Venezuela: no hubo fraude sino hurto electoral
Con el evidente olímpico atropello e irrespeto a la voluntad del pueblo venezolano, Nicolás Maduro, presidente de facto de Venezuela, inició este enero diez el fin de su dictadura en la patria de Simón Bolívar y Francisco de Miranda.
Esto así, porque en las elecciones de julio 28-24, los venezolanos votaron en mayoría por el candidato opositor Edmundo González Urrutia, conforme desglose de actas, depositadas por el líder opositor en el gobierno de Panamá, cotejo de actas que autentican a González Urrutia depositario de manera inequívoca, del mayor volumen de votantes.
De manera que no hubo fraude electoral, sino mejor, hurto electoral, colocando a Nicolás Maduro entre las cuerdas del ring electoral, porque en lo sucesivo, la mayoría de los venezolanos frustrados por el hurto electoral, jamás se prestarán acudir a otra cita comicial, un tranque político que culminará con el fin del mal interpretado chavismo por Maduro.
Al asumir un poder fáctico e ilegal, Nicolás Maduro autentica un virtual golpe de Estado, identificándose con las dictaduras continentales de Cuba, la mayor longeva, 66 años, y Nicaragua, 22 años, los únicos gobernantes de facto presentes en la juramentación fáctica de su colega, de irrespeto a la voluntad libérrima de sus paisanos.
Abinader
Nuestro gobernante Luis Abinader procedió correcto y rectilíneo, conforme su espíritu y filosofía de cortejar la democracia, cobijando en su palio umbrío al derecho que por voluntad de sus ciudadanos saturaron las urnas venezolanas por González Urrutia, una filosofía muy suya, muy temprana, conforme el espíritu insuflado por el insuperable líder super histórico José Francisco Peña Gómez.
Porque Luis Abinader es persona y político de principios, no de poses efectistas, de aguajes, inculcado hogareño de su progenitor, inolvidable y admirado doctor José Rafael Abinader Wassaff, así como su otro hijo de mismo nombre.
Por esa filosofía genérica procedió el presidente Abinader respaldando el legal reclamo de González Urrutia como presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
En lo sucesivo, resultará imposible convocar al pueblo venezolano a otra consulta electoral mientras permanezca en el poder fáctico el trasnochado y desvirtuado chavismo de Nicolás Maduro, una mueca de democracia zurcida al socaire de la mentada izquierda, sin que el suscrito hubiese podido identificar en cual geografía planetaria ha logrado éxitos esa controversial tesis política.
Esa categoría de cortejar y respetar los principios democráticos intrínseca en nuestro mandatario, desmiente y supera la versión de la izquierda, de alinearse con Occidente, vale decir, con Estados Unidos, en la porfía hegemónica geopolítica por el dominio planetario, porque primero imperó la filosofía y el cortejo por la democracia, mientras lo segundo resulta aleatorio y especulativo.
El resto resulta burda e interesada especulación concerniente al forcejeo por el dominio planetario, y los inicios del pluralismo en procura de sustituir y eliminar el unilateralismo, liderado por Estados Unidos luego de concluir la II Guerra Mundial, acta de nacimiento de la Guerra Fría, concluido al colapso de la URRS en 1989, tesis preconizada por el nuevo zar de Rusia, Vladimir Putin, su colega de China, Xi Jin-ping, Ali Jamenei de Irán y Kim Jon-un de Corea Norte, apuntalados por los BRICS, traduciendo imparables atisbos de un nuevo orden mundial.
Nicolás Maduro procedió incorrecto, diría que suicida, conducido por la cosmovisión del autoritarismo y el cortejo propiciatorio de un nuevo orden mundial, ponderando muy leve, que a partir de este enero 20, enfrentará al flamante presidente de Estados Unidos, un voluntarioso y temible Donald Trump, estadista conocido entre otras vertientes por su contundente filosofía contra quienes desafiarán su tesis “Estados Unidos, primero”, y “Volver grande a Estados Unidos”, situándose Nicolás Maduro en el centro del huracán de esas consignas políticas.
En el ínterin, la inmigración ilegal venezolana crecerá exponencialmente a través del Tapón del Darién, más de ocho mm hasta ahora, ante la depauperada economía venezolana, más la sofocante represión pseudo chavista, un evidente barril de pólvora, con una corta mecha.
Las sanciones económicas impartidas por el presidente Joe Biden, ya dispuso gravarlas, coerción como un dogal a la economía venezolana, prevista recrudecerá Trump, propiciando la asonada cuartelaria para desbancar a Maduro, consigna desde ya, insta González Urrutia, con llamado a los institutos armados venezolanos a desconocer las ordenes de un comandante en Jefe espurio, de su auténtico comandante en Jefe, investido por sus paisanos en las urnas del 28-07-24.
JPM