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Petróleo: ¿pa´ rriba o pa´bajo?
¿Qué tiempo le quedará al petróleo antes de agotarse? ¿Quizás setenta años; quizás más? Pero su condición de energía no renovable y de explotación intensiva le pone fecha a su existencia en el mundo. Y la humanidad todavía no ha encontrado su sustituto.
El hidrógeno no ha exhibido características por encima del llamado oro negro para desplazarlo. Las energías limpias tampoco lo han podido sustituir.
Desde mediado de los años setenta se inició una espiral alcista de los precios de los hidrocarburos, convirtiéndose esos incrementos en punta de lanza para las economías vulnerables que no cuentan con los mismos en su subsuelo. Asimismo la agenda económica en todo el globo terráqueo ha dependido de las fluctuaciones de esta mercancía.
Tener petróleo permite muchas ventajas comparativas, pero por el hecho de contar con él en el subsuelo, no es prerrogativa para que el desarrollo aparezca como por arte de magia, y como ejemplo está Sudán, que a pesar de estar sobre un lago del combustible, este país es uno de los más pobres del mundo.
En el caso de nuestro país, el programa de Petrocaribe mitigó la pesada carga que representaba un barril de petróleo por encima de los cien dólares.
Desde junio del año pasado los precios de los carburantes se han desplomado en más de un cincuenta por ciento, y sobre el futuro del mercado de este mineral las consideraciones de los analistas están divididas, pues algunos vaticinan que los precios volverán a ser altos, mientras otros dicen que se desplomarán por debajo de los 20 dólares el barril.
La incertidumbre de los hidrocarburos ha llevado a que más del veinticinco por ciento de las refinerías del preciado oro negro en Europa estén compelidas a cerrar sus puertas en veinte años. La debacle de los carburantes obligó a la gran mayoría de las compañías petroleras en territorio norteamericano a endeudarse.
Muchos factores se citan al instante de valorar el actual mercado de los hidrocarburos, como son: Los vaivenes en el precio a la desaceleración de China, el bajo crecimiento de la economía europea, la lenta recuperación de Japón, a la sustitución de energías no renovables por energías limpias, y también el almacenamiento del importante mineral por parte de Estados Unidos, entre otros factores.
En estos momentos el precio del barril del petróleo está por debajo de los cuarenta y cuatro dólares lo que marca la tendencia al desplome de su precio. ¿Será esta la tendencia dominante en los próximos años? Como vimos las opiniones están divididas.
Para un país como el nuestro que no produce petróleo, sus fuerzas deben concentrarse en ir disminuyendo el consumo del conflictivo mineral, e ir paulatinamente sustituyéndolo por energías limpias y renovables.
