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Petrocaribe, una oportunidad perdida
Por LUIS FERRERAS
En medio del júbilo, lógico y entendible por demás, que nos causan las rebajas semanales del precio de los combustibles como consecuencia de la caída de los precios del petróleo en los mercados mundiales de commodities y sus consecuentes rebajas en los precios de los combustibles en República Dominicana, casi todos nos hemos olvidado de aquel “oportuno espaldarazo” que representó en un momento el acuerdo de petrocaribe para amortiguar el impacto del pago de la factura petrolera en los momentos más volátiles e inestables que pudo experimentar el mercado del llamado “oro negro”.
Como todos sabemos, esta indispensable materia prima, el petróleo, sin el cual sería imposible mantener en movimiento el mundo, se ha embarcado en una tendencia de estrepitosa caída de precios. Se aluden múltiples razones que van desde las leyes básicas de la economía, de “oferta y demanda”, hasta estrategias de índole geopolítico en el interés de EE.UU y Arabia Saudita, según reputados analistas, de arruinar economías altamente dependientes de su producción petrolera como Irán, Rusia y Venezuela, para citar algunos.
La baja estrepitosa en los precios del petróleo West Texas, por ejemplo, que es el que rige los precios de los combustibles en RD, de US$107.00 el barril en Junio del 2014, a US$48.00 en la actualidad, lo cual representa una caída del 55%, indudablemente ha supuesto una situación altamente grave para nuestra solidaria hermana nación de Venezuela cuya dependencia económica se sustenta en mas del 96% en sus exportaciones de petróleo, al punto de que es sabido ya que han tenido que recurrir a la venta a precio de “vaca muerta” de algunas de sus cuentas por cobrar.
A propósito de Venezuela, un análisis objetivo del manejo que le ha dado la republica Dominicana al programa de petrocaribe desde su entrada en vigencia, y ante el nuevo escenario económico mundial que establece la caída de los precios del petróleo, nos debe llevar a una gran reflexión, donde la primera interrogante debería ser: ¿a quién ha beneficiado realmente este acuerdo, a los gobiernos de turno que les ha permitido manejar a su antojo cuantiosos recursos o al pueblo Dominicano? ¿A beneficiado petrocaribe realmente a las capas sociales mas desamparadas como quiso su ideólogo Hugo Chávez?
Las respuestas, si son sinceras indudablemente tendrán que ser negativas, dado que si echamos una mirada a los objetivos que se planteaba el presidente Chávez con el acuerdo, de que cada país signatario procurara la transformación de las sociedades haciéndolas más justas, cultas, participativas y solidarias, con la finalidad de crear un proceso integral que promoviera la productividad y la eliminación de las desigualdades sociales, fomentar la calidad de vida y una participación efectiva de los pueblos.
Sin embargo, la realidad del acuerdo de petrocaribe en la Republica Dominicana si le pasamos balance, nos resulta una verdadera “oportunidad perdida”, puesto que en ningún momento desde su entrada en vigencia en el año 2005, hemos tenido una rebaja en los combustibles fruto de las facilidades del convenio, pero tampoco fue aprovechado por nuestros gobiernos el acápite del acuerdo que nos permitía pagar la factura petrolera con servicios turísticos y bienes como las habichuelas negras a las que los Venezolanos llaman “caraotas” y que consumen en demasía, lo cual pudo haber sido aprovechado para impulsar nuestra producción agrícola.
Por el contrario, desaprovechamos la oportunidad de pagar petróleo barato y a crédito con bienes y servicios que habrían impulsado el desarrollo del campo y la economía del país en sentido general, mientras llegamos a caer en la vergüenza de que Venezuela en un momento se enterara de que les estábamos enviando habichuelas negras que importábamos de China y otros países como si fueran producidas en nuestro país.
Obviamente que la solidaridad del hermano país de Venezuela ha sido muy bien aprovechada por los gobiernos del PLD al disponer de petróleo barato, crédito a 25 años y apenas el 1% de interés anual, sin transferir a la población ningún beneficio en la rebaja de los combustibles, sin ninguna inversión en programas sociales que produjeran ninguna transformación, mas que fomentar las dádivas en programas electoreros clientelistas disfrazados de ayuda social y solidaria, convirtiendo una iniciativa tan caritativa y solidaria de nuestros hermanos Venezolanos, petrocaribe, en una oportunidad pedida.
