Testimonios póstumos de abril: Lajara Burgos

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Luis Homero Lajara Burgcos

SANTO DOMINGO.- Al término de su siesta, el contralmirante (r) Luís Homero Lajara Burgos me recibió en su residencia del ensanche Honduras para conocer su  participación en la Revolución del 24 de abril de 1965.

El que fuera director nacional de Seguridad al servicio del presidente provisional Rafael Molina Ureña, al iniciar la entrevista reflejaba en cada uno de sus gestos el espíritu militar propio de todos los que escogen esa carrera.

EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.

En las paredes interiores de su residencia colgaban   cuadros con fotos, títulos e insignias militares que daban la impresión al visitante de un museo donde las piezas exhibidas eran vinculantes a su carrera militar.

Entre ellas me despertó mucha atención una foto del contralmirante vestido con todos sus insignias y armas donde el sable resaltaba en su blanca indumentaria.

Sin más preámbulos comenzamos la entrevista en la que reveló que conoció a Caamaño Deñó en los primeros años de la década del 1950, cuando era jefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra y por sus cualidades excepcionales lo envió a estudiar a una Academia Militar de los Estados Unidos.

Es apenas un muchacho

Recordó que tras Caamaño graduarse y regresar al país lo recomendó para ser ascendido a capitán. Pero su padre, el general Fausto Caamaño, al ver a su hijo, en la lista de ascensos, se dirigió a él para decirle que no lo incluyera, porque era apenas un muchacho.

Ripostándole   que eso era posible porque «Ramfis Trujillo era general de aire, tierra y mar, Radhamés Trujillo era mayor y Nene Trujillo coronel». Fausto le dijo: -¡Muchacho, sólo tú te atreves a decir eso!-

Preso en solitaria

En los días posteriores al golpe de Estado contra el profesor Juan Bosch  (septiembre de 1963), Lajara Burgos cuenta que fue apresado por órdenes del general vitalicio de la Policía Nacional Belisario Peguero Hermida.

– ¿Cuál fue la razón de su prisión? – ‘’Se produjo porque al caer prisionero el entonces presidente del Senado, Casasnova Garrido, le encontraron un papel donde había una lista de personas que formarían el Gobierno, en el caso de que se restableciera la constitucionalidad, y yo estaba entre ellos.’’

Esos días en los que permaneció preso por órdenes de Belisario Peguero en una celda del Cuartel general de la Policía -recuerda-, fue trasladado a la cárcel de La Victoria por iniciativa del presidente del Triunvirato, Emilio de los Santos

En esa época no lucía el traje de contralmirante porque a la hora de la detención estaba cancelado de la institución.

El expediente acusatorio lo vinculaba a un movimiento conspirativo con raíces en grupos de militares que perseguían derrocar al Gobierno.

De la Cárcel La Victoria fue trasladado a los tribunales y el juez que conoció el expediente evacuó un fallo de descargo por insuficiencia de pruebas.

Analizando la situación política que existía  en los días  que anticiparon el golpe de Estado del 25 de septiembre recordó  que  había una gran división y confusión entre las Fuerzas Armadas en la que  existían varios grupos o fracciones de militares que conspiraban contra el Triunvirato, citando entre ellos el Clan de San Cristóbal con Nivar Seijas a la cabeza, el de San Isidro, con Wessin y Wessin, el de la Policía con Belisario Peguero y el de los constitucionalistas con Rafael Fernández Domínguez, primero, y después  con Hernando Ramírez.

Entrada a la revolución

Estando en su residencia recibió una llamada telefónica, el 25 de abril, de parte del Rafael Molina Ureña, donde lo citaba al Palacio nacional. Ya en el Palacio el mandatario lo designo director Nacional de Seguridad. Desde esa fecha se integró a la revolución.

Tan pronto se hizo cargo de sus funciones se percató que al Palacio Nacional entraba la gente como «chivos sin ley’’ y como director de Seguridad se dio cuenta que entre esas personas había varios comunistas, autorizando de inmediato    recoger los pases y armas, ya que tenía que tener el control de todas las personas que entraban y salían del palacio.

