SANTO DOMINGO.- En el marco del Programa de Fomento al Turismo Ciudad Colonial, las instituciones que conforman el comité interinstitucional de seguimiento a las labores de transformación que se realizan en el centro histórico de Santo Domingo, llevaron a cabo este domingo una jornada de aseo y limpieza profunda de la calle El Conde, con lo cual buscan devolverle el valor y la belleza a esta emblemática vía que por muchos años estuvo descuidada.

Las instituciones involucradas en esta iniciativa son el Ministerio de Turismo (MITUR), Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental (DNPM), el Cuerpo de Bomberos, la Policial Distrital, la Asociación de Comerciantes de la Calle El Conde (Asoconde) y la Unión de Juntas de Vecinos.

Emilio Torres, representante de Asoconde, dijo que el tema de la limpieza es muy importante no solo para los comercios sino para los turistas que cada vez aumentan más gracias a la restauración de la Ciudad Colonial. “Nos sentimos muy contentos con el compromiso asumido por las autoridades para garantizar la seguridad, la limpieza, la infraestructura y el orden, no solo en El Conde sino en toda la zona”, explicó.

Mientras la arquitecta Maribel Villalona, coordinadora general del Programa, explicó que la iniciativa es el resultado de la coordinación interinstitucional que se gestiona, en la que múltiples entidades públicas y privadas unieron esfuerzos para realizar esta jornada de limpieza en la emblemática calle.

Además, el Programa puso en marcha el proyecto “Embellecimiento de Balcones”, mediante el cual procedieron a la entrega de trinitarias a los hogares ubicados en zona de obras con el objetivo de hermosear las calles de la Ciudad Colonial y que los residentes se sientan comprometidos con el cuidado y belleza de sus balcones, a fin de lograr una mejor experiencia tanto para el que reside en la zona como para el que la visita.

Fuente: LISTIN DIARIO

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La primera piedra para la nueva iglesia ya fue colocada el 9 de septiembre de 2014 en la localidad de Sandino, en el sitio donde será construido el templo, que cuenta con la colaboración de la parroquia de San Lorenzo de Tampa (Estados Unidos), refirió un artículo de la publicación católica.

El nuevo templo, que se llamará Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, ocupará un terreno de 200 metros cuadrados en el centro de Sandino, el municipio más grande de la provincia, y tendrá capacidad para acoger a 200 personas sentadas, detalló el obispo de la diócesis de Pinar del Río, monseñor Jorge Serpa.

En esa localidad viven más de 36.000 personas, pero además alberga una escuela de medicina en la que estudian más de 4.000 jóvenes extranjeros, muchos de ellos católicos practicantes, por lo que quedó pequeño el teatro en el que oficiaban misa, donde algunas veces llegaron a asistir hasta 400 alumnos, según esa fuente.

El obispo Serpa explicó que solicitó a las autoridades cubanas la construcción de la parroquia «primero porque respondía a una necesidad de los fieles de Sandino y era, además, un compromiso con esos estudiantes».

Se trata de un proyecto «sencillo, pero bonito», conducido por el arquitecto católico Magol Valdés, que ya fue presentado a las autoridades, señaló el obispo.

Aunque ésta será la primera iglesia construida en las últimas cinco décadas en Cuba, recordó que en la propia diócesis de Pinar del Río se han tenido que levantar «casi desde cero» varios templos que sufrieron derrumbes provocados por el paso de ciclones en esa región de la isla.

En los últimos años se ha abierto una nueva etapa de distensión en las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado cubano, marcadas desde los primeros tiempos de la revolución castrista por las crisis, los desencuentros, los altibajos y las tensiones.

Pero desde hace varios años han aumentado los contactos entre la Iglesia y el Gobierno, las procesiones públicas y algunos templos fueron devueltos tras haber sido expropiados.

En esa línea, la construcción de nuevas edificaciones es una de las reivindicaciones de la Iglesia católica, que insiste en recuperar esos espacios en Cuba para realizar su misión evangelizadora.

De acuerdo con datos del Arzobispado de La Habana, un 60 % de la población cubana (11,1 millones de habitantes) es católica en referencia a la cifra de personas bautizadas, hay unos 650 templos, 340 sacerdotes y unas 600 religiosas.