Recuerdos del viejo cartero
Desde la antigüedad, surgió la necesidad de la comunicación a distancia, inicialmente dentro del territorio de un mismo reinado y posteriormente teniendo que rebasar las fronteras territoriales. Esta necesidad fue lo que dio lugar al correo.
La palabra correo deriva del latín currere, que significa ir de prisa, correr. Pero quienes estaban obligados a ir deprisa y correr eran los encargados de entregar la correspondencia, es decir, los carteros.
El autor Luis Benjamin Fernández Pérez (2016), en su obra El correo y el cartero comenta que los antiguos romanos utilizaban stationes (albergues) en donde los mensajeros y sus caballos podían descansar antes de continuar su viaje. Con el paso del tiempo a los sitios de descanso se les llamó postatio y de ahí surgió el término postal.
Orígenes
En realidad, se ha demostrado que el origen del correo se remonta al antiguo Egipto, cuando surgieron los primeros mensajeros a pie; y hace dos milenios, en Roma, los primeros a caballo. El primer documento postal hallado en Egipto data de 255 a.C. Sin embargo, los orígenes del servicio postal también se han rastreado hasta China, donde se utilizaban mensajeros a caballo en el año 4000 a.C. Tanto Grecia como Roma contaban con sus propios sistemas de comunicación postal, reflejando la importancia de este servicio en la antigüedad.
En América
En América, antes de la llegada de los españoles, en México, la tarea de comunicar mensajes la llevaban a cabo personas expertas. Existió una organización de diferentes tipos de mensajeros: el paynani o “corredor ligero”, considerado mensajero de los dioses, que servía a los tlatoani o gobernantes; los yciucatitlantis, quienes llevaban datos urgentes a las ciudades; los tequihuatitlantis o mensajeros de guerra, y los tamemes quienes llevaban productos y mercancías.
Tras la llegada de los españoles, según refiere Villa Gago, en México se introdujeron nuevas formas de entrega: a caballo o con carretas tiradas por bueyes, que operaban a la par de los mensajeros indígenas. En 1579, se estableció como actividad formal con el Correo Mayor de Hostes y Postas de la Nueva España.
Correo en el país
En nuestro país, el 18 de octubre de 1865, fueron impresos en la imprenta de los Hnos. García los primeros sellos postales y constituyen el origen de nuestro sistema postal actual. Estos primeros sellos, conjuntamente con otros emitidos entre 1865 y 1876, son los llamados “sellos clásicos” dominicanos.
Recuerdo que a principio de los años 60, cuando me interesé en viajar a México para cursar estudios de medicina, fue a través del correo que me puse en comunicación con la UNAM y me enteré de todos los requisitos para admitir un estudiante extranjero en dicha universidad.
Ya residiendo en México, a partir de 1966, me alojé en la Casa Estudiantil, a la entrada de la UNAM, donde también vivían estudiantes de toda América. Todos estábamos pendientes de la llegada del cartero, que anunciaba su proximidad tocando un pito que tenía un sonido distintivo característico. Desde que se escuchaba dicho silbido en las proximidades, todos bajábamos al estar del edificio a esperarlo, con la esperanza de recibir noticias de nuestros seres queridos.
Para los años 60, una carta tardaba cinco días para llegar de República Dominicana a México y viceversa, de modo que el recibo de misivas de los familiares y amigos era algo esperado con ansias. Pero, a pesar de la existencia del servicio de correos, en nuestro país fue hasta 16 de noviembre de 1963 cuando se promulgó la Ley número 40, esta ley estableció la creación de la Dirección General de Correos.
El cartero
El viejo cartero, en México, se desplazaba en una vieja bicicleta para realizar su trabajo. Pero en San Cristóbal, igualmente un conocido cartero tenía que realizar su trabajo a pie.
Actualidad
Ya en la actualidad, la costumbre de escribir cartas para enviarlas por correo se ha ido perdiendo. Se puede afirmar que el correo digital ha desplazado casi por completo al servicio postal, aunque en opinión de la experta Marcela Peñaloza Báez. estos servicios, más que competir entre sí, se complementan:
La realidad es que actualmente, para los jóvenes ya no tiene tanto sentido el uso del correo postal, ni siquiera el electrónico. Estos se comunican de forma inmediata, con informalidad en el uso del lenguaje, y para ellos esta herramienta representa un medio arcaico, rígido, que obliga a la construcción de mensajes más elaborados, y lo usan lo menos posible, sólo cuando interactúan con sus profesores o institucionalmente, pero no con sus pares, lo cual es reconocido por la misma experta Marcela Peñaloza Báez.
En lo personal, hace varios años que no he recibido ninguna carta llegada por la vía postal. Aún así, recuerdo con mucho afecto los viejos carteros, que tantas cartas me llevaron, los doce años que viví en México y después de mi regreso al país, prácticamente hasta el año 2000. El día 12 de noviembre se celebra el día del casi olvidado cartero.
jpm/am