Nuevo operativo combatirá detención preventiva prolongada en Haití
Ducarmel Gabriel, comisionado del gobierno interino de Puerto Príncipe, aseguró que el plan es celebrar audiencias correccionales diarias y juicios penales sin la asistencia de un jurado para resolver los casos pendientes.
También indicó que cada comisionado adjunto del gobierno debe presentar al menos ocho acusaciones finales cada mes.
En los últimos años las autoridades anunciaron iniciativas para limitar la prevención preventiva prolongada, aunque hasta el momento no tuvieron éxito. La falta de sentencia provoca un aumento de la población carcelaria con graves consecuencias.
Un estudio de 2018 ubicó a Haití como el primer país con mayor superpoblación carcelaria, con prisiones que operan al 400 por ciento de su capacidad.
A inicios de año, Noël Charles Nazaire, responsable de la Dirección de Administración Penitenciaria, reconoció que el principal problema es el hacinamiento en las cárceles, que conlleva problemas de saneamiento. Las celdas, de unos cuatro metros cuadrados, albergan a 30 prisioneros, admitió el funcionario, y sugirió que la mayoría de las prisiones comparten la misma situación.
Esta semana, el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (Cardh, por sus siglas en francés) envió una misiva al primer ministro, Jospeh Jouthe, y recomendó la formación de un grupo de trabajo integrado por representantes del Estado, colegios y organizaciones de la sociedad civil evaluar la situación de los detenidos en los 10 departamentos del país.
Tras una visita al centro penal de Mirebalais, en el departamento Centro, el Cardh describió como ‘espantoso’ el estado de los detenidos, y aseguró que se les niegan los derechos fundamentales.
‘Las condiciones sanitarias de los detenidos son los primeros indicadores de esta tragedia humana. Su alimentación no contiene vitaminas necesarias para el cuerpo humano. A veces los productos están dañados y tienen polillas’, aseguró la organización.
Subrayó además que la situación no es diferente en la prisión de mujeres de Miragoâne (Nippes). ‘En este centro, las mujeres están casi desnudas, por el calor y la falta de ropa. Además, no cuentan con equipamiento sanitario. El olor que emerge es suficiente para comprender lo deshumanizados que están’, relata el informe.
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