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Retos de la agropecuaria de RD a nivel mundial
Como parte fundamental de su visión de una mejor República Dominicana, el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), ha venido sugiriendo aumentar los niveles de conciencia de los diversos sectores de nuestra nación, sobre los impactos perjudiciales causados a la producción y la economía nacional, por las normas y políticas impuestas por los países poderosos en los intercambios comerciales, tras la división del mundo en función del establecimiento de mercados al servicio de sus intereses.
Realidad ésta que le preocupa, bajo el entendido, que corresponde al país como reto actual, tomar un mejor rumbo, para salir airoso frente a los tratados de libre comercio que se le han impuesto, fruto de las estrategias que diseñan los círculos de poder de las grandes potencias económicas mundiales, para implementarlas en los países en vía de desarrollo y de mayores niveles de pobreza.
Cuadro el cual valora dramático, en el caso nuestro, dadas las obligaciones prometidas a los Estados Unidos de Norteamérica, en ocasión del tratado comercial RD-CAFTA, que establece a partir de enero del 2015, la entrada al país libres de impuestos, de todos los rubros agrícolas y pecuarios de origen norteamericano, ya vencido los 15 años de protección negociado, para que nuestros productores ajustaran sus empresas y las hicieran competitivas con las de la indicada nación.
Criterio que sustenta, en que al negociar lo citado, no tomamos en cuenta sus repercusiones negativas, al no preveer cómo hacer competitivo a los productores nacionales en el referido tiempo, teniendo por realidad un peso dominicano desvalorizado con relación al dólar, con la alarmante del valor de los combustibles, la electricidad, los fertilizantes y pesticidas, transformándose entre los más elevados de la región, además, de tener costos financieros para soportar la producción agropecuaria, hasta cinco veces más caros que en USA.
Horizonte sugerido por el CRD:
Al referido panorama conforme a los criterios técnicos del CRD, hay que procurarle sus remedios, en virtud de que al realizar el tratado, no valoramos la razón de ser de la actitud de Costa Rica, quien se negó adherirse al mismo, hasta que no se le garantizaron las condiciones que ellos requerían, al entender que no estaban claras las reglas, así como también, no había forma de evitar que Estados Unidos, dejara de subsidiar a sus productores, conduciendo a una competencia desigual entre él y los países que eran sus socios.
Visualiza su trascendencia, para reorientar nuestra nación, hacia políticas que faciliten que los tratados de libre comercio de que es o pueda ser parte, sean encauzados con igualdad de oportunidades, para edificar zonas de intercambios comerciales que se soporten en reglas equitativas, como se ha obtenido en los casos del tratado de Estados Unidos y la Unión Europea; entre Canadá y Estados Unidos, como también, el existente en la comunidad económica que se creó en Europa.
Otro ejemplo que concibe como guía, es el de los países Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que han creado la alianza comercial más grande hasta ahora conocida en el mundo, unificadora de economías con un mercado de casi 3000 millones de habitantes cerca del 50% de la población mundial, sustentado en vínculos comerciales armoniosos y equitativos entre sus asociados.
Para el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), si bien es cierto, que no contemplamos un plan de contingencia, para solucionar los problemas que podía causar el RD-CAFTA y las prácticas neoliberales que nos obligan a depender de masivas importaciones, debemos procurar su erradicación, usando entre los instrumentos para dicho propósito, las estrategias que ha planteado y sugerido, destinadas a fortalecer las estructuras y fuerzas productivas, así como, para acelerar la promoción del desarrollo integral, que se requiere en nuestras zonas rurales y sus entornos adyacentes.
