Partidos obligados a nueva estrategia (opinión)
Con la votación mayoritaria del Partido Revolucionario Moderno podía el presidente sin mayores inconvenientes abrir la constitución para la segunda reelección. Pero como se demostró con la reforma fiscal, una cosa es el poder mediático y otra la realidad de las calles.
Con una derrota política con la reforma fiscal, el presidente optó por apostar a una buena ejecutoria en estos cuatro años, y no en buscar una segunda reelección. Tal vez se hubiera conjurado otro estado, si la pieza fiscal hubiera prosperado.
Ocho años y nunca jamás fue acallada cuando las expectativas de la calle eran que se podía sorprender con una votación a un tris de un as dentro de la manga. El presidente Abinader jugó limpio y sin intenciones de dar golpes bajos.
PRM
A lo interno del PRM se abre la caja de oportunidades, donde todos los precandidatos se lanzan a buscar simpatías partidistas. Esta situación podría significar en un momento dado pleitos intestinos y desatender trabajos en el área pública.
El presidente Abinader e Hipólito Mejía son los únicos que tienen la fuerza de liderazgo suficiente para llamar al orden a los precandidatos. Además, ya hay tendencias que tienen sus gallos listos para el combate.
La lucha interna para un partido es demoledora.Sacó del Palacio al Partido de la Liberación Dominicana, y dio paso a la creación de la Fuerza del pueblo. Hoy, los dos se disputan el liderazgo opositor.
El presidente tiró de refilón la expresión de que sectores de oposición cabildearon, sin lograr su objetivo, llegar a acuerdos para la rehabilitación partidista. Danilo recogió el guante y dijo que no sostuvo reuniones con ningún perremedeista, para que de nuevo tuviera oportunidad de ser candidato.
Trago amargo
Un trago amargo para Danilo, cuando pensaba que lo más importante del día sería su retorno a la presidencia del PLD. Nadie se lleve a engaños, Danilo es el dueño del PLD, sea candidato presidencial o un convidado a ver las elecciones desde las gradas.
Le será difícil poder enquistar fuerzas a un partido que se encuentra en un reflujo total. El PLD tiene que luchar por lograr con tiempo a un buen candidato presidencial, mientras tiene que pelear con Leonel Fernández el liderazgo de la oposición.
La reforma constitucional obliga a los partidos a preparar nuevas estrategias. Abinader no va y se centrará en los años que le quedan en el Palacio. La carrera hacia la futura elección presidencial arranca con fuerzas ahora que no hay reelección.
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