Recursos públicos y corrupción (OPINION)

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El autor es administrador financiero y contralor general de la República. Reside en Santo Domingo

Desde tiempos inmemorables se habla del cáncer de la corrupción, entiéndase como tal el mal uso de parte de funcionarios de su autoridad y los derechos que se le confían, así como la autoridad relacionada con este estado oficial, oportunidades, conexiones para beneficio personal, contrario a la ley y los principios morales.

Etimológicamente, el vocablo corrupción proviene del latino corruption, cuyo significado es acción y efecto de arruinar, destruir, devastar o prevenir el estado natural de las cosas, refiriéndose en un sentido estricto a la descomposición de la materia antes que al comportamiento humano, al sistema social o a las instituciones.

En sentido lato, corruption fue empleado para hacer referencia a un escenario viciado o contaminado en su esencia, virtud y normalidad.

El diccionario de la Real Academia Española habla de que la corrupción hace referencia a tres acepciones de interés. La primera entiende el vocablo corrupción como la acción y efecto de corromper y corromperse, la segunda como el deterioro de valores, usos o costumbres, mientras que la tercera define corrupción en la administración pública, práctica consistente en la utilización indebida, en provecho de sus gestores.

La Convención contra la corrupción de la Organización de las Naciones Unidas, recoge como actos de corrupción el soborno de funcionarios públicos nacionales, extranjeros y de organizaciones públicas internacionales, así como la malversación, peculado y desvío de bienes públicos, tráfico de influencias, soborno en el sector privado, blanqueo del producto del delito, entre otros temas (Convención contra la Corrupción de la ONU, 2003, artículos 15 y siguientes).

La Corrupción e Integridad en las Empresas Públicas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señala en relación con el concepto corrupción, que aunque no hay una definición acordada internacionalmente, a efectos de la presente recomendación, puede entenderse de forma general que este concepto comprende los actos de corrupción incluidos en el ámbito de aplicación de la Convención de las Naciones Unidas contra la corrupción (Directrices de OCDE, 2009, p. 18).

Conforme el profesor Robert Klitgaard, la corrupción puede conceptualizarse desde la fórmula o ecuación: C=M+D-R, o Corrupción =Monopolio+Discrecionalidad-Rendición de Cuentas. Hay corrupción cuando ocurre monopolio y discrecionalidad abusiva (arbitrariedad) en el poder y no existen vías de rendición de cuentas y responsabilidad en la gestión del mismo.

Sin lugar a dudas a falta o ausencia de control formalizado favorece que la corrupción se genere, se expanda, se perpetúe y se perfeccione dentro de las organizaciones como, así también, el déficit de transparencia disminuye u opaca el riesgo del sujeto a ser descubierto en sus prácticas o negocios criminales.

Consciente de lo expresado en el párrafo anterior, los organismos de control de la República Dominicana entre ellos, la Contraloría General de la República, en cumplimiento del artículo núm. 247 de la Constitución de la República y su Ley Orgánica núm. 10-07 y su reglamento núm. 491-07, hace hoy más hincapié que nunca, por instrucciones expresas del ciudadano presidente Luis Rodolfo Abinader Corona, en fortalecer los controles internos.

Fortalecimiento

Esto así, la Contraloría General de la República fortalece cada día más sus controles para hacer cumplir las leyes mediante el establecimientos de nuevas Unidades de Auditoría Interna en las distintas instituciones del Gobierno Central, la integración de nuevas herramientas tecnológicas como el uso del Sistema de Información de la Gestión Financiera (SIGEF), el Sistema Único de Pagos, el Sistema de Trámite Regular Estructurado de Registro de Contratos.

De igual forma la aplicación del Índice de Control Interno (ICI), Sistema de Firma Digital, Normas, Resoluciones y capacitación de sus auditores, la práctica continua de auditorías o fiscalizaciones del gasto, mediante la Unidad de Auditoría Interna, con miras a subsanar los hallazgos de procedimientos incorrectos en el uso de los fondos del Presupuesto General del Estado y, para detectar los eventuales fraudes, a través de la Unidad de antifraude.

Informes de autoría e investigación antifraude que se remiten directamente a los incumbentes de cada institución auditada o investigada, para corregir los hallazgos o debilidades de sus sistemas de control interno mediante el uso del software teamMate+Audit, a la luz de las Normas Internacionales de Auditoría (NIA), aplicación del modelo de evaluación y mejora del sistema de control interno a los fines de prevenir los riesgos a los cuales se enfrentan las instituciones públicas (COSO) (Sponsoring Organizations of Treadway Commission).

