Una gran aventura
Hace unas semanas, reunida con un grupo de amigas, conversábamos sobre que es realmente vivir; si estamos viviendo o simplemente sobreviviendo.
Esto llamo a mi reflexión, y les comentaba que, para mí, vivir, es estar despierta.
Despierta para llegar a mis éxitos, buscar la excelencia, gestionar mis emociones, contrastar creencias, compartir, dar, recibir estando en mi mejor versión. Sobrevivir… es el resto.
Despierta y atenta a todo cuanto acontece a mi alrededor, agradeciendo cada instante, cada segundo, la oportunidad de estar viva.
Despierta para disfrutar a plenitud la gran aventura que es la vida en sí. Con sus altas y bajas. Una aventura que puede ser divertida o aburrida, según la actitud con que la lleves, dependiendo si estas despiert@(viv@) o dormid@ (sobreviviendo).
Una historia que leí hace un tiempo, llega a mi mente, y te la comparto…para mí ha sido una lección importante en mi crecimiento como ser humano. No recuerdo el título, ni su autor, pero igual deseo compartirla…
-Un profesor fue invitado a dar una conferencia en una base militar, y en el aeropuerto lo recibió un soldado llamado Ralph.
Mientras se encaminaban a recoger el equipaje, Ralph se separó del visitante en tres ocasiones; primero para ayudar a una anciana con su maleta; luego para cargar a dos pequeños a fin de que pudieran ver a Santa Claus, y después para orientar a una persona. Cada vez regresaba con una sonrisa en el rostro.
¿Dónde aprendió a comportarse así?, le preguntó el profesor. “En la guerra”, -contesto Ralph. Entonces le contó su experiencia en Vietnam. Allá su misión había sido limpiar campos minados. Durante ese tiempo había visto como varios amigos suyos, uno tras otro, encontraban una muerte prematura.
“Me acostumbré a vivir paso a paso», explicó. “Nunca sabias si el siguiente iba a ser el último; por eso tenía que sacar el mayor provecho posible del momento que transcurría entre alzar un pie y volver a apoyarlo en el suelo. Me parecía que cada paso era toda una vida”. (Autor desconocido).
Mi querido lector, nadie puede saber lo que sucederá mañana. Qué triste seria el mundo si lo supiéramos. Toda la emoción de vivir se perdería, nuestra vida sería como una película que ya vimos. Ninguna sorpresa, ninguna emoción, Siento que lo que se requiere es ver la vida como lo que es: una gran aventura.
Aventura que debemos vivir agradecidos, alegres, paso a paso, disfrutando el instante, sin anclarnos al pasado o al futuro; hoy que estamos, disfrutar intensamente lo que se nos regala. Mañana, será otro día…
Sólo se vive una vez, dice la canción, y no podemos dejarla pasar de largo. Los minutos no vividos se pierden y no vuelven, al igual que las experiencias y las emociones.
Paso a paso, momento a momento, todo es aprendizaje, todo edifica, todo nos nutre, pero solo si así tú lo deseas. Vive hoy, ama lo que tienes y se feliz.
mentoria.orientacion@gmail.com
jpm

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