A la pregunta de porque Molina Ureña lo nombró en ese cargo, contestó que en esos tiempos este era miembro del PRD y conocía de su buena preparación militar y sus años de servicios en las Fuerzas Armadas, en la que había ocupado varios cargos, citando entre ellos, la jefatura de Estado Mayor de la Marina de Guerra y  de la Policía Nacional.

Recordó que en la mañana del día 25 de abril de 1965, un grupo de militares le planteó a Molina Ureña que debía abandonar el Palacio Nacional. Solicitud que surgió tras los primeros bombardeos que recibió la sede del Gobierno y que   crearon pánico entre los civiles y militares que estaban en el lugar.

Como jefe de Seguridad, Lajara Burgos se opuso a abandonar el palacio y así se lo dio a conocer a Molina Ureña afirmándole que el Palacio era el símbolo del poder y que por tanto nunca debía abandonarse.

Convencido de su decisión se dirigió a los militares que promovían abandonar el Palacio y al propio presidente: «Trujillo construyó este Palacio para su propia protección y la estructura está preparada para resistir bombas de fuerte poder explosivo».

En este contexto, reveló que entre los militares que defendían el criterio de que Molina Ureña debía abandonar el Palacio estaba el coronel Caamaño Deñó, quien sostenía que   un Gobierno se instalaba en cualquier lugar… hasta en al exilio, pero el diplomático le contestó que ¡No!, que ellos lo que querían era que se rindieran los constitucionalistas porque ya «el reloj no podía dar marcha atrás”.

«Entonces el coronel Caamaño le dijo: – ¿Qué es lo que usted propone? – En eso Molina Ureña se paró y le dijo al embajador: – ¡Yo no estoy aquí para hacer arreglos! – -¡Yo estoy aquí presionado por las circunstancias pues  me dijeron que aquí estaban todos los coroneles».

Dijo  que previo a esta respuesta el embajador yanqui se habla quejado frente a Molina Ureña porque en La Romana supuestamente se estaba atacando una empresa propiedad norteamericana.

Frente a esa queja, Molina Ureña pidió permiso para usar el teléfono de la embajada para llamar a La Romana al comandante del Ejército para pedirle un informe de los hechos y ordenarle que evitara que se cometieran hechos de esa naturaleza, si era cierta la denuncia.

Dada esas circunstancias de prepotencia y arrogancia, Lajara Burgos afirmó que Molina Ureña le dijo al embajador, que él se retiraba porque no estaba ahí para negociar ningún acuerdo. Y tras marcharse todos los militares que estaban presente lo siguieron con destino a la casa del arquitecto Espaillat Nanita., en la Avenida Bolívar Esquina Leopoldo navarro.

Rafael Molina Ureña

En el trayecto, Molina Ureña le confesó que el responsable de la invasión de 42 mil marines fue el propio embajador Bennet, pues informó mal a su gobierno sobre lo que estaba pasando en el país. Ya -que ha su juicio- teniendo la posibilidad de lograr un acuerdo entre las partes enfrentadas no lo hizo. Mas cuando existía la voluntad de los militares constitucionalistas de arribar a un acuerdo con Wessin y Wessin.

