Quedando por decidirse la ruta por el lado norte de la avenida de circunvalación de la ciudad de Baní, el Gobierno está inmerso en un amplio proyecto de mejoramiento y adecuación del tramo de carretera desde la salida occidental de Baní a Barahona. Ese tramo, de unos 130 kilómetros y a un costo de 850 millones de pesos, se ejecuta aceleradamente, con los inconvenientes que se producen en una operación de tránsito abierto y reparándose al mismo tiempo. La calidad de los trabajos se observa en el método constructivo y el tipo de equipo pesado que se está utilizando, destacándose la responsabilidad del consorcio que lleva a cabo los trabajos de mejoramiento y modernización de la vía, que por lo escaso del tránsito, periódicamente ocurren accidentes espectaculares de muchas muertes por los largos tramos rectos de la carretera, desde El Número hasta Azua. Ya la construcción de la circunvalación de Azua se encuentra en ejecución por el lado sur, puesto que la población de Azua ha emprendido la orientación de su crecimiento hacia el norte, buscando las brisas frescas de las montañas que alivian el calor del sol en las planicies, que una vez fueron campos de sisal, plátanos, y en el siglo XIX, asiento de grandes bosques destruidos por la voracidad de los hacendados, siendo uno de los más destacados Buenaventura Báez. Los trabajos en ejecución deben plantearle a las autoridades una preocupación, ya que al mejorar las carreteras, tanto el tramo ya mencionado, como el de Barahona a Pedernales, de unos 120 kilómetros de longitud, le ofrecerá al turista de fin de semana una oportunidad envidiable de llegar hasta el paraíso escondido de Bahía de las Águilas, la laguna de Oviedo, el parque eólico de Los Cocos, el río San Rafael o disfrutar de las agradables temperaturas del Hoyo de Pelempito. Pero, todo ese tráfico adicional de vehículos livianos generaría un grave riesgo ante la presencia de un tráfico continuo de grandes camiones transportando cemento, proveniente de la fábrica de cemento establecida en Cabo Rojo, hacia los centros de mayor consumo como el de la capital. La combinación de un tráfico de vehículos pesados con los livianos, en especial los fines de semana, y como ya se ha visto por el aumento del número de accidentes en ese tramo, obligaría a regular durante los fines de semana el tránsito vehicular desde Barahona a Pedernales, de manera que la vía sea declarada como turística para los sábados y domingos, prohibiéndose el tráfico de patanas con todo tipo de carga, o de camiones con cargas que limitan sus desplazamientos, ya que son invitaciones implícitas a la ocurrencia de accidentes. Si esa vía, de Barahona a Pedernales, se declara turística los sábados y domingos, le permitiría a los ejecutivos de la fábrica de cemento de la zona diseñar su programa de despachos, de manera que sus pedidos no se atrasen en los envíos hacia el este del país, pero dejándole libre sus embarques marítimos hacia el exterior, en especial a Jacmel en Haití o hacia la capital del país y hasta para la costa norte. De todas maneras, con los trabajos viales que el Gobierno lleva a cabo al circuito vial del Lago Enriquillo, con una mejoría sustancial de las condiciones de esas vías, así como con la carretera en deterioro desde Batey 2 hasta San Juan, se podría decir que el sur profundo ya tiene sus carreteras básicas en estado permanente de circulación, faltando en el tiempo reconstruir la carretera estratégica y panorámica desde Puerto Escondido a Pedernales, así como la de Hondo Valle a La Descubierta, de iguales condiciones a la anterior. Con la reconstrucción de los 130 kilómetros de la carretera Baní-Barahona, junto a la circunvalación de Azua, solo faltaría por construir la circunvalación norte a Baní, la cual, por el aumento constante del tránsito hacia el sur no acepta más demoras, y olvidándose de intereses económicos mal concebidos, ya el Gobierno debe sacudirse de sus vacilaciones y emprender la construcción de esa vía lo más pronto posible.

