OPINION: Coalición en defensa de los indocumentados

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El autor es activista comunitario y político

Después de Donald Trump emitir su anunciada Orden Ejecutiva de cerrar la frontera sur de Estados Unidos e iniciar el proceso de la más extraordinaria campaña de deportación de indocumentados en la historia de los Estados Unidos, el miedo y la incertidumbre se ha apoderado de las comunidades de inmigrantes en todo el país.

Según su presupuesto, esta campaña alcanzará a millones de personas provenientes mayormente del sur de los EE. UU., sin distinción de raza, etnia, nacionalidad, sexo y edad.

Como parte del plan se espera, en lo inmediato, redadas y detenciones masivas a nivel nacional, para lo cual los grupos y activistas defensores de los derechos humanos debemos y tenemos que estar preparados.

Estados como Illinois y New York donde cientos de miles de personas caen bajo la categoría de indocumentados, aparecen como lugares prioritarios para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS y de manera particular para su dependencia el Servicio de Inmigración y Control de aduanas (ICE).

Buscando facilitar las redadas, apresamientos y posterior deportación, la administración de Trump, a través del DHS, derogó la disposición del presidente saliente, Joe Biden, que prohibía redadas contra migrantes alrededor de escuelas, iglesias y hospitales.

Para justificar su perverso proceder, el DHS argumenta, sin presentar pruebas, que “criminales extranjeros”, léase trabajadores indocumentados, usan escuelas e iglesias para evitar ser apresados. Bajo argumento análogo, el gobierno de Israel bombardeo múltiples centros de salud en Gaza en su cacería de militantes de Hamas, organización política-militar de Palestina. Así, asesinaron centenares de médicos, empleados y pacientes.

El impacto social de este ruin proceder es incalculable.

Por temor a ser apresados, los parientes indocumentados con niños y niñas podrían no llevarlos a las escuelas y a los hospitales lo cual será negativo en su educación y atenciones de salud.

La comunidad dominicana tanto en EE. UU. como en Puerto Rico será seriamente afectada lo que poco parece importarle al presidente Luis Abinader, para quien es más importante un simple piropo de Marco Rubio, secretario de Estado, que la suerte de sus connacionales.

Aun imprecisa, se estima en mas de 300 mil los connacionales en condición de indocumentados.

Esto afectará la economía dominicana, dado el impacto negativo que tendría en el monto de las remesas y el envió de artículos y productos de uso diario y primera necesidad.

Insisto en la necesidad de organizar la más amplia resistencia contra las injustas políticas de la nueva administración.

Este proceso de defensa al sector más vulnerable de nuestros migrantes debe integrar a oficiales electos, activistas, sindicatos, organizaciones políticas y comunitarias.

A la vez que la presión popular, hay que tomar iniciativas educativas centradas en que hacer si la policía o los agentes del ICE detienen a un indocumentado.

En esta circunstancia la indiferencia sería una vergüenza.

Defendamos los derechos humanos y laborales de la amplia comunidad de inmigrantes indocumentada.

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ASURBANIPA
ASURBANIPA
1 mes hace

CADA QUIEN PARA SU PAÍS Y SI QUIERE RECLAMAR ALGO HÁGALO DESDE SU FRONTERA YA QUE LOS QUE PUEDEN HACER VIDA EN EL PAÍS QUE
LO VISO SOLO NECESITA PORTAR SU DOCUMENTO PARA NO SER DEPORTADO ,CUALQUIER QUEJA HAGASELA A SU GOBIERNO QUE ES EL RESPONSABLE POR SUS CIUDADANOS

el shah do
el shah do
1 mes hace

usted es un baboso, primero apoyo a guillermo moreno y cuando se dio cuenta que no habia dinero le dio la s espalda, porque no habla de la deportacioones que su pais hace contra nosotros los haitiano? que viva TRUMP