¿El escondite predilecto?
“Aquí viene to el mundo, to el que tan buscando, pa ca es que viene”, dice Belkis, la correctora, que tiene en a las manos una noticia de cuatro españoles detenidos por las autoridades dominicanas, acusados de blanqueo de capitales y a los que según el reporte les incautaron armas y dinero.
Tenían, de acuerdo con la crónica, 560 mil euros, un millón 118 mil pesos dominicanos, cuatro mil marroquíes, 889 dólares estadounidenses, siete vehículos, dos escopetas, un fusil, dos pistolas y decenas de cápsulas.
Pero sobre todo, dos poseían orden de captura internacional, por introducir de Marruecos a España 16 toneladas de hachís, desde 2017 hasta julio pasado.
No asombra que haya gente que piense que este terruño caribeño, cálido, amistoso es el escondite preferido de delincuentes de toda calaña, vista la frecuencia de las notas de prensa que llega a los medios de comunicación sobre extranjeros prófugos de su país detenidos aquí
Imputados de crímenes que van desde tráfico de drogas hasta violación y muerte de niños, son arrestados en las principales ciudades y en los campos más remotos, algunos después de permanecer años en estas tierras y hasta de formar negocios y familias.
Sí, es verdad que en todas partes hay habas en cocción, pero resultará interesante comparar otras demarcaciones con esta para medir el porcentaje de foráneos escapados de la justicia de su patria, de su justicia, y ver si no es solo percepción, eso de que to el que anda juyendo coge pa ca.