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Los canjes de Maduro
La descabellada propuesta de Nicolás Maduro de canjear al preso político venezolano Leopoldo López por el presidiario independentista puertorriqueño Oscar López Rivera, convicto por terrorismo en EEUU, es material suficiente para generar un mar de controversias.
Lo que sospecho es lo que busca el dictador venezolano con el fin de mantener siempre un tema relevante en la palestra, para encubrir y desviar la atención de la ciudadanía de la crisis que, en todos los ordenes, afecta a los venezolanos.
Y es que como bien afirma la funcionaria del Departamento de Estado, Jen Psaki, no hay comparación posible entre estos dos casos, ya que uno, es realmente un preso político, detenido por promover manifestaciones de protesta, lo que es muy normal y legitimo en una democracia y el otro, aunque también es un político luchador por la independencia de su isla natal, es culpable de realizar acciones violentas, categorizadas dentro del rango del terrorismo, lo que es severamente penado en cualquier legislación.
De ahí, el inmediato rechazo de parte de EEUU, que lamentó que el gobernante venezolano propusiera en esos términos, el exilio del líder opositor.
El domingo pasado, Maduro declaró que la única forma de que firme un indulto presidencial a favor del encarcelado López, es para montarlo en un avión que vaya a los Estados Unidos y lo deje allá, a cambio de la liberacion de Rivera.
Es lamentable que alguien que debería tener la presunción de inocencia, sea sentenciado en la televisión nacional por el presidente de Venezuela, sin la conclusión de un juicio. Los comentarios del presidente Maduro subrayan preocupaciones que tenemos desde hace tiempo sobre la independencia del poder judicial en Venezuela, la falta del debido proceso, y el uso del sistema judicial para silenciar las voces de oposición, añadió la portavoz del Departamento de Estado.
Por su parte la esposa de López, Lilian Tintori, aseguró que con sus declaraciones, Maduro admite que su marido, Leopoldo López, es un preso político de su régimen y que no hay independencia de poderes”. “Maduro este no es un tema de canjes, es un tema de justicia, añadió Tintori, en un mensaje escrito en su cuenta de Twitter.
Es evidente que la detención del líder de Voluntad Popular, es una vil retaliación ejecutada sin piedad contra un joven dirigente político democrático en ascenso, que estaba siendo escuchado y seguido por amplios sectores populares, que alarmados por los problemas que agobian a los venezolanos, salieron a las calles para oponerse a las políticas destructivas y empobrecedoras, aplicadas por el chavismo.
Mi opinión con respecto a la proposición, es que Maduro, al tiempo de estar tratando de emular torpemente al régimen cubano, con el intercambio de presos realizado recientemente con EEUU; también está dando seguimiento a su acostumbrada estratagema mediática: Creando constantes controversias, con declaraciones conflictivas, absurdas y fuera de contexto.
Todo esto con el fin de desviar la atención de los ingentes problemas que aquejan a Venezuela: altísima inflación, vasta criminalidad, gran desabastecimiento, fuerte represión política, falta de libertades, etc., agravados estos por la enorme caída de los precios del petróleo, los que descendieron esta última semana por debajo de los 50 dólares el barril, con tendencia a seguir su inusitada precipitación cuesta abajo.
Y continuará con su juego semántico en los días y meses por venir bajo el manto patriotero, “nacionalista”, de defensa a la “autodeterminación y soberanía de los pueblos”; lenguaje preferido de los comunistas, socialistas, populistas de derecha, nacionalistas extremistas, etc., todo con el fin de sustentar el autoritarismo y justificar sus constantes violaciones a los derechos humanos, y demás libertades publicas y de esa manera encubrir el fracaso de sus frustrantes políticas económicas y sus gobiernos dictatoriales.
