reparto posterior, evidencian esa situación.
En los acuerdos arribados con agrupaciones “opositoras” se verifica una situación similar. En una actitud de total resguardo y atrincheramiento, la dirigencia del más antiguo de los partidos opta por entregar su boleta número uno, su presupuesto, sus votos para la acelerada reforma constitucional, sus gatos, sus perros y hasta sus roedores, a cambio de posiciones de victoria no garantizada en la boleta y de mantener la personalidad jurídica ante el riesgo de perder esa condición con candidaturas propias en mayo del próximo año. Fíjese como ese sistema de elementos con un mismo fin, lo cambia todo por nada, con tal de seguir siendo un sistema.
El Estado por su parte, confuso en más de un 80% con las funciones del gobierno, igual activa los mecanismos de defensa ante los embates opositores, sociedad civil organizada y opinión pública menos comprometida. Las ejecuciones gubernamentales en ese sentido van desde usar más de 7 mil millones de pesos anualmente en propaganda gubernamental, mantener en la nómina pública a decenas de cientos de periodistas y afamados comunicadores sociales, hasta tener excelentes estrategas manejadores de las interacciones en redes sociales y círculos de opinión. ¿Representan o no estas acciones muestras de debilidades ante la poca influencia mediática que surten por si solas las escasas ejecutorias gubernamentales?
El gobierno se muestra a la defensiva cuando emite decretos removiendo a sus jugadores de posiciones en el terreno, al delatarse onerosas acciones de estos en la OISOE, IDECOOP, INAPA, Autoridad Portuaria y hasta en el Hipódromo, admitiendo situaciones oscuras y manejos cuestionables de los incumbentes removidos, que podrían dañar la imagen del gobierno central y en general, del ciudadano presidente por igual. Estos cambios quedaron solo en papeles firmados y en ningún caso se realizaron los sometimientos judiciales correspondientes.
El gobierno activa las alarmas y en plena posición de retroceso, remueve todo el estamento policial, a cargo de la seguridad ciudadana ante los desmejorados indicadores que se muestran en la palestra nacional en este renglón. De forma errática, se pretende mejorar la percepción de la población frente al tema, en total desconocimiento del problema de fondo, ante el auge de la delincuencia y la criminalidad en todo el país.
Se disparan las alertas gubernamentales ante las últimas denuncias opositoras sobre el abandono del sector agropecuario, el alto nivel de incumplimiento del ciudadano presidente de sus promesas en las “visitas sorpresas” y los altos beneficios no documentados en la ley de hidrocarburos por parte del Estado en el negocio de los combustibles, recurriendo a la salida temeraria de sus voceros y hombres importantes a negar y/o justificar las declaraciones del bando contrario. Estas acciones me recuerda la forma en que se interpretan las continuas visitas del manager a su hombre importante en el montículo, durante los problemas de ofensiva del equipo contrario.
El Estado presenta debilidad al recurrir a otorgar contratos cuestionables, asignaciones controversiales, asesorías, becas y salarios no justificados a políticos y “sabios” del principal partido de oposición, para poder mitigar los efectos en la opinión pública en los malos manejos de la ejecución, contratación y sobrevaluación de Punta Catalina, construcción de las avenidas circunvalaciones, edificación de escuelas, política de justicia y altas cortes, municipalidad y tráficos de influencia en relaciones exteriores.
El accionar torpe y temerario del gobierno se devela en la nota de prensa que informa sobre el retiro del libro de historia de sexto grado, debido a las férreas presiones de los ultranacionalistas, sin importar que opinen los técnicos del MINERD en torno los problemas de planificación y cumplimiento en el desarrollo del ya iniciado año lectivo, tan solo por el hecho de la forma en como el autor elogia la guerra de independencia de nuestros vecinos al oeste, como si la historia pudiese reeditarse con la eliminación del texto escolar.
Como buen fanático de nuestro deporte rey, mostrara mi preocupación si en el séptimo episodio del juego se presenta una estrategia errática desde la cueva de mi equipo y sin nadie calentando en el bullpen, para detener la ofensiva del bando opositor.