Político, pelotero, músico o militar

Por JOHHNY SANCHEZ
Fecha: 20/02/2016
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Los últimos cuarenta años de nuestra historia republicana han marcado la metamorfosis de la virtud en los anti valores que Juan Bosch, Martí y Gandhi predicaron por mucho tiempo.

Las 4 carreras enunciadas arriba son las más deseadas por todos, en R.D. Te hacen millonario en poco tiempo, pero la más voraz es la de político, financiándose sus hazañas con dinero de otros, y del Estado.

Pagan con creces si ganan, y si pierden, pasan facturas a Junta Central Electoral, o se declaran insolvente y no pierden nada.

Ese mensaje a juventud debemos desmontarlo.

Hoy la sociedad dominicana está conformada por un creciente número de “inútiles verbosos, incapaces de emprender algo sin mucha ayuda y enemigos del trabajo recio”.

Eso es para los haitianos…, los dominicanos no somos bestias, me dicen.

Basta cruzar el Conde, o la Ave. Duarte a cualquier hora del día para apreciar la cantidad de dominicanos vigorosos que pierden el tiempo miserablemente, discutiendo sobre temas que nada aportan a la vida social y productiva del país.
Esperan que un político los oiga y les de su borona por los banderazos y actividades de influenciar a votantes pobres, con el cuento de si ganamos, tú vas a estar muy bien….

Mucha gente en las caravanas, todas pagadas, son más efectivas que encuestas, pero ya ese cuento de cantidad versus amarres seguros, sólo se sabrá en las urnas.

Basta recorrer las calles de Gascue y la Máximo Gómez, o el sector de Villa Juana para comprobar cuántos adolescentes escapan de la escuela para acudir a la zona wifi, de los mall y cuántos jóvenes aguardan a los turistas para ofrecerles mujeres y productos de contrabando baratos, fomentando el vicio, mientras desprecian abiertamente el trabajo honrado, el estudio y la cultura.

Vamos dónde hay. Mamá, o el jefecito, tienen mucho dinero, son ricos dadivosos y no quieren perder.

«Me busco el dinero de hoy y allanto el 15 de Mayo con un voto comprado en base a comida hoy, y esperanza mañana de un buen cargo o en una nominilla». Me cuentan.

¿Cuál sería la sorpresa de José Martí y Bosch al saber que los dominicanos prefieren exiliarse por millares en Estados Unidos, antes que ver coartados sus derechos civiles y deseos de prosperar rápidamente?
Las 4 carreras deseadas, si no la logras, rápido, te queda la última opción, irte, no tuvisteis padrinos.

¿Qué pensaría el hombre que fundó un periódico y un partido para apoyar la lucha por la independencia de la isla, ante la autocracia y la ausencia de prensa libre?

Todo lo que Martí y Bosch defendieron como maestros, periodistas y políticos, ha sido manipulado por un poder enquistado desde hace más de 20 años y con todas las comodidades para mantenerse para siempre en el poder.

Un poder que incluye en los planes de estudio sólo los textos de próceres cuya interpretación pueda servir a la consolidación de la farsa y a la estrategia de inocular, desde edades tempranas, la pasividad en el espíritu de los insulares. Debes esperar, no es tu tiempo, sea obediente y servil.

La filosofía de repetir en masa, como papagayos, los poemas del Apóstol Marti y las consignas ancestrales de Bosch puede engañar el ojo del turista que, conmovido, se detiene a observar la concentración de infantes y jóvenes frente al monumento patrio del Parque Independencia, haciendo creer que son patriotas y no tránsfugas oportunistas sin banderas.

Pero quien conoce lo suyo, sabe que Martí, Duarte y Bosch sólo son recordados en el escenario que muestran las fotos, que sus idearios no logra hacer mella en un pueblo cada vez menos propenso a la lectura y a la práctica diaria de la cortesía, paciencia, la honestidad y el civismo.

El no castigar la corrupción que permea la nación desde políticos, militares músicos y jueces es lo que motiva a la juventud a esta metamorfosis de valores que auspicia el populismo de estar bien y robar que después te sueltan, o compras tu salida, cumples unos meses y vuelve y vuelve a lo mismo con varias fichas. Los líderes políticos ¿eso es lo que enseñan?

El Dr. Cesar Mella, lo explico en prensa, dijo: “los nacidos en los años cuarenta y cincuenta, sin pasar del 60, tenían como orgullo reiterado que se levantaban de madrugada a ordeñar las vacas con el abuelo; que tenían que ayudar a limpiar la casa; no se frustaban por no tener vehículo, andaban a pie a donde fuera, siempre lustraban sus zapatos, los estudiantes no se avergonzaban de no tener trabajos gerenciales o ejecutivos aceptaban trabajos como limpiabotas, mensajeros y ayudantes.

Lo que le pasó es que elaboramos una famosa frase que no dio resultado y mando todo al diablo: ‘¡Yo no quiero que mis hijos pasen los trabajos y carencias que yo pase.

Hay que darles ayudas, no pidieron venir al mundo.

¿Cuándo maduraremos?

Johnnysanchez1147@yahoo.com

jpm

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