OPINION: Matthew desenmascaró élites haitianas
No obstante la amplia divulgación a través de los medios de comunicación y redes sociales de los posibles efectos devastadores que representaban los fuertes vientos y cantidad de lluvia que contenía el huracán Matthew en su trayectoria por nuestro país, Haití, Las Bahamas y Cuba, todo parece indicar que las autoridades haitianas no tomaron las medidas de protección preventivas que dichas informaciones ameritaban para salvaguardar las vidas de su indefensa población.
Esa es una de las principales causas por las que, después del terrible terremoto del 12 de enero de 2010, el huracán Matthew, del pasado 4 de octubre, produjera tantos daños a la economía de la vecina R. de Haití y dejara un saldo de cientos de heridos, muertos, desaparecidos y a miles de familias damnificadas y en la total indefensión e intemperie.
Ante las desgracias que produjeron dicho terremoto y el huracán Matthew, el pueblo y gobierno dominicanos fueron los primeros en manifestar, con rápidas y múltiples acciones humanitarias, la solidaridad y auxilio que urgía al pueblo haitiano.
Estos desinteresados y útiles aportes, más el generoso comportamiento y apoyo moral del pueblo dominicano, en lugar de aminorar las diferencias e históricas confrontaciones entre ambas naciones, han generado un peligroso incremento de la hostilidad y animadversión que la clase política, intelectuales y élites económicas y mediáticas haitianas albergan contra nuestro país.
Como se sabe, Haití fue intervenido militarmente por los Estados Unidos durante 19 años (1914—1934) y desde hace más de 13 años, el territorio haitiano está ocupado por la MINUSTAH formada por miles de soldados de varios países.
La amplia caravana de camiones con comida, agua, ajuares y maquinarias que el gobierno dominicano envío a los haitianos, a los dos días de la urgente solicitud de su Presidente Jocelerme Privert, que realmente estaban necesitando cientos de miles de haitianos afectados por el huracán Matthew, ha sido objeto de sorprendentes actitudes y decisiones inamistosas, infelices y provocadoras por parte de las élites políticas y económicas haitianas, lo cual se evidencia en las siguientes acciones:
- a) El Parlamento de Haití otorgó 24 horas al Presidente Jocelerme Privert para sacar del territorio haitiano a los militares dominicanos que custodiaban y protegían los camiones y maquinarias que fueron en auxilio de los damnificados.
- b) Corte de Casación (tribunal supremo de justicia La Corte de Casación o Tribunal Supremo de Justicia haitiana dictó rápida sentencia solicitando la destitución del Presidente Jocelerme Privert para “salvaguardar la soberanía nacional” por haber cometido el “delito” de permitir la entrada de soldados dominicanos al territorio haitiano.
- c) La inmensa mayoría de los candidatos presidenciales de las suspendidas “elecciones” (ahora programadas para el próximo 20 de noviembre) fundamentan su propaganda electoral en base a injustas denuncias contra la R. Dominicana.
- d) Esa crisis e inestabilidad política de Haití así como el incierto futuro de su gobernabilidad se agravan mucho más, lo cual profundiza la miseria que padecen y estimulan la creciente emigración hacia otros países, en especial hacia la R. Dominicana.
Esta necia y triste realidad que generó el huracán Matthew en Haití también surtió otros efectos:
- Sirvió para evidenciar que las élites políticas y económicas haitianas le dan prioridad a incrementar sus beneficios personales y grupales por sobre todas las calamidades que sufre la inmensa mayoría, a la que utiliza como señuelo para justificar la mendicidad internacional que les permite obtener cuantiosos recursos económicos.
- Desenmascaró la indiferencia e indolencia de las élites económicas, intelectuales y políticas hacia los millones de haitianos que viven en la total indigencia. Recuérdese que Haití es, desde hace décadas, el país más pobre del hemisferio occidental y del continente americano.
- También desenmascaró los negativos resentimientos que las élites haitianas, sin razones válidas, albergan contra el pueblo dominicano, lo cual debe ser objeto de evaluaciones con mayor objetividad por los intelectuales, clase política y gobierno dominicanos, al momento de tomar cualquier decisión, aunque sea totalmente humanitaria, que vaya destinada hacia los habitantes de la vecina R. de Haití.
jpm