Fue aquí, en la casa de Espaillat nanita que Molina Urela decidió renunciar a la presidencia de la República supuestamente porque había quedado muy indignado frente a la actitud asumida por los militares constitucionalistas. Procediendo a penetrar en la oficina de Espaillat Nanita donde redacto su renuncia como presidente de la República,
 .
Dijo  que, al darse cuenta de la decisión del  presidente, le arrebató el papel de la mano  y   hizo triza la renuncia al tiempo de decirle que él no podía hacer eso.
Mientras esto sucedía, Caamaño y su séquito se encontraban fuera de la residencia. Fue entonces cuando Molina Ureña decide abordarlo y es cuando se da cuenta que lo han abandonado, pues se habían ido sin su consulta a un lugar desconocido.
Es aquí que Lajara Burgos le dice a Molina Ureña que se comunique con los demás miembros del PRD para informarles lo que estaba ocurriendo. Todas las llamadas telefónicas fueron fallidas porque los principales líderes del PRD se habían asilados en las embajadas, incluyendo Peña Gómez y con el todo el militar, con excepción de Montes Arache, quien  Lajara Burgos subrayó que fue  el «único que se atrevió decirle al embajador Tapley Bennet -durante la reunión en la embajada – que él le iba a demostrar que Wessin y Wessin no  iba a cruzar el puente Duarte con sus tanques».
Así las cosas, Lajara Burgos recordó que Molina Ureña se sintió muy mal al verse solo y fue ese el momento que aprovechó para decirle que: “-Yo voy a donde usted diga; yo soy su jefe de seguridad y mi deber es estar a su lado, en la muerte, en el triunfo o en lo que sea».-
Fue en este momento que Molina Ureña decidió llamar por teléfono a la embajada de Colombia para pedirle al embajador asilo político. El diplomático colombiano le contestó afirmativamente marchando ambos a esa sede diplomática.
Fue en este momento de la entrevista que Lajara Burgo  me confesó que Molina Ureña fue víctima de un golpe de Estado que le dio Caamaño y los demás jefes constitucionalistas.
 El 28 de abril
Al otro día, 28 de abril por la mañana, tras la invasión de las tropas yanquis, Lajara Burgos decidió entregarle sus armas a Molina Ureña, al tiempo de decirle:  -¡presidente, hasta aquí llego yo!-
Enseguida salió de la embajada rumbo al portaaviones norteamericano que estaba anclado en el Puerto de Haine y que tenía la misión de evacuar a todas las personas que deseaban abandonar el país a consecuencia de la revolución.
El portaavión zarpó a Puerto Rico con nuestro personaje, quien, al tocar tierra borinqueña se comunicó de inmediato con el profesor Juan Bosch para entregarle un informe que le enviaba el presidente Molina Ureña donde le ofrecía con lujo de detalles el desarrollo de los acontecimientos y las razones que lo condujeron a abandonar el poder y asilarse.
Aquí, se detiene, y confiesa que «realmente abandonó la zona constitucionalista, ‘’porque ya los comunistas tenían el control del movimiento y yo no iba a pelear a favor de ellos”. –
Golpe de Estado a Molina Ureña
En esa vecina isla pudo darse cuenta de que el profesor Juan Bosch «estaba tratando de hacer un arreglo con los norteamericanos».
Según sus apreciaciones, Bosch negociaba con los Estados Unidos su regreso al país, pero los norteamericanos no estaban de acuerdo con esa posición de Bosch. Querían que Molina Ureña ocupara la Presidencia y que Bosch regresara en calidad de asesor de Molina Ureña.
Dijo que la intransigencia de Bosch «de querer ser él el presidente» fue lo que provocó que los Estados Unidos organizaran aquí el Gobierno de Reconstrucción Nacional encabezado por el general Imbert Barrera.
Según Lajara, este momento fue aprovechado también por los constitucionalistas para crear el Gobierno de Caamaño Deñó. Que para Lajara Burgos entraba en contradicción con la propia Constitución de 1963 que establecía en unos de sus artículos señalaba que ningún militar activo podía ser elegido presidente de la República.
Para Lajara Burgos la subida de Caamaño al poder «fue la culminación de un golpe de Estado que se le fue tejiendo a Molina Ureña para al fin y al cabo pasarle a Caamaño Deñó las riendas del Gobierno».
Entiende que «esto fue una trampa porque sí los constitucionalistas hubieran querido encontrar a Molina Ureña lo hubieran encontrado ya que él nunca se negó a cumplir con sus responsabilidades. «Se ha querido echar mucho lodo contra Molina Ureña y yo quiero aquí afirmar que fue un hombre, justo y valiente».
Recuerdo que cuando él y Molina Ureña estaban en la embajada de Colombia encontraron al síndico del Triunvirato Tancredo Aybar Castellanos, al coronel Jhovanny Gutiérrez y un joven apellido Nadal.
Reveló que durante su estadía en Puerto Rico fue invitado por el FBI para ofrecer informaciones sobre los acontecimientos del país atendiendo a la decisión del Gobierno de Johnson que ordenó a ese departamento hacer una investigación sobre los acontecimientos producidos en la República Dominicana.
En los interrogatorios a que fue sometido, Lajara Burgos fue cuestionado sobre cuál candidato podría vencer a Bosch en unas próximas elecciones.
A esta pregunta dijo que Bosch era invencible porqué era el candidato más popular, ya que por él se había producido una revolución.
Entonces se le preguntó sobre Balaguer, que estaba en el exilio en ese país, y Lajara Burgos le dijo que era el único que podía competir con Bosch.
En ese sentido afirmó que desde ese momento los Estados Unidos fueron advirtiendo que Balaguer podía ser el candidato para derrocar a Bosch y se inventaron la enfermedad de la madre de Balaguer para facilitar Su entrada. — ¡Yo fui de los que apoyé que Balaguer regresara al país! ,-afirmó-.
No a los invasores
Empero, el entrevistado quiso dejar clara su posición con respecto a la invasión de los Estados Unidos y es cuando afirma que: —¡Yo no estoy con ninguna invasión, sea esta yanqui o soviética! Ahora bien, aclaro que hay diferencia en las formas que invaden los Estados Unidos y los rusos».
Según Lajara Burgos los norteamericanos invaden, crean gobiernos y se retiran (ejemplo, República Dominicana y Granada), pero los soviéticos, «cuando invaden se quedan».
Aunque parece que se olvidó de Puerto Rico, donde los Estados Unidos tienen cerca de un siglo.
Wessin y Wessin: un cobarde
Al término la entrevista, el hombre del «sable y la bragueta» afirmó que Wessin y Wessin fue un cobarde «porque teniendo las mejores tropas en sus manos no se atrevió a ocupar la ciudad. Era que había que ser un hombre de bragueta y Wessin no lo era».
A Caamaño Deñó y los demás militares que lo acompañaron los calificó de inmaduros porque teniendo el poder en sus manos no supieron qué hacer con él.
Finalmente reveló que en una oportunidad le planteó a Molina Ureña que lo designara comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Constitucionalistas, pero Molina Ureña le dijo que no podía porque él no era del movimiento que produjo la revolución y que eso podía crear problemas.

