Crecimiento, pobreza y fiscalidad
El Banco Mundial resalta que Republica Dominicana “ha experimentado un fuerte crecimiento económico en años recientes, así como una reducción significativa de la pobreza”, aunque advierte que el país “sigue siendo vulnerable a desastres naturales como huracanes y terremotos, y necesita atender algunos retos claves para lograr un crecimiento más sostenido e inclusivo”.
La tasa de pobreza se redujo de 41.2, en 2013, a 28.3% en 2018, aunque el organismo multilateral considera que todavía no se corresponde con el nivel de crecimiento de la economía, porque ha debido disminuir cerca de la franja del 20%.
Reducir los niveles de pobrezas en más de un 13% en cinco años puede definirse como un logro significativo, más aun en un país donde el salario real privado disminuye en vez de reajustarse a la meta de inflación definida por el Banco Central.
Como efecto del crecimiento económico sostenido, la clase media ha experimentado una significativa expansión, como lo demuestran las cifras en aumentos sobre adquisiciones de unidades habitacionales, vehículos, segundas viviendas y viajes al exterior, a pesar de que es el segmento poblacional más afectado por la fiscalidad.
El Superintendente de Bancos revelo que, desde septiembre de 2014 a agosto de 2018, el patrimonio técnico del sistema financiero aumentó en 77 mil millones de pesos, lo que representa una tasa de crecimiento del 59%, mientras que el índice de solvencia se incrementó de un 16.09% en septiembre de 2014 a un 18.41% en agosto de 2018, lo que quiere decir que la demanda interna se consolida y se expande.
Es claro que los niveles de pobreza extrema y pobreza moderada se han reducido sustancialmente desde 2013, pero también es verdad que la disminución puede ser aún más significativa si se armonizan los factores de crecimiento económico, fiscalidad, incremento salarial y redistribución del ingreso.
En base a la probada eficiencia de la Administración Tributaria, el Gobierno ha incrementado sus ingresos en el equivalente de 1.2% del Producto Interno Bruto (PIB), pero el nivel de presión tributaria llega al 15% del PIB, ni mucho menos al 21%, que es el promedio de América Latina. Esa es la razón por la cual el crecimiento económico no está debidamente alineado con los deseados niveles de reducción de la pobreza.
La economía dominicana crece en promedio por encima de su potencial, con ingreso a su torrente financiero de más de 30 mil millones de dólares, reducción continua del déficit de cuenta corriente, a pesar de que se incrementan las exportaciones motorizada por el aumento de la demanda, todo esto matizado por relativa estabilidad monetaria y control de inflación.
Al Gobierno del presidente Danilo Medina se le reconoce que ha logrado mantener la economía por el lado del crecimiento con estabilidad macroeconómica, que ha disminuido la pobreza y consolidado a la clase media, aunque se requiere de reforma fiscal que permita ampliar aún más los niveles de la anhelada equidad social.