Una sola golondrina no anuncia que viene el verano, pero con su llegada nos anuncia que el buen tiempo está cerca. La sociedad dominicana está metida en un marasmo de impunidad; en apariencia apoyado por la composición de instancias judiciales para favorecer a ex funcionarios que han sido denunciados. El artículo 22, párrafo 5, de la Constitución, Sección II, Derechos de la ciudadanía establece lo siguiente: “Denunciar las faltas cometidas por los funcionarios públicos en el desempeño de su cargo”. Al tenor de ese enunciado, sectores interesados en modificar varios artículos del Código Procesar Penal, metieron de contrabando la supresión del 85, para eliminar el derecho de todos los ciudadanos a presentar querella contra los funcionarios públicos por delitos cometidos durante el ejercicio de sus funciones, así como en los casos de vulneración a derechos humanos. Acá tenemos una serie de ex funcionarios que buscando impunidad, esconden tras bambalinas grandes hechos en este universo descompuesto donde pululan políticos de ocasión, frustrados,que se rentan mientras se creen que son figuras importantes. El ex funcionario del gobierno de Leonel Fernández, Víctor Díaz Rúa, en una instancia al Tribunal Constitucional, pidió que les prohíba a los particulares querellarse contra funcionarios, alegando que son simple denunciantes y que dicha facultad se presta para el chantaje del cual según su decir, él ha sido víctima. Uno de los tantos interesados en la eliminación del artículo 85 del CCP, es el ex Procurador General Adjunto Hotoniel Bonilla, quien dijo que: “la sociedad civil esta errada en su interpretación de la modificación al Código Procesal Penal, (…) la han desnaturalizado porque la única diferencia entre denunciante y querellante, es que la última tiene que ser víctima directa del hecho punible o delito”. La Procuradora Fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, como una “golondrina” ha anunciado desde su cargo, que está llegando el “verano” para acabar con la tradicional impunidad judicial que ha estado beneficiando a funcionarios denunciados. Esas denuncias han chocado con halcones de la pasada administración que se mueven a los fines de seleccionar jueces que impidan sentar en el banquillo a algunos sindicados como corruptos y paguen por sus fechorías administrativas. De acuerdo con la Fiscal, uno de ellos la visitó para ordenarle que archive el expediente Díaz Rúa o de lo contrario sería destituida. Pero le salió la niña respondona, por lo que tuvo que agenciarse la asignación directa de un juez especial para que ordene el archivo de dicho expediente. Como fue una línea rígida, bajada, la jueza de acuerdo con la Berenice, se la ingenió para tratar de lograr complacer a ese padrino; pero se encontró con la chica respondona que no aceptó la chicanearía jurídica de ese tribunal y ¡¡¡ahí mismo!!! Se armó el rebú entre la Fiscal y la Jueza. La reacción de la magistrada fue de someter a la Berenice por ultraje en audiencia, mientras por otro lado, el Movimiento Cívico Ciudadanos contra la Corrupcion-C3, a través de su presidente, Remberto Pichardo y su madre, la ex fiscal Josefina Juan viuda Pichardo, así como el abogado Hermes Guerrero Báez contra atacaron apoderando al Consejo del Poder Judicial sometiendo a la Magistrada Cristo Cristo por la audiencia irregular al no citar a las partes querellantes y de faltas disciplinarias. ¡Ahora la bola está en la cancha judicial! Yeni Berenice como una solitaria “golondrina” en un singular testimonio, le anunció al pueblo, que este verano está cerca para darle el golpe definitivo a la impunidad con el caso Díaz Rúa. Reynoso manifestó por vía de su abogada, que tiene todas las pruebas en contra la Magistrada Cristo para depositarlas en el tribunal que conocerá de la querella por ultraje. Resulta que como el dicho expresa que supuestamente: “entre bomberos no se pisan las mangueras” “ni entre Gitanos no se leen las cartas”, la Asociación de Jueces Dominicanos junto con la Federación Latinoamericana de Jueces, como “Los Mosqueteros del Rey” les caerán a Reynoso como “Plaga de Langosta”. ¡No se vayan amigos que esto se está poniendo sabroso!