Tensión electoral en Verón-Punta Cana (OPINION)

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El autor es comunicador. Reside en Punta Cana.

Avanzar sin mirar atrás es abrirle espacio a la unidad. Aunque la democracia se basa en principios y valores esenciales, los cuales sustentan y guían nuestro sistema político, es vital reconocer que estos principios son dinámicos y evolucionan con el cambio y desarrollo de nuestras sociedades.

Al considerar el pluralismo partidario o político, enfrentamos implicaciones sociales significativas. La coexistencia y competencia de múltiples partidos políticos en un sistema conlleva diversas consecuencias. Esta diversidad de opiniones y perspectivas enriquece nuestra sociedad, pero también puede generar divisiones y tensiones, especialmente cuando las diferencias son extremas.

La competencia política fomenta la responsabilidad y receptividad, pero un exceso de competencia puede dar lugar a la polarización y la falta de consenso. Sin embargo, la tolerancia política es esencial para mantener un ambiente saludable y respetuoso.

La unidad política y social, por otro lado, ofrece beneficios sustanciales. La estabilidad política, la cohesión social, el desarrollo económico y la confianza institucional son solo algunos de los frutos que pueden cosecharse. Además, la unidad fortalece la participación ciudadana, promueve una cultura de paz y contribuye al desarrollo sostenible.

La realidad política actual en Verón-Punta Cana refleja una división en fuerzas políticas, tres bloques y tres partidos compiten por      los votos. Este panorama político es un reflejo de la división social que prevalece en la comunidad. Sin embargo, esta situación también representa una oportunidad para construir puentes hacia la unidad social.

Los votantes de Verón-Punta Cana para las próximas elecciones municipales del 18 de febrero de 2024 encuentran esta división política en varias fuerzas políticas, tres bloques y tres partidos que llevan candidaturas independientes. 6 candidatos compitiendo por la dirección municipal en una población pequeña podría considerarse un exceso partidario.

La presentación política de este distrito municipal la lidera un grupo a favor de Crucito Báez, Steven García y Ramón Ramírez; por un lado, mientras que, por el otro lado, está Odalis Carela, Adalberto Fabián y Manuel Cedeño, todos compiten por la mayoría de las 30,282 personas hábiles para votar ese día en los 18 centros y 60 recintos electorales. Sin embargo, esto es un reflejo de la división social que prevalece en esta comunidad.

De igual manera, es una coyuntura para tender puentes a la unidad social. En esta circunstancia política-electoral, es oportuno que la dirección política de esos partidos políticos dialogue sobre la unidad de criterios entre la diversidad. En este sentido, son varios y múltiples los beneficios sociales asociados a esta disposición.

El camino hacia la unidad no solo implica suprimir la diversidad o las discrepancias, sino más bien encontrar un sentido y espacio compartido de propósito y valores. Mediante la unidad social se fortalecen los lazos entre los miembros de la sociedad, fomenta la colaboración efectiva y contribuye al bienestar general, el que debe estar por encima de otros intereses.

En el ánimo de la clase política de Verón-Punta Cana tiene que reinar el trabajar juntos e impulsar proyectos comunitarios que estén asociados a mejorar la calidad de vida, fortificar la resiliencia social y favorecer la participación cívica. Negociar y acordar para manejar los efectos de la división político-social.

La unidad social es un proceso de negociación y acuerdo, donde se consideran posibles conflictos y se busca minimizar sus efectos. En sociedades unidas, la diversidad se valora como una fortaleza, y la tolerancia prima incluso en medio de diferencias.

En el contexto político-electoral al que está sometido Verón-Punta Cana, es esencial que la representación partidaria busque la unidad. No mirar atrás es allanar el espacio a la unidad social a través de la unidad partidaria, un ambiente social donde los ciudadanos trabajen juntos para lograr objetivos comunes.

Ante este panorama de tener seis candidatos compitiendo por la dirección municipal en una comunidad de tamaño modesto podría percibirse como un exceso partidario. Esta cuestión, aunque refleja la diversidad de opiniones, plantea desafíos significativos en términos de representación efectiva y toma de decisiones coherentes.

En dicho contexto, es imperativo que los actores políticos y la comunidad en su conjunto reflexionen sobre la necesidad de equilibrar la pluralidad con la eficiencia social. La reflexión y el diálogo son esenciales para transformar esta aparente tensión electoral en una conveniencia real para la unidad, donde se pueda trabajar hacia objetivos comunes que beneficien a la comunidad en su conjunto.

La reducción de la fragmentación política podría allanar el camino hacia una gobernanza más efectiva y, al mismo tiempo, fomentar una mayor cohesión social en Verón-Punta Cana.

jpm-am

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