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¡Por fin llegó el 2017!
El 2016 se fue, y como de costumbre, nos dejó con las gavetas de los tribunales repletas de casos y demandas por corrupción mientras que las cárceles, aunque repletas, nos las dejó vacías de funcionarios corruptos. Sí, el 2016 se marchó, pero antes de irse nos dejó con el escandaloso caso Odebrecht y con un presidente que protege sus funcionarios corruptos,
Se fue dejándonos un grupo de hombres decidiendo sobre el cuerpo de nuestras mujeres, con un gran número de familias desalojadas por las inundaciones, con un resultado académico (PISA) vergonzoso y con un nivel de delincuencia y criminalidad inaguantable.
Partió dejándonos con la increíble venta del barrio Los Tres Brazos y todos sus habitantes y con la amenaza de despojar la clase trabajadora de sus conquistas laborales. Se largó dejándonos con la voracidad de las ARS y las AFP privadas que, en complicidad con representantes corruptos del gobierno, siguen erosionando los sistemas de Salud y Seguridad Social.
Antes de partir, el 2016 nos dejó con más desempleados, más deuda pública, con más homofobia y más xenofobia. Se fue y nos dejó más pobres, más oscuros, con más basura, con menos salud, con menos alimentos, con más miedo, con menos empleos, con más corruptos, con menos justicia y con más de lo mismo.
Pero por suerte se fue.
Por suerte, pues su partida nos dejó con la experiencia y el espacio para renovar las esperanzas, para continuar la lucha, para recapacitar y para re-lanzar la campaña por el bienestar sostenible de toda la nación.
Su partida nos dejó la oportunidad para encausar nuestras acciones en busca de soluciones sostenibles y duraderas. Ahora podremos usar nuestra energía para combatir el sistema que, no solo promueve esas inhumanas injusticias, sino que se alimenta de ellas.
¡Alegrémonos! porque su partida nos ha brindado la oportunidad de unirnos para luchar en contra de los que crearon y se beneficiaron de todos los males que nos dejó el 2016.
El 2016 se ha ido…
¡Bienvenido 2017!
