RD no soporta el tripartidismo: el tercero se hunde

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El autor es politólogo y teólogo. Reside en Nueva York

A pesar del proceso de inestabilidad post ajusticiamiento de Trujillo (1961-66). El sistema político de la República Dominicana ha demostrado una verdad estructural: de no soportar tres partidos mayoritarios a la vez.

Aunque el escenario electoral este poblado de múltiples siglas, alianzas y candidaturas, la historia política ha sido clara en su veredicto: siempre dos fuerzas se consolidan y el tercero en discordia termina hundiéndose, desplazado o absorbido.

El primer intento serio, después de Trujillo, de estructuración electoral democrática se dio con la figura de Viriato Fiallo por la Unión Cívica Nacional -UCN- y Juan Bosch -PRD- (1962).

Sin embargo, el liderazgo reformista de Joaquín Balaguer y la rearticulación del PRD desde el exilio consolidaron, a partir 1966, un bipartidismo de hecho: Partido Reformista (PR) en el poder, y PRD en la oposición.

En ese periodo, aunque emergieron fuerzas como el MIDA de Augusto Lora o el Movimiento Popular Dominicano (MPD), Partido Revolucionario Social Cristiano, PQD, MCN, PDP, etc, ninguna pudo escalar a la condición de fuerza mayoritaria.

PRD

El PRD asumió el poder en 1978 con Antonio Guzmán, seguido por Salvador Jorge Blanco en 1982. A pesar del regreso triunfal de Balaguer en 1986, el PRD siguió siendo su principal contendor.

En ese contexto, Juan Bosch, tras haber abandonado el PRD en 1973, fundó el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que durante más de dos décadas operó como fuerza terciaria.

PLD

Fue en 1990, a raíz de la fragmentación en Bis y PRI del PRD, y su crisis interna prolongada, cuando el PLD logró consolidarse como una segunda fuerza emergente. En 1990, el PRD retrocedió, quedando en tercer lugar, pero 1994, le tocó al PLD, y en 1996, gracias a una alianza coyuntural con el PRSC (el “Frente Patriótico”), Leonel Fernández ganó la presidencia, iniciando así veinte años de hegemonía morada.

Durante ese ciclo, el PRD mantuvo su peso como segunda fuerza, a pesar de sus divisiones internas y el PRSC absorbido.

La historia volvió a repetirse cuando el PRD se fragmentó definitivamente y dio lugar, en 2014, al surgimiento del Partido Revolucionario Moderno (PRM), que logró ganar las elecciones presidenciales del 2020.

El PLD, tras dos décadas en el poder, cayó víctima de su desgaste, escándalos de corrupción, luchas internas y pérdida de conexión con la base. Ese año, Leonel Fernández —ya escindido del PLD— participó con su nueva organización, la Fuerza del Pueblo (FP), logrando un tercer lugar con alrededor del 9%. Muchos lo subestimaron.

Pero en los cuatro años siguientes (2020–2024), la FP creció de forma orgánica, territorial y política, mientras el PLD continuó su declive. Para las elecciones de 2024, aún bajo una gran alianza electoral encabezada por la FP —compuesta por antiguos colosos como el PRD, el PLD, el BIS, el PQDC, entre otros—, el PLD no logró superar el 10 % de los votos, y la FP se consolidó como la principal fuerza opositora.

Es decir que dos partidos tradicionales (PRD, extinguido y el PLD en proceso de ser engullido por la FP), reafirma la tesis.

Aunque un partido participe en una gran alianza, si no cuenta con respaldo real, será parte del proceso, pero marginal en la suma electoral.

Casos anteriores

Casos anteriores lo confirman: Jacobo Majluta, con el PRI, nacido del PRD y Fernando Bogaert del PRSC, con la UD, este originario del PLD.

En el caso de Majluta logró una presencia significativa en 1990, pero en 1994, su partido desapareció electoralmente. Y la UDC, no pone huevo y ni canta como gallo.

Lo mismo ocurre ahora con el PLD: su inclusión en la alianza opositora no impidió su desplazamiento por la FP. De modo que, aunque en las elecciones de 2024 haya existido un bloque opositor diverso, solo dos partidos concentraron más del 80% del voto nacional: el PRM y la FP. El PLD —al igual que el PRD, el PRI o el Reformismo en su momento— han sido desplazados del espacio mayoritario y han entrado en una fase de irrelevancia operativa.

El sistema dominicano tiene una naturaleza absorbente: dos polos se disputan el poder y el tercero, aunque momentáneamente relevante, termina siendo fagocitado. Ni alianzas tácticas, ni liderazgos carismáticos pueden romper esta lógica sin base social sólida ni estructura territorial efectiva.

A menos que se produzca una reforma profunda de la cultura política y del sistema de representación, el país seguirá operando bajo una estructura de poder dual. El ruido de los múltiples partidos no cambiará el hecho central: solo dos contendientes concentran la fuerza, el financiamiento, el arraigo y la capacidad real de alternancia.

Conclusión

En conclusión, la historia de los partidos dominicanos muestra un patrón claro y persistente. El PRSC fue desplazado y extinguido. El PRD ha desaparecido. El PLD está siendo devorado y al mismo tiempo absorbido.

La Fuerza del Pueblo y el PRM marcan hoy las nuevas fuerzas que dominan el espectro político. Y aunque mañana puedan cambiar los nombres o los colores, la lógica seguirá invariable: en República Dominicana, el tercero se hunde y en este momento histórico le toca al PLD.

¡Eso es así, compañerito!

javierfuentes1964.jf@gmail.com

jpm-am

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Arenoso25
Arenoso25
3 meses hace

El análisis es correcto. Yo solamente aportaría que los Dominicanos (a) votan de forma emotiva, guiados por la percepcion del Partido que alcanzaría la victoria. Es decir, los Dominicanos no votan por propuestas ni programas. La balanza se inclina inexorablemente de forma automata…se impone la narrativa fríamente calculada del marketing electoral inteligentemente diseñado!!

Margarita
Margarita
3 meses hace

Excelente Análisis. De hecho aunque hay segunda vuelta, en casi todos los procesos electorales las elecciones se definen en la primera vuelta.

Rafa Mend
Rafa Mend
3 meses hace

Excelente análisis, en buena parte comparto todo lo expresado.
Con el alejamiento del votante de la urna, fruto de sus desencantos y promesas incumplidas, si pienso que dentro de pocos años, si continuamos el mismo trayecto, los partidos mayoritarios no alcanzarán los votos suficientes para cruzar en una primera vuelta, aun con el apoyo de una buena cantidad de los minoritarios.

Mari
Mari
3 meses hace

Un significativo analysis en el campo politico que abarca a los que dominan el voto en República Dominicana. Solo dos partidos se alzan con el mayor porcentaje de los vorantes. Asi es.