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Por un Ministerio de Bienestar Social
La República Dominicana es un país subdesarrollado, en donde las diferentes políticas económicas llevada a cabo por la mayoría de los gobiernos desde el siglo XIX, crearon un tangible polo de pobreza, que únicamente con la ayuda oficial, podrían estos estratos sociales abandonar la penosa situación de miseria que les abate. Es indiscutible que los accidentes económicos y sociales acontecidos en el país han contribuido al incremento de la pobreza en que están sumergida una parte importante de las personas en el país. Equivocadas políticas económicas, quiebra de bancos, irresponsables devaluaciones monetarias, disminución del salario real, inflación, etc., han sido factores que han incidido en el incremento de la pobreza. La deuda social acumulada que por muchos años padece la sociedad dominicana es descomunal, y hace obligatorio que el Estado Dominicano se embarque en la elaboración de políticas sociales que vayan en ayuda de las personas desvalidas. Es sintomático el que la economía de un país crezca sin que una parte importante de sus ciudadanos y ciudadanas se beneficien de ese crecimiento. El capitalismo se torna salvaje cuando hace realidad la consigna de, “sobrevivan los más fuertes”, retrocediendo el consenso societal y la legitimidad con que toda colectividad debe desenvolverse. Es por esto que desde hace algunos años vengo propugnando por la creación de un ministerio de Bienestar Social, institución estatal que se encargaría de acudir en auxilio de personas necesitadas de ayuda. Un ministerio de Bienestar Social sería un pie de amigo de las madres solteras, las personas emprendedoras, la juventud estudiosa y que necesita de recursos para seguir con sus tareas académicas, la gente que está desempleada, la gente emprendedora, etc. Dirían ustedes que para qué un ministerio más, y que realmente lo que traería esa entidad sería incremento de la burocracia, aumento del presupuesto, etc. Sin embargo, esa reflexión no es cierta y está muy alejada de la verdad, pues la creación de un ministerio de bienestar social no necesitaría, la identificación de un solo centavo; no se requeriría ningún tipo de inversión por parte del Estado Dominicano, ya que este sería una realidad con el simple hecho de asignar los innumerables y millonarios recursos dedicados a la ayuda social por parte de la mayoría de las instituciones dominicanas, las cuales nada tienen que ver con el capítulo de la ayuda social. El ministerio de Bienestar Social monitorearía a toda persona que la institución le extienda apoyo alguno. Pero a pesar de socorrer a la gente no se dejaría de aplicar el apotegma de “antes que darle el pescado, mejor es enseñar a pescar”. Frente a la desigualdad social existente en nuestro país, es mandatorio que el Estado Dominicano acuda en auxilio de esa parte de la población que está postrada social y económicamente. El ministerio de Bienestar Social tendría como meta garantizarle a la ciudadanía más vulnerable, ubicada luego de estudios estadísticos, un mínimo de subsistencia. El organismo estaría compuesto por profesionales de la sociología, antropología, economía, etc., y trataría por todos los medios de convertir en entes productivos a los necesitados. Encaminémonos a la ponderación de la factibilidad de un ministerio de Bienestar Social, ya que con una institución como ésta, el Estado Dominicano humanizaría las inicuas relaciones sociales existentes. Asimismo, un ministerio de Bienestar Social contribuiría a la inclusión social de miles de personas que hasta por mucho tiempo han navegado en el mar de las injusticias.
