La reserva del 20% de las candidaturas
En principio, todas las leyes nuestras tienen una presunción de constitucionalidad. Esto así, porque, a diferencia de Francia (Con su Consejo Constitucional), aquí el control constitucional de las leyes es a posteriori (no a priori).
La discusión que ha generado la regla del artículo 58 de la ley 33-18 sobre si es o no constitucional reserva (a los partidos) el 20% del total de las candidaturas a los puestos electivos (excepto la presidencial), habrá que acudir a la garantía de una acción directa en inconstitucionalidad, para que el TC, por medio de un test de razonabilidad, determine si esa regla cumple o no con los fines constitucionales (Principios democrático y de alternancia).
En lo que eso sucede (una acción directa), los partidos que se oponen a la resolución emitida por la JCE, por medio de la cual afirma que el 20% aplica, no de la totalidad de las nominaciones, sino de cada categoría individual (congresual y municipal), éstos harán todo cuanto esté a su alcance para doblegar a la JCE y la jurisprudencia emanada del Tribunal Superior Electoral del 2019.
¿Qué buscan los que se oponen a dicha resolución? Para que si están en juego más de 4,000 puestos de elección popular,y terminan imponiendo que sea el 20% del total de todos esos puestos de elección popular, siendo el 20% más de 800 puestos electivos, podrían reservarse todos los senadores (32), diputados (190), y hasta todos los alcaldes del país (158).
Reservarse el 20% del total de todos los puestos electivos sería bueno, siempre que sea para que los partidos, finalmente, eviten que narcos y lavadores de dinero, y cualquier analfabeto funcional con dinero suficiente para financiarse una campaña electoral, lleguen con sus cuantiosos recursos económicos, y se impongan sobre los aspirantes internos que no tienen los recursos para competir contra ellos.
Aún así, vuelvo al principio. Aún cuando las élites conscientemente bajaron la línea para que sus borregos en el Congreso Nacional aprobaran esa regla de la ley 33-18 (Art.58), tal como está redactada, sin ésta no cumple con los fines de la constitución (respeto a la democracia interna y a la transparencia), se le podría declarar la nulidad absoluta, y ser expulsada del ordenamiento jurídico.
Dentro de sus fines esenciales, los partidos deben procurar (según el artículo 216 de la Constitución), garantizar la participación de ciudadanos y ciudadanas en los procesos políticos que contribuyan al fortalecimiento de la democracia.
Y fué más lejos el constituyente derivado, cuando dejó muy claro a los partidos, como otro fin esencial de los mismos es, contribuir, en igualdad de condiciones, a la formación y manifestación de la voluntad ciudadana, respetando el pluralismo político mediante la propuesta de candidaturas a los cargos de elección popular.
jpm-am

Trump elige a Susie Wiles como jefa del gabinete en Casa Blanca
Abinader entrega muelles en Río San Juan y Cabrera para la pesca
Primer Ministro Haití seguirá en Puerto Rico, su futuro es incierto
UE tilda ‘distracción deliberada’ supuesto ataque a casa de Putin
120 cruceros tocarán República Dominicana en enero del 2026
Banco BHD obtiene Oro en el ranking de inclusión financiera
Rusia difunde vídeo de dron usado contra la casa de Putin
El último invento de Putin (OPINION)
Irán advierte daría «respuesta dura» a una «agresión tiránica»
SNS garantiza asistencia en hospitales en Año Nuevo
Junior Lake conecta jonrón en victoria Leones; Toros triunfan
Pueblos latinos favorecidos con acciones de EE.UU.
El umbral del tiempo: del nacimiento a la esperanza
















Escuchando la estridencia de los «Partidos», quiero deformar la frase de Luis XIV, en vez plantear «El Estado soy Yo», dicen el partido soy yo», ante la grave crisis que lo arropa quieren culpar a otro de su situacion, el articulo 58 plantea la reserva por nivel de elección, no del universo, decía Platón:»Los políticos debían no solo convencer, sino forzar a sus ciudadanos a ser mejores», el 20% universal es antidemocrático, la base no cuentan.