Puertorriqueños adoptan productos dominicanos
SANTURCE, Puerto Rico.- El mangú no es el único alimento de origen dominicano que los boricuas han adoptado en sus comidas. La lista de productos del vecino país que entran a suelo puertorriqueño es cada vez más extensa.
El queso para freír, el salami y una longaniza que preparan en el República Dominicana se han convertido en parte de la canasta de productos que los boricuas procuran en un negocio de comestibles en Bayamón.
“El queso para freír se vende como pan caliente”, describió Manuel Ortiz Tejera mientras abría la puerta de cristal de una de las neveras que tiene en su negocio Supermarket Ortiz, en la calle Comerío, de Bayamón.
Ortiz Tejera mostró una gama de embutidos, entre ellos varios salami, que clientes de diversos lugares de la zona norte acuden a buscar a ese local.
Entre esos salami estaba la marca Induveca y el Higüeral, este último con la bandera dominicana en la etiqueta. “Muchos puertorriqueños vienen en busca de este salami”, aseguró don Manuel, quien llegó a Puerto Rico en 1981.
Explicó que puertorriqueños, entre ellos esposas y amigos de dominicanos, han probado varios de los productos que importan del vecino país y luego lo visitan en busca de esos víveres.
Empero, en este local no solo venden alimentos que llegan de la República Dominicana. También tienen jabones, artículos de limpieza, belleza y para el cuidado de la salud.
Los productos importados los tiene distribuidos en las diversas góndolas que hay en el local. Casi frente de la caja registradora están los pequeños envases de artículos de belleza y salud.
Yahaira Ortiz, cajera e hija del comerciante, cruzó el mostrador para enseñar varias cajas plásticas en donde guarda pequeñas bolsas, una de ellas con diminutos granos casi transparentes.
¿Qué es eso?, se le preguntó. “Alumbre”, dijo.
¿Y para qué se usa? “Si te sacas una muela, haces buches con agua caliente y te ayuda a cicatrizar rápido”, explicó la joven que luego enseñó otra pequeña bolsa con polvo de sulfa. “Este es para cicatrizar heridas”, dijo.
La joven enseñó una gama de productos para la tos, el Prosta-Nat y el llamado ‘Polvo de Hierro’, el cual utilizan para supuestamente aumentar la hemoglobina. Junto a estos tenían varios productos de belleza, algunos para el cabello y otros para el rostro.
Mientras, don Manuel se adentró por una de las góndolas y enseñó unos paquetes de los que describió como jabones “casi milagrosos”.
“Estos jabones sirven para lavar infecciones y heridas”, describió antes de enumerar la cantidad de variedades que tenía de ese producto.
Destacó que ese jabón, marca Lavador o Candado, lo hacen con la resina del árbol de Cuaba. Cinco pastillas de este jabón cuestan $4.95, pero don Manuel también las vende detalladas.
“Los boricuas lo han probado y le ha gustado”, dijo sobre el jabón de bañarse que consigue de varios distribuidores.
A pasos del jabón estaban los paquetes con “casabe natural de yuca”. El hombre indicó que ese producto, por lo regular, lo compran los dominicanos.
Uno de los artículos más extraños que mostró eran los palitos de cuaba amarrados rústicamente con un pedazo de soga. El hombre dobló la espalda y agarró los pequeños pedazos de madera que casi tenía en el suelo. Los palitos se utilizan como mecheros.
Fuente: ELNUEVODIA.com
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