 «¡Si yo hubiera sido el jefe de esa revolución usted puede estar seguro que las cosas hubieran resultado diferente porque lo que faltaba era hombres de experiencia y valor; ¡a Caamaño le sobraba e! ¡valor, pero le faltaba la experiencia”!

jpm-am
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MISTER BRUNO'S EX PLD.
MISTER BRUNO'S EX PLD.
2 Años hace

SENORES, LAJARA BURGOS ERA UN PATRIOTA 100% ANTI-HAITIANO Y MUY NACIONALISTA ! QUE VIVA LAJARA BURGOS Y QUE DIOS LO TENGA EN UN SITIO SACROSANTO DONDE QUIERA QUE SE ENCUENTRE!

EL PRIMER NAVEGANTE
EL PRIMER NAVEGANTE
2 Años hace

LAJARA BURGOS ERA UN PAYASO UNIFORMADO.

Eulalio Cagnassola
Eulalio Cagnassola
Responder a  EL PRIMER NAVEGANTE
2 Años hace

Perfectamente! Los que lo conocimos de cerca sabemos que es asi.

Julio Cesar
Julio Cesar
2 Años hace

Ahora le pido al Sr.Bujosa Mises que nos diga de la traicion de Lajara Burgos al PRD en las elecciones del 1970, cuando se hablo mucho de que Balaguer le ofrecio US50,000 dollares para que corra contra el en esas elecciones.Para los que no saben que ocurrio en el 1970 les puedo decir que se hizo una alianza con todas las organizaciones para no participar en esa elecciones ya que se sabia que Balaguer haria fraude.

Julio Cesar
Julio Cesar
Responder a  Julio Cesar
2 Años hace

2.Lajara Burgos se unio a todos esos paratidos para no ir a las elecciones,pues de la noche a la mañana Lajara Burgos se tiro en contra de Balaguer,dejando a todo el pais perplejo con esa desicion.Tal parece que como los americanos tenian cierto contactos con Lajara pues les ofrecieron tirarce en contra de Balaguer,para asi certificar esas elecciones que volvio y gano Balaguer.

Angel
Angel
2 Años hace

Necesitamos militares cimo Lajara Buegos para aran arle la cabeza a ynos cuanto.