Padrones y concentraciones que no ganan elecciones (OPINION)

Chomski magistralmente es que ha dicho, que el político falsea la verdad, porque le produce réditos electorales.

La pregunta es: ¿A quién creen ustedes que va dirigida la promoción de los padrones electorales que tanto se ufanan los partidos políticos tradicionales en publicar, y las concentraciones multimillonarias que realizan en espacios abiertos?  Simple: A la mayoría que se encuentra entre el 5to y 6to grado de primaria (Escolaridad). Es decir, a los incautos subsidiados y a los que aún no se han percatado que no ven (los fanáticos).

¿Alguno de ustedes ha visto alguna vez ganar un padrón electoral o una concentración multitudinaria? Nunca. ¡Ni los padrones ni las concentraciones, ganan elecciones! Las elecciones se ganan con votos.

En realidad, lo que sucede es que los partidos tradicionales están conscientes que una parte importante de los votantes se encuentra en un estado de necesidad económica (los pobres, los muy pobres y los pobres extremos), de ahí que se dedican a repartirles dádivas para mantenerlos como su principal mercado cautivo electoral.

Mientras se mantengan pobres, se mantiene la necesidad de recibir ayudas. Y si la necesidad estratégicamente sólo se mitiga parcialmente con esas ayudas, la pobreza se mantendrá perennemente (Para siempre).

Al tener conocimientos los partidos tradicionales de la importante cantidad de electores que se encuentra en una condición de altísima vulnerabilidad, se dedican a financiar procesos de inscripción de personas en sus padrones electorales, y a organizar este tipo de manifestaciones, cuyo ánimo esencial es falsear la verdad, fundamentada en la realidad de que esa mayoría es absolutamente incapaz de advertir.

Si las concentraciones, que por cierto cuestan decenas de millones de pesos organizarlas, decidieran quién gana y quién no, yo creo que todos coincidiríamos en que el Sr. José Francisco Peña Gómez probablemente nunca hubiera perdido unas elecciones.

Esa absurdidad usted no la verá en un país desarrollado. Esa estrategía a penas es aplicable en un país en donde, repito, la mayoría tiene un grado de escolaridad que oscila entre el 5to y el 6to grado de primaria, y eso lo saben perfectamente las élites que controlan los partidos tradicionales.

Y por supuesto, también tiene cabida, gracias  a la gigantesca legión de votantes irracionales (fanáticos), que como lo he citado en otras entregas anteriores, a diferencia de una persona no vidente (ciega) que está consciente que no ve, esos seres especiales que son una parte importante de la militancia de dichos partidos,  aun pasando el tiemṕo no se percatan de que no ven.

La única esperanza que tenemos los dominicanos más conscientes para comenzar a revertir toda esta inmundicia y manipulación, es convencer a la gente más instruida y decente de la sociedad, para que acuda a las urnas a votar en el febrero y mayo de 2024.

No solo a votar, sino también a desenmascarar a todos estos farsantes, e impedir que una enorme legión de borregos (subsidiados y fanáticos), la gente menos instruida de la sociedad, siga decidiendo la escogencia de las personas que han de ocupar los puestos de elección popular más importantes que están en juego en cada elecciones.

Ni los padrones ni las concentraciones ganan elecciones. Pero si los más decentes e instruidos persisten en no ir a votar, los subsidiados y fanáticos seguirán escogiendo a los puestos electivos, mucha gente que está muy próximo a su propio perfil.

jpm-am