Remembranza de Julio César Martínez Sobá
Cómo anda la democracia, compañero?, era el reiterativo saludo que me dispensaba cuando me apersonaba a su oficina Julio César Martínez Sobá, periodista de excepción, exiliado y combatiente de la Era de Trujillo y de todo cuanto entendió digno de combatir y enfrentar, protagonista de innumerables retos por tremolar sus principios, imposible de olvidarlo, aunque no así por quienes no han debido olvidarlo.
Este hidalgo de la conducta, que cabalgó con su espingarda arremetiendo contra todo cuanto entendió lesionaba los intereses supremos de su patria, extrañado de su patria por principios democráticos, que honró hasta el final de sus días un día de marzo de 1976, a los cortos 61 años.
Nació en La Vega, de padres boricuas, el 17-10-1915, y desde su primera mocedad se vinculó a la comunicación, primero como linotipista, debutando en la difícil misión de informar enfrentando los peligros de hacerlo independiente en la tétrica Era de Trujillo, donde la disidencia era una quimera, temeridad y riesgo, que concluía sombría para los osados.
Por esa temeridad y cultivo por los principios democráticos y el riesgo que entrañaba, se vio en aprietos, teniendo que asilarse en la embajada de México, en 1945, saliendo por Haití hacia Cuba, donde se radicó por un tiempo, donde fundó en La Habana con exiliados antitrujillistas la Organización Independiente Popular Democrática, enrolándose con los expedicionarios que vendrían pretendiendo derrocar la tiranía en el abortado intento de Cayo Confites, que el jefe del Ejército cubano, general Genovevo Pérez Dámera, vendió a Trujillo con la anuencia del presidente Ramón Grau San Martín.

Marchando entonces a México, fundó en la capital azteca junto al periodista cubano Carlos Franqui el periódico Liberación y luego junto a Franqui el periódico Revolución, que cambió de nombre porGranma, yate que transportó a un bisoño Fidel Castro desde México con 82 expedicionarios a Cuba, iniciando en 1956 la revuelta que derrocó tres años después, 01-01-1959, la dictadura del general Fulgencio Batista.
Retornando a su patria luego del ajusticiamiento del generalísimo Trujillo, fue director de La Voz Dominicana, y fundó la revista quincenal Renovación, donde me pagaba RD$15 por las colaboraciones, que son como RD$1,500 de hoy, 2017.
El Colegio Dominicano de Periodistas y todos los gobiernos sucesivos al desvanecimiento físico de Julio César Martínez Sobá han ignorado al insigne periodista cultor y gladiador pertinaz de la democracia y sus enaltecientes principios, nada excepcional en un país de olvidos convencionales.
Visitaba su casa y compartía con su familia los panes calientes de agua con chocolate, que compraba todas las tardes, que embadurnaba de mantequilla. Inolvidable.
JPM

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Gran Dominican lo fue el olvidado Julio Cesar Martinez, gracias por traerlo de nuevo a nuestras olvidadisas mentes.