Trillando el sendero: confesiones de un Padre

La familia me cubrió, a manos llenas y en forma pródiga, de todo un ejército de patriarcas que sembraron ambos lados del sendero de toda suerte de provechosas enseñanzas que me habrían de servir de modelo de conducta en el discurrir por la vida. El abuelo, con el recio ánimo moldeado en las difíciles etapas que le tocó vivir en los años tormentosos por los que transitó la Patria desde las primeras décadas del siglo XX, y más acá. Los tíos, cada cual a su manera, con sus peculiaridades, sus afanes, encandilados espíritus y prolíficas descendencias. Mi Padre, quien me cedió su nombre y, con éste, el solemne compromiso de respetar y poner en alto siempre el profundo legado de los Reyes y Jiménez y la trascendencia de esta numerosa familia en los predios de la Línea Noroeste y los campos y poblados de la provincia Dajabón. Los primos que me aventajan en edad, con quienes comencé a incursionar en los trajines, bellaquerías y aprendizajes tempranos con los que, en ocasiones, uno se adelanta al taciturno correr de la madurez. La enérgica, pero siempre cariñosa abuela, acompañada de una infinita batería compuesta por las tías, las esposas de los tíos y algunas primas de mayor edad, las que, todas a una, según el caso y en su momento, asumieron con proverbial eficacia la encomiable tarea de moldear, para bien, el levantisco espíritu de un servidor, con sangre de más corriéndole por las venas. Tuve, también, una madre abnegada y ejemplar que aún se desvive por iluminar los oscuros senderos por los que, a veces, dirijo mis pasos. Hermanas que han hecho el papel de madres y un hermano que ha sabido suplir la ausencia de mi Padre, desde el mismo día en que llegué a este mundo. Y, además de ellos, tuve varios hermanos de Padre, a quienes aprecio e idolatro. Como se ve, me sobran motivos para agradecerle a la vida. Por si fuera poco, con cinco hijas, tres hijos y cinco nietos -a la fecha-, el sendero que me ha tocado trillar en la vida ha estado ocupado por demás para poner en práctica esas enjundiosas y valiosísimas lecciones de vida con que esa batería de expertos moldeó mi personalidad a fin de que fuera en el mejor modo posible -o, por lo menos, lo intentara-, un ciudadano ejemplar y, por encima de todo, un padre del que ninguno de sus hijos tuviese motivos para avergonzarse. Los hijos –ay, los hijos!-, en su gran mayoría, han volado casi todos dejando una pesadumbre de nido vacío que apenas se compensa con la lectura, los pinitos en las letras o la dedicación, con enfebrecida obsesión, a tareas domésticas, proyectos de ebanistería para matar el tiempo, … y uno que otro viaje a insondables e ignotos lugares, para mantener latentes los bríos. Y como regalo de la vida y la naturaleza, disfruto -cuando me los prestan!-, el deleite de compartir la etapa de crecimiento y desarrollo de un vivificante y avasallante ejército de nietos, inquietos por demás, que me mantienen con la vida en un sobresalto con sus chillidos, correrías, travesuras y su inefable manía de poner la mano y cambiar todo de sitio. En ésas estoy, en este Día de los Padres 2014 en que abuelos, padre, tíos y demás forjadores de mi conducta de seguro estarán riéndose a mandíbula batiente, pasando riguroso balance de los logros y desaciertos de este aspirante a Padre y Abuelo que, cuando ya no esté en el mundo de los vivos, tan solo aspira a ser recordado por su descendencia con un poco de benignidad. Mientras eso llega, que siga la rumba!; Vale más la sonrisa pícara de un nieto remolón que un libro desguazado o una pieza de vajilla echada a perder por un vástago incorregible que sólo pide de manera ostensible y descarada, un poquito de cariño y atención. Feliz Día de los Padres a todo el pueblo dominicano.

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
guest
0 Comments
Nuevos
Viejos Mas votados
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios