Brasil celebra su primer debate electoral sin Lula
BRASIL.- Sin Lula da Silva y sin alto vuelo. Así fue el primer debate presidencial televisado en Brasil de cara a las elecciones presidenciales del 7 de octubre, una de las más inciertas de la historia con el ex presidente petista, y favorito de en las encuestas, en la cárcel.
«Tibio, sin grandes polémicas y sin Lula.» Así resume el corresponsal de RFI Francho Barón, el primer debate electoral organizado por el canal TV Bandeirantes este jueves 9 de agosto.
En el primero de los siete debates televisivos que habrá en Brasil antes de las elecciones, organizado por el canal Bandeirantes, los candidatos presentes evitaron fuertes confrontaciones. Sin embargo, el encuentro reflejó las grandes divisiones que existen en el país.
Luiz Inácio Lula da Silva, el ex presidente preso por corrupción y blanqueo de capitales, fue el gran ausente del encuentro a pesar de liderar los sondeos. Su defensa intentó que se le permitiera participar como candidato del Partido de los Trabajadores (PT) mediante videoconferencia desde su celda pero la Justicia rechazó todos los pedidos.
Durante las tres horas y media que duró el encuentro, se presentaron ocho de los trece postulantes a la presidencia (además de Lula, los cuatro restantes no cuentan con el requisito mínimo de nueve legisladores en el Congreso para estar presentes).
Los cuatro principales son el ultraderechista Jair Bolsonaro del Partido Social Liberal (PSL), quien encabeza las intenciones de voto en los escenarios sin Lula, la ecologista Marina Silva, quien lo sigue de cerca, Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), y Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). También estaban el ex coordinador del Movimiento de Trabajadores Sin Techo Guilherme Boulos (Partido Socialismo y Libertad), Alvaro Dias (Podemos), el ex ministro de Economía Henrique Meirelles (Movimiento Democrático Brasileño), y Cabo Daciolo (Patriota).
Los adversarios de Bolsonaro buscaron dejar en evidencia su falta de propuestas serias para enfrentar temas como el desempleo, la inseguridad, la educación, el déficit público o la salud. El diputado reiteró su inclinación a que el Estado reduzca su peso en la economía, abogó por el porte de armas para la gente común, habló de Dios y resaltó que jamás fue acusado de corrupción.
Gomes, Silva y Alckmin coincidieron en su voluntad de generar confianza como condición para que aumenten las inversiones y se creen empleos. También en la importancia de la educación temprana y en la necesidad de ampliar la red de saneamiento básico para evitar enfermedades.
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