Asimismo, mediante la aplicación de las Normas Básicas de Control Interno (NOBACI) y sus cinco pilares: entorno de control, evaluación de los riesgos, actividades de control, sistemas de información y comunicación y actividades de monitoreo y supervisión las cuales son evaluadas y mensuradas a través de la dirección de desarrollo normativo de la Contraloría General de la República.

Como se sabe, las manos de seda de la corrupción siempre están atentas o al acecho para aprovecharse de cualquier descuido de los encargados de aplicar los controles para burlarse de ellos y practicar actos de corrupción en sus diferentes manifestaciones.

Recientemente, visitó la República Dominicana la Comisión Nacional Contra la Corrupción de Guatemala, a los fines de nutrirse de las herramientas que emplea la nación dominicana para combatir el peor flagelo contra el bienestar de los humanos como es, el desvío de los fondos que deben dirigirse a salud, educación, vivienda y otros gastos sociales así como a los gastos de capital.

Dicha Comisión se reunió con el presidente Abinader, en la que se presentaron las acciones que se están implementando, con el fin de fortalecer la colaboración entre ambos países.

Se acordó que Guatemala y la República Dominicana seguirán trabajando en conjunto en algunos puntos de importancia como el de establecer controles en materia de contratación pública y realizar un abordaje integral y a largo plazo desde el fortalecimiento de la integridad del funcionario público.

El presidente dominicano, propondrá el tema de la lucha anticorrupción para abordarlo en la X Cumbre de las Américas, que se celebrará en suelo dominicano a finales de 2025.

El presidente Abinader resaltó que el combate contra la corrupción no de palabra sino de hechos, es un eje fundamental dentro de las políticas públicas de su gobierno.

Se recuerda que el extinto Dr. José Rafael Abinader Wasar, ex contralor general y ex ministro de hacienda de la República Dominicana, entre otras funciones públicas y privadas, padre del hoy presidente de la República, Luis Rodolfo Abinader Corona, fue un abanderado de la lucha contra la corrupción, que no solo la predicó con el ejemplo en el país sino que fue invitado a dictar charlas y conferencias en foros internacionales sobre el combate contra la corrupción, tal el caso de la charla que dictó el 3 de noviembre de 1986, en el Comité de Estudios sobre la América Latina e Iberia de la Universidad de Harvard, Estados Unidos de Norteamérica.

En dicha conferencia el Doctor Abinader Wasar, hizo un recorrido sobre el tema de la corrupción desde los tiempos coloniales hasta el año 1986, donde destacó la corrupción y sus distintas manifestaciones y la definió como la acción humana que viola las normas legales y los principios éticos.

De tal palo tal astilla

Como se puede colegir que de tal palo tal astilla, así sucede, que del tronco del Dr. Abinader Wasar se desprendió la astilla del presidente Abinader Corona, por ello no es extraño ni sorprendente que el actual presidente de la nación dominicana al igual que su padre desarrolle una lucha sin cuarteles, una gran cruzada contra el flagelo de la corrupción en la nación dominicana.

Las Naciones Unidas (ONU), estima que la corrupción le cuesta al mundo 2.6 billones de dólares al año, equivalentes al 5% del Producto Interno Bruto Mundial y el 25% del Gasto Público Mundial, en un contexto donde las empresas y las personas pagan en sobornos más de un billón de dólares cada año.

En la República Dominicana se estima que el costo de la corrupción asciende al 1.1% del PIB, poco menos de la mitad del estimado del déficit para 2025 (3.0%), lo que significa decenas de millones de pesos que van a parar a los bolsillos de personas o empresas.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha expresado que la corrupción destruye instituciones, roba escuelas y hospitales, priva a las personas de sus derechos, ahuyenta la inversión extranjera, daña el medio ambiente, corroe la democracia y enriquece a funcionarios.

De manera pues la República Dominicana tiene una cita con la historia a finales de 2025, en el marco de la X Cumbre de las Americanas a celebrarse en el país, donde se tendrá la oportunidad de demostrar con hechos los avances significativos, que en materia de lucha contra la corrupción, que se libra en la administración Abinader, se han alcanzado.

felix.felixsantana.santana.santanagarc@gmail.com

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