Se afianza fortaleza de Maduro en Venezuela
La República Bolivariana de Venezuela se dice que ha caído en las garras del socialismo, un sistema considerado que evoluciona hacia el sistema capitalista de economía libre y desarrollo de la democracia, sin embargo Venezuela se colocó al lado de Cuba y Nicaragua, regímenes estos dictatoriales, filtrándose como el agua entre los dedos encabezado por el heredero de Hugo Chávez y convirtiéndose Nicolas Maduro en el líder de izquierda más fuerte de América Latina y el Caribe.
El historial político de Maduro se inicia como líder sindical alcanzando una diputación y tercer presidente en la asamblea nacional de Venezuela, fue presidente del Partido Socialista Unido, ministro de relaciones exteriores, vicepresidente en 2012, presidente pro tempore de la Unión de las Naciones Sudamericanas y presidente de Venezuela desde el 2013. Fue reelecto en 2024 con acusaciones de robo de las elecciones, no obstante, asumió de nuevo como presidente el 10 de enero de 2025.
La propaganda capitalista subestimó a Nicolas Maduro en sus aprestos de convertir a Venezuela en un estado socialista totalitario y en esa búsqueda hizo alianzas con Rusia, China, Cuba y hasta con Irán para alcanzar los objetivos de convertir a Venezuela a imagen y semejanza de Cuba. Para esta ardua tarea creó estructuras políticas alrededor de todos barrios de Venezuela para educar y conquistar esa masa pobre olvidada por los dueños de las riquezas de Venezuela (ya ese grupo desplazado) y sus representantes Henrique Capriles, Leopoldo López y Juan Guaido.
Venezuela no puede repetir lo sucedido el 05 de enero del 2019, donde se proclamaron dos presidentes: Juan Guido de manera interina y a Nicolas maduro; aparecieron dos parlamentos y dos tribunales supremos, pero no se pudo evitar que Maduro se fortaleciera desde el poder y perdiendo Guido presencia y relevancia. Sin embargo, podría tener más relevancia, el triunfo en las urnas que se alega y que no puede ser ocultado. Surge la pregunta: ¿Con quién se negociará en Venezuela? La respuesta es evidente: no hay interlocutor.
La oposición política tuvo una oportunidad de abrirse camino para gobernar en el 2015, cuando la asamblea nacional fue liderada por ellos, sin embargo, cometieron el error de querer revocar el mandato de Maduro en el 2016, el cual retuvo el poder gracias al apoyo del Tribunal Supremo, el Consejo Nacional Electoral y el ejército. Posteriormente en 2017 el tribunal supremo quito del poder a la Asamblea Nacional. Desde ahí la oposición perdió el poder y hasta ahora no ha podido recomponerse.
Los culpables de la situación que vive Venezuela son los propios venezolanos que en vez de quedarse a luchar en contra del establecimiento de un régimen socialista por el contrario salieron al exilio voluntario, pues se sabe que hay más de 7 millones que viven en el extranjero. Esto significa que le dejaron el espacio a los Chavistas convertidos en seguidores de Maduro y ellos ocuparon todos estamentos que toman decisiones (La Asamblea Nacional, el Tribunal Electoral, los municipios, las gobernaciones y la justicia) sin estos no se puede gobernar.
El largo camino recorrido por la oposición venezolana no logró concertar con los poderes del estado porque se habían quedado sin representación. Participar en unas elecciones donde no cuenta con participación en el poder de toma de decisiones, se haría muy cuesta arriba que la oposición ganara las elecciones y mucho menos que le entreguen el gobierno por presiones internacionales, que es considerado como una intromisión en los asuntos internos de un país soberano.
González Urrutia y María Corina Machado jugaron a ganar las elecciones en Venezuela buscándose un apoyo internacional en vez de buscar apoyo de su propio pueblo. Se sabe que las elecciones se ganan en los colegios electorales y las ratifican los órganos o consejos electorales, por lo que los partidos políticos que participan en procesos electorales tienen que acogerse a las decisiones que emanan de estos órganos. Se cuestiona la elección de Nicolas Maduro como presidente de Venezuela, pero sea ilegítima o no, su elección fue legal.
Nicolas Maduro es uno de los últimos líderes con discursos parecidos a los de Fidel Castro, Hugo Chávez y Juan Bosch. No fue al azar que Chávez eligió a Nicolas Maduro para que lo sustituyeran, él ha demostrado que tiene más condiciones políticas, más sentido de la historia y que tiene el control de los poderes del estado. Hay que saber que el enfrentamiento en Venezuela es ideológico, entre capitalistas y socialistas. Hay muy poco margen de negociación y mientras la oposición patalea Maduro sigue subido en el palo.
Todos los estamentos de poder en Venezuela están controlados por el Chavismo – Maduro. Si el partido de Maduro logró obtener ese poder es porque lo ha obtenido del pueblo. Ninguna otra nación puede poner gobierno de Venezuela. Si vemos el panorama, México, Brasil, Bolivia, Colombia, Nicaragua, Honduras, Rusia, China, Turquía y Cuba apoyan a Maduro y los que no lo apoyan son: Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Estados Unidos, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
of-am