Sobrellevando la crisis económica (OPINION)
No es espejismo, la crisis económica que vive hoy el mundo, como algunas personas de la oposición política local quieren sostener y hacer ver a los dominicanos menos letrados, que la misma es de factura interna y no global, culpando de dicha situación a las actuales autoridades gubernamentales, cuando todo el mundo sabe que es producto de los shocks externos.
No es secreto para nadie, de que muchos dominicanos carecen del hábito de la lectura y de informarse a través de los medios de comunicación, acerca de cómo marcha el mundo en todos sus aspectos, haciéndolos más vulnerables de ser sorprendidos en su buena fe, debido a que escuchan más rumores e ideas distorsionadas que las verdades de los hechos.
Los opuestos e inconsecuentes políticos del patio, llegan al extremo de confundir a sus semejantes comunicándoles que la crisis económica mundial es de hechura nacional, debido a la falta de experiencia de uno que otro funcionario gubernamental, acusándolos de que no saben gobernar que lo único que saben son los que recién pasaron por el Palacio Nacional, en los últimos 22 años.
Estos argumentos baladíes pierden rigor científico, técnico y analítico, cuando leen o escuchan los más variados informes económicos de los Organismos Internacionales de Financiamiento, dando cuenta de la verdadera situación económica y financiera y las perspectivas que se tienen en el corto, mediano y largo plazo acerca de la situación que hoy se vive.
Recientemente el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) o Banco Mundial (BM), como otros organismos y agencias internacionales informan que ha comenzado el cambio hacia patrones de comercio más costosos y la transición hacia una energía más limpia podría retrasarse.
La guerra en Ucrania ha causado una gran conmoción en los mercados de productos básicos, alterando los patrones mundiales de comercio, producción y consumo de forma tal que los precios se mantendrán en niveles históricamente altos hasta finales de 2024.
El aumento de los precios de la energía en los últimos dos años ha sido el más pronunciado, desde la crisis petrolera de 1973.
La suba de los precios de los productos básicos alimentarios, de los cuales Rusia y Ucrania son grandes productores y de los fertilizantes, en cuya producción se utiliza el gas natural como insumo, ha sido la más marcada desde 2008.
«En conjunto, esto representa la mayor crisis de productos básicos que se ha experimentado desde la década de 1970. Como ocurrió entonces, la crisis se ve agravada por el aumento de las restricciones al comercio de alimentos, combustibles y fertilizantes».
«Estos acontecimientos, han comenzado a agitar el fantasma de la estanflación. Los responsables de formular políticas deben aprovechar todas las oportunidades, para elevar el crecimiento económico en sus países y evitar tomar medidas que causen daños a la economía mundial”.
Se espera que los precios de la energía aumenten más del 50% en 2022 antes de atenuarse en 2023 y 2924.
Asimismo, se prevé que los precios no energéticos, incluidos los de los productos agrícolas y los metales, se incrementarán casi un 20 % en 2022, moderando en los años siguientes.
No obstante, según las proyecciones, los precios de los productos básicos, se mantendrán muy por encima del promedio quinquenal más reciente.
En caso de que se prolongue la guerra o se apliquen sanciones adicionales a Rusia, los precios podrían subir aún más y mostrar más volatilidad de lo que se prevé en la actualidad.
Debido a las alteraciones en el comercio y la producción relacionadas con la guerra, se espera que el precio del petróleo crudo Brent aumente, en promedio, a los US$100 el barril en 2022, lo que representa un aumento de más del 40% en comparación con 2021. Se prevé que este valor se moderará hasta llegar a los US$92 en 2023, aún muy por encima del promedio quinquenal de US$60 el barril.
Adicionalmente, las proyecciones indican que los precios del gas natural (europeo) llegarán en 2022 al doble de los de 2021, mientras que los del carbón serán un 80% más altos, ambos en máximos históricos.
«Los mercados de productos básicos, están experimentando una de las mayores crisis de la oferta, en décadas debido a la guerra.
«El consiguiente aumento de los precios de los alimentos y la energía están generando un alto costo humano y económico, y probablemente frenará los avances en la reducción de la pobreza”.
La suba de los precios de los productos básicos, exacerba las presiones inflacionarias, ya elevadas en sí, en todo el mundo».
Se prevé que este año, los precios del trigo aumentarán más del 40% y alcanzarán un máximo histórico en términos nominales.
Esto ejercerá presión sobre las economías en desarrollo, que dependen de las importaciones de trigo, en especial las que provienen de Rusia y Ucrania.
Según las proyecciones, los precios de los metales se elevarán un 16% en 2022 para atenuarse luego en 2023, pero se mantendrán en niveles altos.
«Los mercados de productos básicos, están sometidos a una enorme presión; algunos precios llegan a récords históricos en términos nominales»,
«Esto tendrá efectos indirectos duraderos. El marcado aumento de los precios de los insumos, como la energía y los fertilizantes, podría dar lugar a una reducción en la producción de alimentos, en particular en las economías en desarrollo.
La merma en el uso de los insumos afectará la producción y la calidad de los alimentos, lo que a su vez influirá en su disponibilidad, en los ingresos rurales y en los medios de subsistencia de los pobres».
En el informe se insta a los funcionarios responsables de formular políticas actuar con prontitud, a fin de minimizar los perjuicios para sus ciudadanos y la economía mundial.
Se los exhorta también a diseñar programas de protección social focalizados, como los de transferencias monetarias, de alimentación escolar y de obras públicas, en lugar de establecer subsidios a los alimentos y los combustibles.
En el informe también se alienta a los países a acelerar el desarrollo de fuentes de energía con cero emisiones de carbono, como las energías renovables.
Como se lee, el Banco Mundial pone en alerta a las naciones del mundo tomando decisiones de forma oportuna.
Tal como planteó en su comparecencia ante la matrícula de la Cámara Americana de Comercio, el señor ministro de Hacienda, más que todo el señor presidente de la República, Luis Abinader Corona y su equipo de gobierno hoy, se focalizan en sobrellevar la crisis económica que afecta a los más vulnerables.
Significa, que otras medidas no prioritarias han sido postergadas y tal como recomienda el Banco Mundial, el gobierno dominicano se focaliza en lo primero, en lo necesario, en la calidad del gasto.
Se concentra en llevar a todos los dominicanos el pan de cada día, sin tomar en cuenta banderías políticas.
Es inconsecuente en estos momentos que el gobierno dé prioridad a gastos superfluos o innecesarios, como la oposición política espera, exigiendo que el gobierno gaste donde no debe gastar, pues la oposición política apuesta al fracaso del gobierno desesperadamente, ya que no incrementan la preferencia en el electorado, se encuentran estacionario y eso le produce ansiedad y dolor de cabeza a la oposición.
Lo primero es lo primero. Existen los términos urgencia y emergencia, importante y prioritario pero debe primar lo importante, lo urgente y lo primero y, eso es lo que el Presidente de la República hace desde que inició su mandato gubernamental, en medio de una pandemia inclemente y ahora ante una inflación galopante y una guerra que no tiene fecha de finalizar.
Por el contrario, el gobierno da preferencia a mejorar el costo de la vida.
Da importancia fundamentalmente a la salud, alimentación, educación y vivienda, como otras acciones importantes a favor de todos los dominicanos, haciendo lo que las circunstancias aconsejan hacer, en un momento en que el entorno internacional es sumamente impredecible, turbulento y cambiante.
Definitivamente, el presidente Abinader, ha sabido sobrellevar la crisis de salud, económica y social.
felix.felixsantana.
JPM