¡Se hizo justicia!: El Cardenal Newman ya es doctor de la iglesia
POR MANUEL ANTONIO GARCIA SALCEDO
El Papa Francisco, de feliz memoria, elevó a los altares a un número importante de relevantes cristianos que dejaron su huella para bien en la historia de la humanidad.
El Pueblo de Dios previamente los había elevado a los altares de sus corazones. Oscar Romero, la Madre Teresa de Calcuta, el Papa Juan XXIII, Juan Pablo II, Pablo VI, el Doctor Gregorio Hernández, entre muchos más.
Destaca en dicho listado el tan esperado profesor universitario John Henry Cardenal Newman, señalado por el mundo de los intelectuales como el nuevo San Agustín de nuestro tiempo. Admirado por los papas San Pablo VI y Benedicto XVI, nos ha llenado de alegría la sorpresiva noticia del pasado 31 de julio, la declaración del Cardenal Newman como Doctor Universal de la Iglesia Católica.
Nacido el 21 de febrero de 1801 en Londres, Newman fue un fervoroso anglicano en su práctica religiosa recibida de su familia, e inclinado a una radicalidad de corte calvinista que rechazaba todos los lineamientos de la fe católica, en especial el papado. De destacada inteligencia, asume la vocación sacerdotal en la Iglesia oficial de Inglaterra.

Al estudiar a los Santos Padres de la Iglesia (PP), los pastores que guiaron a la Iglesia Católica en el periodo comprendido entre el siglo I al VIII DC en materia de doctrina, sacramentos y la caridad social, se convence de que en la Iglesia Romana y en el sucesor de San Pedro se encuentran los fundamentos de la verdadera Iglesia de Cristo.
El 30 de mayo de 1847 se considera la fecha del paso de Newman a la Iglesia Romana con su ordenación sacerdotal. Esto le acarreó críticas y rechazos en el mundo catolico y el anglicano. Tras continuar su labor universitaria en Irlanda, publica una de las obras cumbres de la literatura moderna: Pro Vita Sua. Es nombrado Cardenal por el Papa Leon XIII.
Entre los aportes dados por Newman al mundo del pensamiento cristiano está el planteamiento de la Evolución del Dogma, es decir, la presentación de la verdad de la fe de acuerdo a la cultura del entorno, por lo que se llama al Concilio Vaticano II, el Concilio del Cardenal Newman.
Como agustino, el Papa León XVI con la declaración del doctorado de Newman relanza el cultivo de la interioridad, el diálogo y del encuentro con Dios necesario para la realización de la persona humana y su interacción con el mundo en el cual está inserto. Difundir y profundizar la obra del Cardenal Newman nos hará mejores personas.
jpm-am

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Gracias Padre Manuel, este artículo es una hermosa celebración de la santidad en tiempos modernos. Nos recuerda cómo Dios sigue llamando a personas de todos los ámbitos —como Newman, Romero y Teresa de Calcuta— a vivir con profundidad su fe y a transformar el mundo con amor y verdad. La declaración de Newman como Doctor de la Iglesia es un regalo que nos invita a profundizar en nuestra vida interior y en el diálogo con Dios.
Felicidades Manuel por este artículo breve y profundo