Solo para sancristoberos: Por qué le decían Pirelli?
Con motivo de su fallecimiento, ocurrido hace alrededor de tres meses en Santo Domingo, mucha gente me ha preguntado por qué a Nelson Durán le decían Pirelli.
Escríbanlo: el apodo surgió a mediados de la década del 60 en el antiguo Estado Municipal de beisbol de San Cristóbal, donde Durán -jugador del equipo amateur Futuras Estrellas- se presentaba con un uniforme que decía Pirelli en la parte frontal.
El uniforme lo trajo de la Capital dominicana, donde Durán trabajaba no sé en qué y aparentemente militaba en un conjunto patrocinado por las gomas italianas Pirelli, cuya empresa distribuidora nunca he podido determinar.

Lo cierto es que Nelson Durán, quien había sido trabajador (creo que en los talleres de mecánica) de la hacienda Fundación en la parte final de la Era de Trujillo, retornaba todos los fines de semana a San Cristóbal y acudía los domingos al play con el llamativo uniforme.
Como era buen jugador de los jardines y bateador regular, además de amistoso, caía bien a la fanaticada que en esa época llenaba las graderías del Estadio Municipal, construido en la década del 40.
Pronto su nombre Nelson fue sustituido por el apodo Pirelli y el campo de beisbol y en la calle se le llamó así hasta su deceso, ocurrido por graves quebrantos de salud no relacionados con el coronavirus.
Lo que no recuerdo bien es si esa denominación surgió antes o después de 1965, cuando se produjo en Santo Domingo la revuelta constitucionalista que muchos llaman revolución.
Pero sí recuerdo que bien avanzada la década del 60, Durán -como muchos otros muchachos del play- se fue a Nueva York y venía esporádicamente a San Cristóbal.
Pero sigan leyendo, para que sepan más: no solo se le llamaba Pirelli, sino también, aunque en menor medida, se le apodaba Cogío. Para referirse a él, muchos fanáticos y jugadores decían “Nelson cogío”.
Y era que Nelson tenía peculiar estilo de batear y cuando abanicaba (es decir le tiraba y no alcanzaba a chocar la bola) parecía que encogía el swing.

En los últimos años lo vi muchas veces en el Encuentro Histórico de San Cristóbal, en Librería Cuesta, en Santo Domingo, y en el denominado Parque de los Vagos de San Cristóbal, en la avenida Brodway, de Nueva York.
Hombre mesurado, nunca estridente, se había retirado de Nieva York hace varios años y radicado en la Capital con su esposa Venecia, sin nunca olvidar a San Cristóbal y su gente.
Como en el lapso 1963-1970 fui fanático, anotador, cronista y miembro directivo de la Asociación de Beisbol de Aficionados de San Cristóbal, tengo muchos recuerdos del viejo Estadio Municipal, reemplazado hace ya más de cuarenta años por un parque moderno al que no se le da el uso debido.
Algunos de esos recuerdos se relacionan a los apodos del play, tema sobre el cual escribiré en próxima entrega.

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Porque borraron los comontarios del dia 15
Excelente narrativa. Además entretenida y sobretodo interesante por su aporte histórico.