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Por qué culpar a Monchy Fadul?
El apellido Fadul se encuentra hasta en la sopa, posiblemente sea en Santiago, uno de los más nombrados, pero no de ahora, sino desde siempre.
En ese apellido hay de todo como en casi todas las familias, están los que se han destacado en la política y en el mundo del derecho, virtuosos de la guitarra, famosos cocineros y están los jóvenes desbocados embriagados de un éxito que no es de ellos, sino de sus antepasados, ganado en base a trabajo y tesón.
Como en todas las familias pobres o ricas hay gente demasiado servicial y buena y otra un tanto más cerrada que no da tanto de sí.
El apellido Fadul siempre se ha nombrado, pero desde hace unas semanas se nombra de manera insistente, los medios de comunicación apuntan hacia el hijo de Rosita Fadul, ex Gobernadora en tiempos de Balaguer, una dama que siempre tuvo fama por su especial manera de conversación.
El hijo de doña Rosita está sobre la palestra pública por haber insultado y agredido a dos agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) cuando le mandaron detenerse por una infracción de tránsito.
Yo no quiero hablar del hijo de la exgobernadora, sobre eso ya se ha dicho todo; mi interés esta vez es hacer esta pregunta: ¿Por qué se culpa a José Ramón Fadul de la “malcriadeza” del sobrino?
Me han asegurado que el ministro de Interior y Policía, tanto en sus funciones como en su vida privada entre amigos y conocidos, es un hombre cordial y respetuoso.
Si estoy equivocada que alguien me aclare, pero me parece que Monchy Fadul nunca ha sido noticia por haber faltado a nadie, o por abanderarse creyéndose mejor que los demás, valiéndose del poder que le otorga su alto cargo.
En todo el país se le respeta, en Santiago, su pueblo se le quiere y quien le ha buscado para que le ayude en determinada causa le ha encontrado, basándome en esa descripción, creo que puedo tener la certeza de que el ministro Fadul no es el típico tío consentidor de acciones negativas, aunque muchos medios de prensa ante la anarquía del joven hayan querido decir que éste se siente apoyado por el tío.
Monchy Fadul ha sido servidor público desde hace mucho tiempo, ha servido desde diversas plataformas, ha ido escalando posiciones y ahora se encuentra en lo que podríamos llamar la cúspide del poder, sin embargo es un ministro afable al que no se reconoce por ser precisamente prepotente.
Ante todas estas meditaciones me ha surgido hacer esta pregunta pública, ¿Por qué se culpa a Monchy Fadul por conducta de su revoltoso sobrino?
No es justo que continúe rodando esta cadena condenando a ciegas al Ministro que además ordenó que al chico en cuestión, se le dispensara idéntico trato que a cualquier ciudadano.
