El tema haitiano es sumamente complejo y va más allá de lo que los dominicanos vemos. Como todo problema complejo, y en realidad es un gran problema, implica una solución sistémica que la clase política actual, aparentemente no está en capacidad de plantear, ni le interesa, tal vez por desconocimiento o por mero desinterés o simple incapacidad y falta de visión estratégica.
Obviamente por una falta de comprensión ignoramos que hasta cierto punto, ciertos gobiernos dominicanos son culpables de la degeneración de la situación socio económica y política en Haití. Esto ya lo hemos ilustrado de manera sucinta en otros artículos (Censurados por esos mismos actores dominicanos que citamos).
De un lado de la isla hay falta de comprensión y entendimiento entre ellos mismos, del otro lado incapacidad y falta de visión estratégica que permitauna cooperación con beneficio mutuo.
¿Entonces quien queda para dirigir el juego? Bueno todos y nadie, es decir la influyente comunidad internacional, que opina, no hace nada de concreto, se beneficia de la miseria y la pobreza, que necesita seguir viviendo, que compra, que consume, que recibe migajas, limosnas, etc.
LOS RESPONSABLES
Obviamente la irresponsabilidad mayor de la problemática Haitiana recae en su propia clase dirigente, que va desde los tiempos de las devastaciones de Osorio hasta la fecha, que obligó a “contrabandistas” a radicarse en la tortuga, que dio origen a lo que hoy se conoce como Haití.Mientras los Haitianos no asuman responsabilidad por los Haitianos y empiecen a ocuparse de sus propios problemas no saldrán del hoyo económico, ni de la miseria.
Basta de culpar a otros de sus propios problemas, pues también allá es un tema usado para sacar ciertas ventajas políticas aprovechando la ignorancia de una gran mayoría.
Nadie irá a resolver sus problemas que parecen eternos. Podrán darle una limosna, como viene ocurriendo desde varias décadas, donarles una escuela, un dispensario medico, para hacer relaciones publicas con anuncios deprimentes y obtener más donaciones para el gran negocio de las ONGs -toda una industria- cuyo dinero se gasta adquiriendo mansiones en Miami, entre otros lujos.
Podrán perdonarle la deuda externa, como ha ocurrido ya; podrán darle un plato de comida, un peso en un semáforo, etc. Pero nadie, nadie resolverá sus problemas. Debe darse un cambio de actitud en ellos mismos para poder salir del fango. Entonces talvez se les pueda ayudar de una manera más honesta. Mintras tanto prima el individualismo y el sálvese quien pueda y de hecho muchos lo hacen cruzando la frontera, quienes a su vez continúan hacia el canal de la mona, como lo hacen los dominicanos más miseriosos cada vez que la crisis arrecia.
PARADOJA E INMORALIDAD
Mientras por un lado hay un supuesto “flujo ilegal” de Haitianos -legalizado con permiso de ciertas autoridades-, que genera una muy mala opinión en la comunidad haitiana contra ciertos dominicanos en el poder o en mandos militares, generalizando a los dominicanos como “tramposos y corruptos” -en su percepción- y demás palabras inmencionables, etc. –sin mencionar las estafas de que muchas veces son objeto cuando les corresponde cobrar trabajos realizados en el marco de la ilegalidad, o mejor dicho “sin papeles”.
Por otro lado y que no se comenta del lado dominicano, hay un “flujo legal” de dominicanas que se trasladan a Puerto Príncipe a practicar la prostitución, que genera una peor opinión generalizada en las haitianas sobre las dominicanas. ¿A que se debe ese ultimo fenómeno? Seguro que no es por nuestra boyante economía. Pues la historia confirma que solo después de crisis económicas prolongadas viene la crisis moral.
Haití en medio de la miseria, es una sociedad medio matriarcal. Si nos fijamos en Haití es la mujer –La marchanta– que sale a vender en los mercados abiertos (85% del comercio) para llevar el pan de cada día al hogar, con el objetivo diario de ganar unos 3 dólares al día. Por lo general los hombre se dedican a trabajos más pesados como el agrícola, o la construcción, con una paga másespaciada, por lo que es la mujer que por lo general proporciona el día a día de la generalidad de las familias haitianas.
POR SU PROPIO BIEN
Como escribimos en 2010, en nuestro artículo “Si otros pueden, Haití puede, por su propio bien” que tenia el propósito de inspirar cambios en la clase política de entonces, y así paso, pues indicamos el cómo hacerlo y nos involucramos en el proceso; para romper con la inercia política y el status quo que parecía eterno, pues hay que estar claros y ser contundentes en el sentido de que la República Dominicana no es la solución de Haití, aunque podemos cooperar y dirigir procesos de inversión en ciertos sectores que puedan ser de interés, como de hecho se viene haciendo con bastante éxito y citamos al grupo de Santiago que ha capitaneado ciertas inversiones.
Ciertamente podemos y debemos seguir haciéndolo, siempre que sea bien aceptado, pero la responsabilidad mayor es de los haitianos dondequiera que estén.
En fin, creo que el miedo y la estupidez son vecinos, y si no, están bien cerca, así como RD yHaití. Creo que ya es tiempo y nos conviene ir perdiendo el miedo, y dejar de ser estúpidos. En ambos casos somos manipulables.
Tanto Haití, como RD deben cumplir y hacer cumplir la Ley.
Pero con el relajo institucional heredado, en un lado más que en el otro, se complica más aún la situación, pero los fundamentalistas, en su falta o exceso de inteligencia les conviene más hacer, show, drama, aprovechando el temor diseminado, para sacarle capital político en vez de resolver las debilidades de las instituciones que ellos mismos manejan.
¿Usted se imagina? En RD obviamente hay más de un millón de haitianos. A modo de ejemplo calcule cien mil (100,000) haitianos que pagan un peaje de RD$4,500 pesos (US$100 dólares). El cuco de la invasión pacífica no es tan inocente. Y en el hipotético caso si fusionan la isla se acaba el negocio.
Para mejorar la situación basta adoptar e implementar políticas inteligentes y pro-positivas que permitan la mejora y desarrollo de cada país en el sector público y privado, como ya viene haciendo Juan Vicini y otros grupos de Santiago. Obviamente el que está en mejor condición tiene la mayor carga y responsabilidad de auxiliar al otro en el marco de la independencia y soberanía de cada uno, que de mutuo acuerdo debería asumirse con alta seriedad y responsabilidad.
El Presidente Medina dio senales en su discurso de toma de posesión, hasta menciono la idea o intención de comenzar a hablar de un eventual de libre comercio. Pasa que olvidamos con facilidad, así como como olvidamos que los dominicanos y dominicanas en los tiempos de Duvalier iban a Haiti, a comprar ropa, perfumes, y otras mercancías para vender en RD. cuando no teníamos la avalancha de productos que ahora llegan a nuestro país.
¡Lo otro es el caos! Y la supuesta amenaza de imposición, unión, fusión, invasión pacífica, etc. Pero ese es un escenario que a muchos le gusta, a los que vienensacando partido, en todos los órdenes, de dicha situación.
Lo sorprendente esos traficantes del odio y del caos aspiran a ser Presidentes, y algunos hasta quieren volver. ¡Cuanta inconsciencia! ¡Cuanta irresponsabilidad!
Ya es tiempo de poner orden, de ir saneado la política dominicana, pues no es justo que estemos de lío en lío, de susto en susto. Nuestro país se merece algo mejor.
wandyramirez@gmail.com