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OPINION: Un premio al periodismo dominicano en el exterior
Sin las incidencias propias de una aciaga época en que el periodismo dominicano tuvo sus mártires pero destacada participación, nos atrevemos a sugerir que en República Dominicana debiera instituirse un premio al Periodismo en el Exterior.
De ninguna manera los méritos para ello serían equiparables con los del veterano periodista galardonado recientemente, Luis Eduardo Lora (Huchi). Pero sí, por el valor que tienen algunos periodistas miembros del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP)-perdón en nuestros caso hablamos de periodistas colegiados- que, aún con su condición de migrantes no han claudicados ni han sido afrentas que desacrediten el oficio.
Ese premio podría estar basado en valorar a los que trabajando periodismo en tierras lejanas han sostenido el profesionalismo y el decoro sin que las necesidades y precariedades, les haya hecho flaquear en cuanto a mantener inmarcesible lo ético y deontológico que debe adornar la disciplina. Tal vez sería una selección engorrosa, pero se necesita de un ensayo.
Ese premio -si se actúa con justicia- dejaría establecido que se reconoce la colaboración de los periodistas para con nuestra comunidad y, al mismo tiempo, su quehacer en la ingente tarea informativa y de opinión en medios regulares que han desaparecido. Hay toda una esforzada tarea que, desde hace décadas, acometieron los periodistas dominicanos en esta urbe.
Ese premio que debería de ser auspiciado por Olivo De León o cual que sea presida el CDP en nuestra sede en Santo Domingo, no sólo distinguiría a los periodistas que han ejercido en el exterior sino que además reconocería que, aún con la escasez de medios un reducido número se ha desempeñado como reporteros asalariados, al menos en Nueva York; hay todo un dossier que se puede consultar. Esto, muy a pesar de los inconvenientes, y de un empresariado que entiende que otorgar publicidad es hacer un favor y una acción caritativa.
Además, esa distinción fortalecería los lazos entre los periodistas y directivos del organismo que dice representarnos y que hasta ahora, al margen de ciertos entornos privilegiados que los apoya en sus luchas internas por el control del CDP, soslayan a los que reconocen desde hace algún tiempo como esforzados obreros de la prensa en República Dominicana y otro tanto en el exterior.
Si se galardonara periódicamente a los colegiados meritorios, se haría justicia. Esa escogencia debería hacerse al margen de las disputas de grupúsculos por la dirección del CDP en Santo Domingo y sus filiales que, como dicen muchos, son utilizadas como catapultas para adquirir notoriedades y capitalizar la consecución de ansiadas prebendas. A lo mejor con esa iniciativa, el CDP se convierta en un ente funcional, en lo que respecta a Nueva York.
Además, de una vez por todas se aceptaría que no sólo servimos de anfitriones ante algunos que únicamente suelen capitalizar nuestras bondades cuando tienen como objetivo algún especial interés para el que necesitan de los periodistas dominicanos residentes en esta urbe.
wj/am